Carmen Fons Tomás. Así hemos contaminado la dieta mediterránea y… ¿Ahora qué?

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  • Опубліковано 9 лис 2024
  • Dietista especializada en Diabetes y Coaching Nutricional.
    La charla comenzó con un repaso a conceptos tan importantes como: el estilo de vida saludable y la alimentación equilibrada, la cual, es definida por los principios propios de la Dieta Mediterránea, que ahora sabemos quién la acuño, quién fue y porqué.
    Explicó que la dieta mediterránea no se consolida en la década de los 50 del siglo pasado. Retrocedimos en el tiempo haciendo un repaso a todas las aportaciones culturales que reinaron en el mediterráneo en la edad antigua, como las realizadas por los Bárbaros tras su invasión y las aportaciones introducidas gracias al Comercio de Indias abierto por Colón, que al fusionarse en la era moderna dio origen a la Dieta Mediterránea. Esa fusión continuó en el tiempo y fue pareja con la era de los grandes inventos y descubrimientos. La ponente expuso algunas pinceladas de ellos.
    Expuso los 5 grandes contaminantes exógenos a la Dieta Mediterránea: el tiempo y el ritmo frenético de vida que llevamos, las auto-dietas, las elecciones a la hora de comprar, la restauración que progresivamente fue ampliando la oferta gastronómica en nuestro país, desde la década de los 80 del siglo XX, americanizando nuestra propia gastronomía, concluyendo por tanto que son nuestras elecciones y decisiones respecto a la propia alimentación de cada uno, lo que verdaderamente ha contaminado la dieta mediterránea.
    El tiempo o la falta de tiempo por nuestro ritmo frenético de vida que nos impide relajarnos a la hora de comer, llegando incluso en ocasiones a posponer una ingesta por terminar una tarea descompensando la dieta de ese día, haciendo la compra a toda carrera sin apenas prestar atención a la compra, que es realizada en función de nuestros gustos y preferencias, y también de nuestra economía, cada casa determina el presupuesto “para comer”.
    En plena era de la perfecta imagen personal, conseguir un cuerpo esbelto para lucir perfectos en toda ocasión, nos lleva a iniciar “Autodietas” exponiendo nuestra salud al organizarlas sin criterio ni base profesional, aconsejadas o guiadas por otros que siguieron la dieta de turno y que les fue bien, o acudiendo a fuentes como internet… dietas que no tienen en cuenta ni el sexo, edad, condiciones físicas o de salud. Vivimos en un país donde celebramos siempre entorno a una mesa y son muchas las veces que salimos a comer fuera de casa… la oferta gastronómica es inmensa, por lo que nos guiamos por “un día es un día”…
    Las elecciones de la comida que hagamos pueden suponer que, en una ingesta lleguemos a consumir las calorías para un par de días.
    La charla tomó un giro hacia la Reeducación Alimenticia, ya que comer es algo que hacemos varias veces al día, todos los días de nuestra vida y con posibles malos hábitos. Existe un proceso por el cual podemos recuperar los buenos hábitos, en los alimentos y también en todos los factores que lo rodean: la frecuencia y variedad de consumo, donde comemos y el ambiente (solos, en familia, con la tele, el móvil en la mesa…) los productos cocinados, las raciones… una palabra tan sencilla como alimentación, encierra en sí muchos aspectos que considerados uno a uno, dan mucho de qué hablar y pensar…
    El proceso de reeducación alimenticia se basa en la determinación de objetivos y estrategias para lograrlos, en analizar las barreras y los momentos clave que puedan impedir lograrlo y sobre todo, contemplar el fracaso como parte del proceso de reeducación. Promueve valores: la paciencia, la constancia y el espíritu de superación además de hacer al paciente que sigue este tipo de terapia, un sujeto activo al participar en los objetivos, en la elaboración de estrategias y al analizar las barreras del fracaso si las hubiese.
    Es un proceso programado y progresivo, apoyados por un profesional que nos oriente, anime y dirija sin infravalorar ni sobrevalorar nuestra capacidad de cambio o el esfuerzo realizados nos van acercando a un objetivo mayor, con insistencia, dedicando tiempo día tras día hasta conseguir enderezar ese mal hábito. La reeducación alimenticia sólo exige compromiso y cumplir los pactos establecidos, con el fin de conseguir, además, la satisfacción personal de que hemos peleado y si durante esa lucha hemos caído, aprender a reconocer errores, analizar la situación, tomar otras medidas… respirar, levantarse y volver a empezar con el empeño reforzado de alcanzar la meta.
    Y ésta es sin más, la técnica complementaria que Carmen emplea CUIDDIET, su gabinete, con el fin de que cada uno de sus pacientes por el motivo que sea, que necesiten un tratamiento dietético o una adaptación de dietas “aprendan a comer”, siguiendo su lema:
    “Cada paso se convierte en una meta y cada meta en un paso, para alcanzar TUS objetivos”.
    Muchas gracias Carmen Fons Tomás por tu buena exposición y por hacernos pasar una tarde agradable. El aplauso de los asistentes y la cantidad de preguntas, todas contestadas, lo corroboran.

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