EL APOCALIPSIS Oratorio para cuarteto, coros y orquesta. Libro y Música de Tomás Bretón Compuesto en Roma en 1882 y estrenado en 1890 en Madrid. PRIMERA PARTE Obertura - Introducción - Coro de ángeles «Inmortal será la gloria De quien de Juan la visión, Grabe fiel en la memoria Y corazón. Del mundo los arcanos Aquí se encierran; Dios, habla a los humanos, Oíd su voz. El día de su juicio Está ya cerca, ¡Abandonad el vicio, amad a Dios!» No. 1. Recitativo y Aria - Juan «Iglesias de la fe, de Dios potente La palabra escuchad; visión divina A mí la reveló. Su voz ardiente Es cual trompeta que fascina… Su vista es asombrosa… Antorchas le rodean; siete estrellas Como la gloria, bellas Despiden una luz maravillosa. Iglesias de la fe, oíd su palabra Dura y al par clemente; Del Alpha y de la Omega es pura esencia Si dicha labra aquel que la oye y siente E infierno eternamente Para el que desprecie su potencia. (Aria) Sólo dos seguís constantes El sendero de la fe, Tibias, débiles las otras, Olvidado le tenéis. Corregid pues vuestras obras Oro mío compraréis Del que está en fuego afinado Sólo así no os perderéis. Al que venciere Daré del árbol Del paraíso De mi señor. Maná escondido Ropajes blancos Vestirá siempre De mi señor. Darle he la estrella De la mañana Sentará al lado De mi señor. Del nuevo templo Será columna Gloriosa y bella Del Santo Dios». No. 2. El Cielo (Descripción. Un trono estaba puesto en el cielo y sobre el trono estaba uno sentado, semejante a una piedra de jaspe y de sardio; y había alrededor del trono un iris de color de esmeralda. Alrededor del trono veinte y cuatro sillas en las que sentaban veinte y cuatro ancianos (santos del antiguo y nuevo testamento) vestidos de ropas blancas y en sus cabezas coronas de oro. Del trono salían relámpagos y voces y truenos y delante siete lámparas ardiendo que son los siete espíritus de Dios. A la vista del trono había como un mar transparente como el vidrio, semejante al cristal y en medio del trono y alrededor, cuatro animales llenos de ojos. El primero semejante a un león (S. Marcos), el segundo, a un becerro (S. Lucas), el tercero con cara de hombre (S. Mateo) y el cuarto, a un águila volando (S. Juan) … no cesaban de decir día y noche «Santo, santo, santo» y los veinte y cuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono y adoraban al que vive en los siglos de los siglos…) Cuarteto «¡Santo, santo omnipotente! ¡Santo, santo es el Señor! ¡Santo fue, santo es por siempre Gloria a Dios!» Coro de hombres «¡Santo, santo omnipotente Creador de cielo y tierra En tu espíritu se encierra Infinita, eterna luz. Henos ante ti postrados, Donde tu poder blasonas De tapiz nuestras coronas Sirvan a tu excelsitud» Unidos «¡Santo, santo omnipotente! ¡Santo, santo es el Señor! ¡Santo fue, santo es por siempre Gloria a Dios!» Un ángel (Contralto) El libro que de Dios está en la diestra Do ocultan los arcanos siete sellos ¡Quién es digno de abrir…! Juan ¡Nadie se muestra! Sus mágicos destellos el valor acobardan… No habrá alguno Que tal prodigio muestre ¡Ay! ¿Ninguno En tierra o cielo Se podrá hallar Que tanta gloria Deba alcanzar? ¡Desbórdense los mares de mi llanto! ¡Corred lágrimas mías…! Arcángel (Corifeo) ¡No te apenes; Al león de Judá, cordero santo Que vivió y que murió y ante Dios tienes prodigio tanto! Harás ahora cumplir. Ángel Himnos a coro, Perfumes y alabanzas melodiosas En copas de oro Y en arpas armoniosas Dirijamos a él ¡Póstrese el mundo ante la gloria y su poder profundo!» (Cuarteto y coros de mujeres y hombres) «¡De toda tribu y lengua De todo pueblo y casta Tu sacrifico inmenso Al mundo redimió. Áloe, mirra e incienso Perfúmente, señor! Ángeles Digno