VELÓDROMO ESTADIO NACIONAL

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  • Опубліковано 4 жов 2024
  • a víctimas de graves violaciones a los derechos humanos

КОМЕНТАРІ • 1

  • @domenicoespinoza848
    @domenicoespinoza848 2 роки тому +1

    Gran síntesis visual de aquellos espacios llenos de trágica memoria del Estadio, donde el fascismo desató e infligió tanta perversión y dolor... Eso de alguna manera permanece, para que nunca olvidemos lo lejos que llegó la crueldad de la Dictadura, que aseguró su sanguinaria ofensiva genocida desde el minuto sin retorno, cuando las acciones represivas comenzaron a expandirse por el país entero y el Golpe de Estado marcó el inicio del trauma más destructivo de nuestra historia reciente... Personalmente, es algo que me pesa mucho, aunque nací en la década siguiente, sin embargo también sufrí las consecuencias, como casi tod@s l@s chilen@s que no traicionan la memoria de aquel tiempo, de todas las injusticias y brutales transformaciones que se fraguaron por esos años y que la pseudodemocracia posterior adoptó al profundizar las políticas en pro del neoliberalismo y su nefasta concepción moral y social. El Estadio Nacional siempre planteará un enigma muy íntimo... pues mi tío, al que no cococí pero cuya memoria siempre está presente, fue asesinado y su cuerpo hallado no muy lejos... sin embargo existe una duda que nunca se ha resuelto... y es que quizás lo mataron al interior del Estadio Nacional... El día 15 de septiembre de 1973 fue ejecutado luego de entregarse en una comisaría ubicada en los límites de la Villa Macul... No sabemos si le dieron muerte en la misma comisaría o si después fue trasladado al Estadio Nacional como hacían con
    muchos detenidos en recintos de las fuerzas armadas y de orden en la RM. Tenía 25 años, era un joven padre... con ideales socialistas, sueños y ganas de vivir... y su ausencia aún nos pesa, porque con él murió un vínculo profundo... Se esfumó el amor de momentos que ya no pudieron ser... y la integridad de una familia que quedó desgarrada en su esencia... además, para él, como para una abrumadora mayoría de víctimas, no hubo un mínimo de justicia. Al menos, sigues vivo en nuestra conciencia querido tío y eso siempre lo tendrás.