Adio Kerida

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  • Опубліковано 8 чер 2024
  • “Adío Kerida” es una canción sefardí que data del siglo XV. Aunque la letra habla de un doloroso rompimiento amoroso, se cuenta que los judíos sefardíes se la dedicaban a la reina Isabel de Castilla, por haber ordenado su expulsión del territorio español en 1492.
    Tu madre kuando te parió
    I te kitó al mundo
    Korasón eya no te dio
    Para amar segundo
    Korasón eya no te dio
    Para amar segundo
    Adio, Adio kerida
    No kero la vida
    Me l'amargates tu
    Va bushkate otro amor
    Aharva otras puertas
    I Aspera otro ardor
    Que para mi sos muerta
    I Aspera otro ardor
    Que para mi sos muerta
    Los judíos expulsados de lo que había sido su hogar por siglos, guardaron las llaves de sus casas, como símbolo de la esperanza de regresar algún día.
    Cinco siglos después, algunos descendientes de esos judíos perseguidos y expulsados, fundaron el criminal estado de Israel y se convirtieron, a su vez en verdugos y perseguidores de otro pueblo, los palestinos. En 1948, cuando fue fundado, miles de árabes palestinos fueron expulsados violentamente de sus hogares mediante el uso de tácticas terroristas (sí, los israelíes que tanto se espantan con esa palabra, son y han sido practicantes de atrocidades contra la población civil, como atentados con bombas y matanzas sistemáticas de ancianos, mujeres y niños). Poco se recuerda la matanza de Deir Yassin, pueblo cercano a Jerusalén, donde el 9 de abril de 1948, grupos terroristas israelíes asesinaron a cientos de pobladores, en su mayoría mujeres y niños, después de ponerlos en fila, desnudarlos y fusilarlos a sangre fría. Las milicias sionistas aprendieron bien la lección de sus maestros n42is y en pocos días, hasta la proclamación del estado de Israel el 15 de mayo de 1948, lograron la destrucción de más de 500 aldeas y lograron la expulsión de más de 750 000 palestinos. Estos acontecimientos son denominados por los palestinos como la “Nakba” (catástrofe) y, en una cruel ironía, adoptaron como símbolo de resistencia las llaves de sus hogares destruídos.
    Hoy, los sicópatas que dirigen Israel han intensificado el genocidio del pueblo palestino, con la venia e hipocresía de las potencias occidentales, atacando hospitales, escuelas y campamentos de refugiados, asesinando ya a más de 35 000 personas, gran parte de ellos mujeres y niños. ¿Hasta cuándo permitiremos este baño de sangre?

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