es el santo espíritu De cantos, fortaleza, Virtud, sabiduría De gloria y bendición. Con magna armonía Alábente, señor. Unidos Gloria en el cielo Gloria y amor Al que benigno Nos redimió. Él fue del hombre La salvación Gloria a su nombre Gloria a Dios. Gloria, gloria amén, amén!». SEGUNDA PARTE No. 3 Sello 1°. Soprano ¡Intrépidos soldados De la fe Abierto el primer sello Deja ver Jesús les acompaña Su voz les ilumina, El Arco es la divina Palabra peregrina de verdad. Por tan ruda campaña Corona victoriosa Le dan, que poderosa Por siempre y milagrosa vencerá! Sello 2. Contralto Abierto está el segundo De la fe ¡Terribles enemigos Llego a ver. El diablo los domina Blandiendo fiera espada ¡Ay de la grey amada Sin paz y aniquilada Morirá! ¡Discordia, luto, ruina, Martirios espantosos, Crueles, horrorosos, Monarcas poderosos Dictarán! Sello 3 (Tenor) ¡Herejes que la pía La verdadera fe Dejasteis por la impía doctrina de Luzbel! De inmensas desventuras De frío, de hambre y sed De luchas y amarguras El daño sufriréis. ¡A tinieblas eternas condenado vuestro orgullo satánico será! Quien vuelva a Dios la vista, perdonado En su piadosa gracia vivirá. Tornad a la virtud Ella es el único camino de la luz. Sello 4º. Bajo a solo El cuarto sello, de furor, de guerra, Claro nos pinta el tremebundo arcano; Todo el linaje humano El yugo sufrirá, toda la tierra Profeta falso la hallará sangriento Sectarios a millones. Irán tras él por los profundos mares. Nada resistirá, todo lo arruina, ¡Su fuerza es la del viento! ¡Tal es de Dios la voluntad divina Que airada aún, fiero desata, del infierno terrible catarata! Por ella se despeñan Malditos escuadrones Legiones y legiones En número sin fin. Se juntan al profeta Que el mundo así convierte En sangre, fuego, muerte Del uno a otro confín. (repite el coro de hombres la estrofa). Sello 5º. Coro de mujeres Plegaria pura Sube hasta el cielo De los que mártires Murieron ya. Dios daráos pródigo Dulce consuelo Y vestidura blanca os dará. Aún vuestro número No está cumplido En su divina Gracia esperad. Sello 6º. Coro de hombres Los ejes del mundo Se tuercen y quiebran En mil terremotos Se rasga la tierra El sol se oscurece, La luna semeja A un lago de sangre Cual nuncio de guerra; En rápidos giros Se caen las estrellas, El cielo se envuelve, Se arrolla, se aleja, Por todo el espacio Se cruzan cometas Y montes e islas Y mares y tierra Se mueven, se arruinan Se allanan, se entierran. Huye espantada Y acobardada De estrago tanto La Humanidad. En vano llora Gime e implora De Jesús santo Tarda piedad. Como reptiles En cuevas viles Reyes y siervos vanse a ocultar. De Dios comienza la total venganza Del mundo anuncia la tremenda ruina Es la justicia celestial divina. Que ya se avanza ¡Fiera, fatal! No. 4. Soprano (ángel). Recitado y tiempo de marcha Suspéndanse un instante los horrores De los airados vientos, Que cesen los rigores, De los enfurecidos elementos, En tanto que por Dios son escogidos, Contados, redimidos, Aquellos que del mundo Sean dignos de la gracia y sus favores. En su juicio profundo, las doce tribus de Israel señala Y en número y mercedes las iguala. Ya vienen hacia aquí los elegidos En grandes multitudes Cantando las virtudes La gracia del Señor y su alegría En sublime concierto y armonía. (Coro de mujeres y hombres) La potencia La clemencia Del Cordero Y el Señor. Generosas Poderosas Nuestras almas Perdonó. Aguas divinas Y cristalinas De fuentes bellas Se ven brotar. Bañémonos en ellas De alfombra las estrellas Nuestras humildes plantas Gozosas hollarán. ¡Si del polvo nos levantas A las fúlgidas alturas, Que tus gloriosas obras, santas, puras, tiempos sin fin podámoste