198. Carlos González, coleccionismo de NASA

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  • Опубліковано 14 жов 2024
  • En el 55 aniversario de la llegada del hombre a la Luna conversamos con Carlos González, que nos detalla cómo vivió el papel crucial de la estación espacial Apolo Madrid en Fresnedillas.
    Carlos González trabajó en la NASA desde el año 1968, justo antes de que se lanzara el Apolo 7, y participó en todos los viajes Apolo, el Apolo-Soyuz, el Skylab, el Transbordador Espacial, y todos los vuelos científicos robotizados en 43 años de servicio.
    Soñaba con ser médico, cirujano cardiovascular, una beca, la ingeniería y su afición por la electrónica le aterrizaron en uno de los momentos más históricos de la humanidad: la llegada del hombre a la Luna. Como es habitual en nuestro programa, iniciamos la conversación con la niñez del invitado: regalos prácticos y otros más entretenidos. Recuerdos de una infancia y adolescencia. Como destacado alumno del idioma inglés, esta habilidad le cambió la vida. Siendo estudiante de secundaria realizó los trámites para conseguir una beca de anual en los Estados Unidos. Finalizó el bachiller en 1966, en una 'High School' de película. Un viaje y una experiencia vital para conseguir su plaza en la NASA, tras entrar en contacto con el complejo mundo de los radioenlaces en Telefónica.
    Carlos González es un habitual del podcast La Fábrica de la Ciencia, donde ha desarrollado una labor de divulgación científica y de la carrera espacial con una amena forma de comunicar que emociona. En su blog carlosgonzalez.org puedes acceder a su interesante biografía de misiones, perfiles de astronautas, ensayos y publicaciones.
    Más que coleccionista, Carlos atesora objetos que han formado parte de su vida. Multitud de reconocimientos y diplomas expedidos por la NASA. Títulos de los que se siente orgulloso y decoran las paredes de su casa entre los que destaca la medalla al mérito público, distinción máxima que otorga la NASA a las personas no nacidas en Estados Unidos. Son una recopilación de recuerdos tras una emocionante vida trabajando en las telecomunicaciones con sondas, naves espaciales, vuelos tripulados y robotizados.
    La comunicación de audio es imprescindible en las misiones espaciales. El 16 de julio 1969 Carlos se ocupaba de la parte de los receptores en la estación de Fresnedillas. En concreto, durante la Misión del Apolo 11 el seguimiento y proceso de aterrizaje de Neil Armstrong en la Luna se recibe en la estación madrileña de Fresnedillas con 30” de antelación. Las instalaciones de Madrid, junto a las de California y Australia con sus grandes antenas de 26 m eran las más potentes para monitorizar las naves en el espacio.
    Ninguna compañía aseguradora quería contratar pólizas de vida con los astronautas. Con un sueldo mejorable, los pilotos para proteger a su familia fueron pródigos no solo en la firma de autógrafos con carácter comercial antes de emprender su misión. También hay un mercado de una serie de sobres y objetos personales que viajaron a la órbita lunar en las misiones Apolo que han procurado decenas de objetos con memorabilia muy coleccionada.
    El reloj oficial de los astronautas era el Omega Speedmaster. La compañía suiza firmó un contrato de colaboración con la NASA y desarrolló un cronógrafo preciso y resistente. Un modelo mítico que funcionaba en diferentes condiciones, presiones atmosféricas y de diferentes fuerzas. A pesar de ello, los astronautas preferían la marca Rolex para su uso particular, para disgusto de los directivos de la NASA. Aún así el reloj de pulsera Omega Speedmaster se ha convertido en un icono de moda coleccionista.
    Los vuelos tripulados formaban una gran familia. El alunizaje de Armstrong en la Luna, el accidentado viaje del Apolo 13, el de "Houston tenemos un problema". Carlos rememora esos cinco días tan intensos en los que todo el equipo de Fresnedillas se volcó y fue vital para las comunicaciones con los astronautas, que por fortuna llegaron sanos y salvos a casa con un muy estrecho margen de probabilidades de éxito.
    Misiones chinas, colaboración internacional, iniciativa privada proyectos ambiciosos bases espaciales orbitales, viaje a Marte…el futuro de la humanidad está en las estrellas, sueño que precisa de una ingente financiación. Para los que cuestionan los millones de dólares que costó el programa Apolo, Carlos nos recuerda que el retorno de la inversión fue de 10 dólares por cada dólar invertido. Desarrollos informáticos en hardware y software, la miniaturización y muchas tecnologías que disfrutamos a diario hoy son fruto de tan ingente desarrollo de I+D+I. La influencia de la carrera espacial en la astrofilatelia, los juguetes, la literatura, el cine, lecturas recomendables te esperan en un episodio conmemorativo del 55 aniversario de la llegada del hombre a la Luna.
    Estamos atentos a tus me gusta, preguntas, opiniones y comentarios. Esperamos tu propuesta para entrevistar a nuevos protagonistas que, como tú, nos ayudan a divulgar la cultura del coleccionismo. Escríbenos a comunicacion@todocoleccion.net.

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