Paco Ibañez - Canción de otoño en primavera - 1988

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  • Опубліковано 23 тра 2008
  • Canción de otoño en primavera
    Rubén Darío
    Juventud, divino tesoro,
    ¡ya te vas para no volver!
    Cuando quiero llorar, no lloro...
    y a veces lloro sin querer.
    Plural ha sido la celeste
    historia de mi corazón.
    Era una dulce niña, en este
    mundo de duelo y aflicción.
    Miraba como el alba pura;
    sonreía como una flor.
    Era su cabellera obscura
    hecha de noche y de dolor.
    Yo era tímido como un niño.
    Ella, naturalmente, fue,
    para mi amor hecho de armiño,
    Herodías y Salomé...
    Juventud, divino tesoro
    ¡ya te vas para no volver...!
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    y a veces lloro sin querer...
    La otra fue más sensitiva,
    y más consoladora y más
    halagadora y expresiva,
    cual no pensé encontrar jamás.
    Pues a su continua ternura
    una pasión violenta unía.
    En un peplo de gasa pura
    una bacante se envolvía...
    En sus brazos tomó mi ensueño
    y lo arrulló como a un bebé...
    Y le mató, triste y pequeño
    falto de luz, falto de fe...
    Juventud, divino tesoro,
    ¡te fuiste para no volver!
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    y a veces lloro sin querer...
    Otra juzgó que era mi boca
    el estuche de su pasión
    y que me roería, loca,
    con sus dientes el corazón
    poniendo en un amor de exceso
    la mira de su voluntad,
    mientras eran abrazo y beso
    síntesis de la eternidad:
    y de nuestra carne ligera
    imaginar siempre un Edén,
    sin pensar que la Primavera
    y la carne acaban también...
    Juventud, divino tesoro,
    ¡ya te vas para no volver!...
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    ¡y a veces lloro sin querer!
    ¡Y las demás!, en tantos climas,
    en tantas tierras, siempre son,
    si no pretexto de mis rimas,
    fantasmas de mi corazón.
    En vano busqué a la princesa
    que estaba triste de esperar.
    La vida es dura. Amarga y pesa.
    ¡Ya no hay princesa que cantar!
    Mas a pesar del tiempo terco,
    mi sed de amor no tiene fin;
    con el cabello gris me acerco
    a los rosales del jardín...
    Juventud, divino tesoro,
    ¡ya te vas para no volver!...
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    y a veces lloro sin querer...
    ¡Mas es mía el Alba de oro!

КОМЕНТАРІ • 3

  • @anarosasaavedra1842
    @anarosasaavedra1842 2 роки тому +2

    Cada dia valoro como el oro., a mi apreciado poeta Ruben Dario y en la voz de Paco Ibañez.,es un placer grande

  • @Joselete-ji6dm
    @Joselete-ji6dm 4 роки тому +7

    Estoy haciendo los deberes de castellano en la cuarentena, hola XD

  • @ardaliotornarrancio5851
    @ardaliotornarrancio5851 Рік тому

    _El indio Rubén,_ como amorosamente lo llamaba Valle Inclán, (otro magnífico artífice de la palabra).