alabar! Sello 7º. Tenor (Arcángel) Imponente silencioso, nada altera, La paz de la alta esfera. El ancho mar del cielo ha interrumpido Su nítida corriente; ¡Del iris reluciente No puedo percibir las vibraciones! ¡No se oye el menor ruido! ¡Oh sello prodigioso! Esta quietud y calma tan completas Del espanto, anuncio son y de aflicciones. Siete ángeles a ver mi vista alcanza, En pie están ante Dios, sendas trompetas De sonido terrible y poderoso Brillar veo en sus manos ¡Ay, míseros humanos la hora llega ya de la venganza! ¡Cuando el eco, del espacio todos los ámbitos llene, Cuando la última resuena, fiera, tremenda, fatal! Es que el mundo se desploma Es que Dios, a su presencia Todo ser, toda potencia, Llama ya al gran juicio final. (Repiten los coros). (Pieza instrumental descriptiva de los siete toques de trompeta. En la partitura se hallan algunas indicaciones, extractadas como todo lo que precede de la Biblia Sagrada. Al final de dicha pieza cantan ambos coros los siguientes versos:) No. 5. Final (Orquesta y coros) El misterio se ha cumplido La verdad hoy ha triunfado Del error y del pecado. En su reino ha entrado Dios. ¡Gloria, Amén! Roma, enero, 1882 Tomás Bretón. Fin de la partitura. Roma, mayo, 1882 Transcripción: Erik Javier R.
EL APOCALIPSIS
Oratorio para cuarteto, coros y orquesta. Libro y Música de Tomás Bretón
Compuesto en Roma en 1882 y estrenado en 1890 en Madrid.
PRIMERA PARTE
Obertura - Introducción - Coro de ángeles
«Inmortal será la gloria
De quien de Juan la visión,
Grabe fiel en la memoria
Y corazón.
Del mundo los arcanos
Aquí se encierran;
Dios, habla a los humanos,
Oíd su voz.
El día de su juicio
Está ya cerca,
¡Abandonad el vicio,
amad a Dios!»
No. 1. Recitativo y Aria - Juan
«Iglesias de la fe, de Dios potente
La palabra escuchad; visión divina
A mí la reveló. Su voz ardiente
Es cual trompeta que fascina…
Su vista es asombrosa…
Antorchas le rodean; siete estrellas
Como la gloria, bellas
Despiden una luz maravillosa.
Iglesias de la fe, oíd su palabra
Dura y al par clemente;
Del Alpha y de la Omega es pura esencia
Si dicha labra aquel que la oye y siente
E infierno eternamente
Para el que desprecie su potencia.
(Aria)
Sólo dos seguís constantes
El sendero de la fe,
Tibias, débiles las otras,
Olvidado le tenéis.
Corregid pues vuestras obras
Oro mío compraréis
Del que está en fuego afinado
Sólo así no os perderéis.
Al que venciere
Daré del árbol
Del paraíso
De mi señor.
Maná escondido
Ropajes blancos
Vestirá siempre
De mi señor.
Darle he la estrella
De la mañana
Sentará al lado
De mi señor.
Del nuevo templo
Será columna
Gloriosa y bella
Del Santo Dios».
No. 2. El Cielo
(Descripción. Un trono estaba puesto en el cielo y sobre el trono estaba uno sentado, semejante a una piedra de jaspe y de sardio; y había alrededor del trono un iris de color de esmeralda. Alrededor del trono veinte y cuatro sillas en las que sentaban veinte y cuatro ancianos (santos del antiguo y nuevo testamento) vestidos de ropas blancas y en sus cabezas coronas de oro. Del trono salían relámpagos y voces y truenos y delante siete lámparas ardiendo que son los siete espíritus de Dios. A la vista del trono había como un mar transparente como el vidrio, semejante al cristal y en medio del trono y alrededor, cuatro animales llenos de ojos. El primero semejante a un león (S. Marcos), el segundo, a un becerro (S. Lucas), el tercero con cara de hombre (S. Mateo) y el cuarto, a un águila volando (S. Juan) … no cesaban de decir día y noche «Santo, santo, santo» y los veinte y cuatro ancianos se postraban delante del que estaba sentado en el trono y adoraban al que vive en los siglos de los siglos…)
Cuarteto
«¡Santo, santo omnipotente!
