“Cambiando el mundo”, discurso de William H Mc Raven, en la Universidad de Texas, Austin,

En este video nos cuenta el poder que tenemos de influir sobre la gente. Si lo hacemos positivamente podemos, literalmente, cambiar el mundo. Una persona promedio conoce en toda su vida a otras 10.000 y si deja una huella positiva, en definitiva ascendemos a un total de 800 millones de personas impacatdas positivamente.
Además habla del concepto de quick wins o ganancias rápidas, en las que uno hace una
pequeña acción que genera una condición que nos posiciona en una
circunstancia mejor y duradera.
Tender la cama es un simple acto, pero psicológicamente nos da
la sensación de control, orden y armonía. Puede ser un hábito que
no lleva más de cinco o diez minutos, pero que, con constancia, nos
lleva a ser una persona más ordenada y armoniosa.
El hecho de que un niño o niña tienda su cama a su manera le
da la oportunidad de sentir que controla, aunque más no sea, ese
pequeño trozo de su vida. Así los demás aspectos de la vida estén
fuera de su zona de control y no salgan de la manera que espera, por
lo menos puede sentir “tengo control sobre esta tarea”. Es la motivación del quick win, en la que, si nuestro día fue malo, al menos al
volver a casa tendremos la cama hecha, como dice Mc Raven.
Con el nutriente emocional de “deberes y obligaciones”, hablamos
del poder de los hábitos saludables. Podría haber denominado a este
nutriente “el poder de los hábitos”, pero ese habría sido un eufemismo
poco claro, porque los hábitos operan para bien o para mal. Quiero
decir que hemos de dejar bien en claro que no cualquier hábito nos
hace bien. Si uno se deja estar un día, luego otro, después un mes y
luego un año, estamos en condiciones de perder grandes oportunidades. Toda virtud es un hábito positivo, y todo vicio es un hábito negativo, por ello, decidí ser claro y llamar a este nutriente “deberes y obligaciones”, para con nosotros mismos, si se quiere, y para con la vida.