La Llorona

¡Viva México...pero también todos los demás países!
“Yo soy mexicano, mi tierra es bravía” comienza la canción de Jorge Negrete, “el charro cantor”, que se pone una y otra vez en las fiestas patrias. Hasta aquí, todo bien. Pero la siguiente línea como que ya no me gusta: “Palabra de macho que no hay otra tierra más linda y más brava que la tierra mía”. Pasando por alto eso de “palabra de macho”, no entiendo muy bien eso de que la tierra pueda ser “brava”. Pero lo que no me agrada es la afirmación de que no hay otra tierra más linda. Y no me gusta, no porque sea cierto o no, sino porque su certeza o falta de ella es irrelevante: yo creo que no hay tierras, paisajes o países más lindos que otros. Todos tienen sus bellezas y fealdades, sus virtudes y defectos.
Estar orgulloso de haber nacido en México (o en Croacia, Paraguay o Sri Lanka) es estar orgulloso de un mero accidente. Es como estar orgulloso por haber nacido con ojos, nariz y boca. Todos nacimos necesariamente en alguna parte. El lugar es lo de menos. Pero no se me mal entienda: me gusta México y ser mexicano; me gusta su comida, me gustan muchas de sus poblaciones y lugares, amo algunas de sus manifestaciones culturales y otras no tanto. Pero también me gustan otros lugares: amo la comida y la música china, he disfrutado los paisajes andinos del sur de Argentina, me han fascinado los olores de los mercados de especias de Fez en Marruecos, he admirado el teatro Noh de Japón y he caminado embelesado por la orilla del Sena. ¿Cuál de todos los lugares que he visitado me gusta más? Todos. Todos tienen su encanto y sus cosas buenas y malas. ¿Me gusta vivir en México? Indudablemente, porque aquí están mis raíces, mis lugares y mis seres queridos.
En estos días patrios se exacerba el nacionalismo, ese sentimiento que nos permite sentirnos parte de un grupo con identidad cultural propia. Pero también puede empujarnos a pensar que el solo hecho de ser mexicano nos hace mejor que otros. Y aquí es donde la cosa se pone fea: el nacionalismo es el primer paso hacia la discriminación, el desprecio al que no es del lugar donde vivo. Muchas atrocidades violentas han comenzado con el orgullo nacionalista.
La cantante Chavela Vargas, todo un símbolo de la cultura nacional que en realidad nació en Costa Rica, decía que “los mexicanos nacemos donde se nos da la gana”. Yo nací en México, pero pude haber nacido en cualquier otro lado. Amo la música y las manifestaciones culturales de muchos otros países alrededor del mundo, algunos que he visitado y otros que no, pero eso no menoscaba mi interés y mi amor por esos lugares y su gente. Entonces creo que más que mexicano, soy terrícola, “ciudadano del mundo”. Como dijo el comediógrafo romano latino Publio Terencio Africano: “Homo sum, humano nihil a me alienum puto” (que quiere decir “Hombre soy, nada de lo humano me es ajeno”, malpensados). Entonces, parafraseando a la gran Chavela: los ciudadanos del mundo nacemos donde se nos da la gana
Hay un dicho romaní (gitano) que dice que la patria es la tierra que está debajo de nuestros zapatos. Creo que me identifico más con esta idea. Por eso quise interpretar esta conocida canción mexicana, pero utilizando instrumentos de países que amo aunque no he visitado. Por eso elegí la alghoza de la región de Sindh, Pakistán y el duduk, instrumento que se toca principalmente en Armenia, pero también en otros países de la zona del Cáucaso, como Georgia, Turquía y Azerbaiján. ¡Viva México, pero viva más el mundo entero!

[@andrewsquirozneira]

Wao, llegar a ese nivel de tocar instrumento debia pasado por mucho esfuerzo, excelente

[@Snobax]

NOOO!!!! Que gran descubrimiento, respiración circular y encima sabes tocar excelente.

[@robabnawaz]

me gusta mucho !

[@danielaog6987]

impresionante

[@707_Seven]

❤❤

[@usermanson515]

Aburrido
Te escucho para dormir

[@Uthayeus]

No tienes idea de arte, si algo te parece aburrido no seas tan necio de perder tu tiempo con ello.