Presión de neumáticos

La presión de los neumáticos es una cuestión importante, ya que afecta tanto a la vida de las ruedas del vehículo, como a la conducción. Depende de cada vehículo y viene fijada por el fabricante.
Una variable que afecta a la presión de los neumáticos es la carga que lleve el vehículo. Además, debemos saber que las ruedas delanteras llevan una presión diferente a las traseras.
Circular con una presión inadecuada modifica las características del neumático y su eficacia, incrementándose los riesgos viales.
¿Qué sucede al circular con una presión inferior a la recomendada?
1. Disminuye la rigidez lateral de los neumáticos, lo que supone una mayor dificultad para mantener la trayectoria ante curvas y giros.
2. Aumenta la probabilidad de “aquaplaning”.
3. Se incrementa el riesgo de reventón.
4. Aumenta la distancia de frenado y el consumo de combustible.
5. Se producen desgastes irregulares de las cubiertas.
¿Qué sucede al circular con una presión superior a la recomendada?
1. Disminuye el agarre al reducirse la superficie de neumático que está en contacto con el asfalto. El coche reacciona peor ante imprevistos y es más difícil realizar maniobras como giros o cambios de dirección.
2. Los neumáticos se desgastan más y de manera más irregular, por lo que disminuye su vida útil.
3. Aumenta el consumo de combustible, por lo que se genera una mayor contaminación.
Consejos
● La recomendación es que se compruebe la presión como mínimo una vez al mes y siempre antes de emprender un viaje largo, debe hacerse en frío y con el coche completamente estacionado.
● Hacer un mantenimiento adecuado de los neumáticos y vigilar su estado de desgaste. Un desgaste desigual puede ser indicativo de una presión distinta de la recomendada.
La legislación vigente exige en los turismos una profundidad mínima del dibujo de la banda de rodamiento de 1,6 mm.