Efímeros Amaneceres.

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  • Опубліковано 20 тра 2024
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    La felicidad puede durar tan solo unos pocos minutos, algo que entendí con el transcurso de los años. Un día, de pronto, apareció frente a mí un hermoso amanecer. Olía a jazmín y, en la distancia, se dibujaba un lienzo de colores. Perplejo, corrí a buscar mi celular para tomarle una fotografía. Pero cuando volví al patio para capturar aquel momento tan mágico, ya todo se había desvanecido, esfumado como humo de cigarrillo en el aire.
    La felicidad dura lo que dura un amanecer. Es un error pensar que podemos ser felices para siempre. Debemos ser capaces de comprender y acoger la luz cuando la felicidad llega. La cuestión es saber y entender, que la felicidad es efímera, tal como lo fue ese amanecer.
    Claro, hay muchos amaneceres en el transcurso de nuestras vidas. Como ver crecer a nuestros hijos, es sin duda, uno de ellos. Pero cuando piensas que siempre serán niños y te paras frente a ellos de nuevo, ya se han convertido en adultos, con sus propias vidas amaneciendo en otros hogares.
    Amar a alguien y ser correspondido es, indudablemente, un amanecer. Sin embargo, ese amanecer se puede convertir en un día oscuro cuando... pensamos que el crepúsculo se posará sobre el éxito laboral, las posesiones materiales o la búsqueda de otros cuerpos.
    La vida es un crepúsculo cuando reímos con amigos, cuando tu mascota se acurruca en tu regazo, o cuando oyes el llanto de un bebé que apenas comienza a conocer el mundo que le rodea. Es un crepúsculo cuando recibes aplausos por tus éxitos, al alcanzar tus metas, cuando ves a tus padres abrazándose y dándose cariño, tan felices, o cuando recibes una llamada del ser que amas diciéndote que eres el gran amor de su vida.
    Vivimos tan distraídos, siempre ocupados, y dejamos pasar esos momentos de luz, esos amaneceres de los que les he hablado. Pierdes tu tiempo si crees que serás feliz para siempre, pero puedes disfrutar de esos amaneceres, por efímeros que sean.
    Quizás hoy, al amanecer, verás tras la montaña el sol salir, y aparecerá un momento mágico lleno de felicidad. Lo único que le pido a Dios es que, cuando ese momento aparezca, esa luz, esa sonrisa, ese amor, ese abrazo, ese amigo, puedas detenerte a observar, sin mirar a ningún otro lado, y ser consciente de la felicidad que tienes ante tus ojos, porque solo dura muy poco tiempo.

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