(pt.3 final) Experimento del Muñeco Bobo - Albert Bandura

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  • Опубліковано 24 сер 2024
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    EXPERIMENTO DE BANDURA
    Albert Bandura es un psicólogo nacido en 1925. Es reconocido por "La Teoría del Aprendizaje Social.
    Ha recibido el título de Doctor Honoris Causa en universidades de distintos países por sus contribuciones a la psicología. Algunos de estos títulos fueron otorgados por las universidades de Roma, Indiana, Leiden, Berlín y Salamanca, además fue presidente de la Asociación Americana de Psicología.
    Bandura es conocido entre otros, por su trabajo sobre la teoría del aprendizaje social.
    Sus postulados, se basan en que hay tipos de aprendizaje donde el refuerzo no es el principal mecanismo de enseñanza, sino que el elemento social puede dar lugar al desarrollo de un nuevo aprendizaje entre los individuos.
    El único requisito para el aprendizaje social es observar a otro individuo llevar a cabo una determinada conducta, y más aún, si dicho individuo recibió una recompensa visible por su ejecución. De esta manera, el que observa puede manifestar un comportamiento similar o igual cuando tenga la oportunidad para hacerlo.
    EXPERIMENTO DEL MUÑECO BOBO
    Bandura es responsable del «Experimento del Muñeco Bobo» donde este autor intenta dar una explicación, a la agresividad en los niños.
    Entre los años 1961 y 1963, Bandura realizó un experimento para analizar el comportamiento de los niños al ver modelos adultos mostrando conductas agresivas hacia una figura. De hecho, el experimento del muñeco Bobo es la demostración empírica de una de sus teorías más conocidas, la teoría del aprendizaje social. Esta plantea que una parte del aprendizaje humano se da por el contacto con el medio social. Al observar a otros, se adquieren determinados conocimientos. Cada individuo aprende sobre la utilidad, conveniencia y consecuencias de diversos comportamientos fijándose en determinados modelos.
    Este muñeco tenía un peso en la base, que hacía que volviera a su posición original, inmediatamente después de ser golpeado.
    “El aprendizaje es bidireccional: nosotros aprendemos del entorno, y el entorno aprende y se modifica gracias a nuestras acciones”.
    Albert Bandura
    La base sobre la que se sustentaba el proceso experimental consistía en demostrar que ciertas conductas son aprendidas a partir de imitar acciones de modelos adultos. En el estudio participaron 36 niños y 36 niñas, de entre 3 y 6 años de edad.
    El total de niños se dividió en 3 grupos: 24 al modelo agresivo, 24 al modelo no agresivo y los restantes al grupo control. A su vez, cada grupo se dividió por sexos (niños y niñas). Y los investigadores se aseguraron de que la mitad de los niños estuvieran expuestos a las acciones de adultos de su mismo sexo y la otra mitad al sexo opuesto.
    Los niños entraban uno por uno en una habitación llena de juguetes y con un muñeco bobo, en este cuarto se les proyectaba un video de un adulto mostrando cierta conducta con dicho muñeco.
    En el video del grupo perteneciente al modelo agresivo, el adulto comenzaba jugando con los juguetes durante aproximadamente un minuto. Después de este tiempo, mostraba un comportamiento agresivo hacia el muñeco, pegándole o utilizando un martillo de juguete para golpearlo en la cara.
    En el video del grupo modelo no agresivo, el adulto simplemente jugaba con el muñeco.
    A los niños del grupo control, no les proyectaron ningún video, únicamente los niños entraron al cuarto y se toparon con varios juguetes, entre ellos; el muñeco bobo.
    Todos los niños de los tres grupos fueron grabados con cámaras para registrar su comportamiento luego de haber visto los videos que se les proyectaron.
    Bandura predijo los resultados en cuanto a las diferencias de sexo. Los niños estuvieron más influenciados por las conductas que observaron de personas de su mismo género. Además, los niños pertenecientes al grupo del modelo agresivo, el número de ataques físico realizados, fue mayor en niños que en niñas.
    Bandura descubrió que los niños expuestos al modelo agresivo eran más propensos a actuar con agresiones físicas y verbales, contrario los niños pertenecientes al grupo no agresivo.
    Los niños del grupo de control, mostraron una conducta escasa de agresividad hacia el muñeco.

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