¡Santo, santo es el Señor!
¡Santo fue, santo es por siempre
Gloria a Dios!»
Coro de hombres
«¡Santo, santo omnipotente
Creador de cielo y tierra
En tu espíritu se encierra
Infinita, eterna luz.
Henos ante ti postrados,
Donde tu poder blasonas
De tapiz nuestras coronas
Sirvan a tu excelsitud»
Unidos
«¡Santo, santo omnipotente!
¡Santo, santo es el Señor!
¡Santo fue, santo es por siempre
Gloria a Dios!»
Un ángel (Contralto)
El libro que de Dios está en la diestra
Do ocultan los arcanos siete sellos
¡Quién es digno de abrir…!
Juan
¡Nadie se muestra!
Sus mágicos destellos
el valor acobardan… No habrá alguno
Que tal prodigio muestre ¡Ay! ¿Ninguno
En tierra o cielo
Se podrá hallar
Que tanta gloria
Deba alcanzar?
¡Desbórdense los mares de mi llanto!
¡Corred lágrimas mías…!
Arcángel (Corifeo)
¡No te apenes;
Al león de Judá, cordero santo
Que vivió y que murió y ante Dios tienes
prodigio tanto!
Harás ahora cumplir.
Ángel
Himnos a coro,
Perfumes y alabanzas melodiosas
En copas de oro
Y en arpas armoniosas
Dirijamos a él ¡Póstrese el mundo
ante la gloria y su poder profundo!»
(Cuarteto y coros de mujeres y hombres)
«¡De toda tribu y lengua
De todo pueblo y casta
Tu sacrifico inmenso
Al mundo redimió.
Áloe, mirra e incienso
Perfúmente, señor!
Ángeles
Digno es el santo espíritu
De cantos, fortaleza,
Virtud, sabiduría
De gloria y bendición.
Con magna armonía
Alábente, señor.
Unidos
Gloria en el cielo
Gloria y amor
Al que benigno
Nos redimió.
Él fue del hombre
La salvación
Gloria a su nombre
Gloria a Dios.
Gloria, gloria
amén, amén!».
SEGUNDA PARTE
No. 3
Sello 1°. Soprano
¡Intrépidos soldados
De la fe
Abierto el primer sello
Deja ver
Jesús les acompaña
Su voz les ilumina,
El Arco es la divina
Palabra peregrina
de verdad.
Por tan ruda campaña
Corona victoriosa
Le dan, que poderosa
Por siempre y milagrosa
vencerá!
Sello 2. Contralto
Abierto está el segundo
De la fe
¡Terribles enemigos
Llego a ver.
El diablo los domina
Blandiendo fiera espada
¡Ay de la grey amada
Sin paz y aniquilada
Morirá!
¡Discordia, luto, ruina,
Martirios espantosos,
Crueles, horrorosos,
Monarcas poderosos
Dictarán!
Sello 3 (Tenor)
¡Herejes que la pía
La verdadera fe
Dejasteis por la impía
doctrina de Luzbel!
De inmensas desventuras
De frío, de hambre y sed
De luchas y amarguras
El daño sufriréis.
¡A tinieblas eternas condenado
vuestro orgullo satánico será!
Quien vuelva a Dios la vista, perdonado
En su piadosa gracia vivirá.
Tornad a la virtud
Ella es el único camino de la luz.
Sello 4º. Bajo a solo
El cuarto sello, de furor, de guerra,
Claro nos pinta el tremebundo arcano;
Todo el linaje humano
El yugo sufrirá, toda la tierra
Profeta falso la hallará sangriento
Sectarios a millones.
Irán tras él por los profundos mares.
Nada resistirá, todo lo arruina,
¡Su fuerza es la del viento!
¡Tal es de Dios la voluntad divina
Que airada aún, fiero desata,
del infierno terrible catarata!
Por ella se despeñan
Malditos escuadrones
Legiones y legiones
En número sin fin.
Se juntan al profeta
Que el mundo así convierte
En sangre, fuego, muerte
Del uno a otro confín.
(repite el coro de hombres la estrofa).
Sello 5º. Coro de mujeres
Plegaria pura
Sube hasta el cielo
De los que mártires
Murieron ya.
Dios daráos pródigo
Dulce consuelo
Y vestidura blanca os dará.
Aún vuestro número
No está cumplido
En su divina
Gracia esperad.
Sello 6º. Coro de hombres
Los ejes del mundo
Se tuercen y quiebran
En mil terremotos
Se rasga la tierra
El sol se oscurece,
La luna semeja
A un lago de sangre
Cual nuncio de guerra;
En rápidos giros
Se caen las estrellas,
El cielo se envuelve,
Se arrolla, se aleja,
Por todo el espacio
Se cruzan cometas
Y montes e islas
Y mares y tierra
Se mueven, se arruinan
Se allanan, se entierran.
Huye espantada
Y acobardada
De estrago tanto
La Humanidad.
En vano llora
Gime e implora
De Jesús santo
Tarda piedad.
Como reptiles
En cuevas viles
Reyes y siervos
vanse a ocultar.
De Dios comienza la total venganza
Del mundo anuncia la tremenda ruina
Es la justicia celestial divina.
Que ya se avanza
¡Fiera, fatal!
No. 4. Soprano (ángel). Recitado y tiempo de marcha
Suspéndanse un instante los horrores
De los airados vientos,
Que cesen los rigores,
De los enfurecidos elementos,
En tanto que por Dios son escogidos,
Contados, redimidos,
Aquellos que del mundo
Sean dignos de la gracia y sus favores.
En su juicio profundo,
las doce tribus de Israel señala
Y en número y mercedes las iguala.
Ya vienen hacia aquí los elegidos
En grandes multitudes
Cantando las virtudes
La gracia del Señor y su alegría
En sublime concierto y armonía.
(Coro de mujeres y hombres)
La potencia
La clemencia
Del Cordero
Y el Señor.
Generosas
Poderosas
Nuestras almas
Perdonó.
Aguas divinas
Y cristalinas
De fuentes bellas
Se ven brotar.
Bañémonos en ellas
De alfombra las estrellas
Nuestras humildes plantas
Gozosas hollarán.
¡Si del polvo nos levantas
A las fúlgidas alturas,
Que tus gloriosas obras, santas, puras,
tiempos sin fin podámoste alabar!
Sello 7º. Tenor (Arcángel)
Imponente silencioso, nada altera,
La paz de la alta esfera.
El ancho mar del cielo ha interrumpido
Su nítida corriente;
¡Del iris reluciente
No puedo percibir las vibraciones!
¡No se oye el menor ruido!
¡Oh sello prodigioso!
Esta quietud y calma tan completas
Del espanto, anuncio son y de aflicciones.
Siete ángeles a ver mi vista alcanza,
En pie están ante Dios, sendas trompetas
De sonido terrible y poderoso
Brillar veo en sus manos
¡Ay, míseros humanos
la hora llega ya de la venganza!
¡Cuando el eco, del espacio
todos los ámbitos llene,
Cuando la última resuena,
fiera, tremenda, fatal!
Es que el mundo se desploma
Es que Dios, a su presencia
Todo ser, toda potencia,
Llama ya al gran juicio final.
(Repiten los coros).
(Pieza instrumental descriptiva de los siete toques de trompeta. En la partitura se hallan algunas indicaciones, extractadas como todo lo que precede de la Biblia Sagrada. Al final de dicha pieza cantan ambos coros los siguientes versos:)
No. 5. Final (Orquesta y coros)
El misterio se ha cumplido
La verdad hoy ha triunfado
Del error y del pecado.
En su reino ha entrado Dios.
¡Gloria, Amén!
Roma, enero, 1882
Tomás Bretón.
Fin de la partitura. Roma, mayo, 1882
Transcripción: Erik Javier R.