La adoración que sana el cuerpo - Pr. Darío Figueiras

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  • Опубліковано 8 вер 2024
  • La adoración que sana el cuerpo
    Pr. Darío Figueiras
    Reunión 09-02-2014
    Ministerio Presencia de Dios

КОМЕНТАРІ • 4

  • @bellachevez4183
    @bellachevez4183 3 роки тому

    Gracias a siervos como Darío..la voz de la Verdad!!

  • @juliaisabelmartinez9103
    @juliaisabelmartinez9103 2 роки тому

    Me encanta las predicciones de este pastor,va al grano,yvive la vida de la gente común.

  • @PresenciaMundial
    @PresenciaMundial 3 роки тому

    Estimado Emmanuel, nuevamente te solicitamos que des de baja estos videos, en reiteradas ocasiones te lo hemos pedido y no has cumplido, pedimos respeto hacia lo que te estamos solicitando. Gracias

    • @emmanuelgod3284
      @emmanuelgod3284  3 роки тому

      Abiertamente NO SE DEBE DE COBRAR por predicar el evangelio.
      El evangelio se nos predico gratis y gratis debemos de predicarlo. Jeucristo pago con sangre para que nosotros fuesemos salvos, lo cual la salvacion es gratis y no se puede cobrar por el memsaje de salvacion.
      Que me busquen en la Biblia dónde dice que Jesús cobró por predicar y, entonces, yo acepto que los pastores cobren. Si los cultos son cobrando, entonces la palabra de Jesús no llegará a muchos necesitados. Jesús pago con su sangre lo que nosotros tenemos que hacer para su gloria.
      El apóstol Pablo hablando en su carta a los Corintios dijo: ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el Evangelio? (1Corintios 9:18)
      Pablo ofrecía un evangelio gratuito a cada lugar que iba, dando a entender que ya Cristo pagó todo precio en la cruz, entonces, la pregunta sería: ¿Por qué cobrar por algo que no nos ha costado ningún precio? Estamos hablando de algo que no lo puede comprar nada en este mundo, de un tesoro que es el mayor de los tesoros. Aquellos pastores que cobran por predicar el Evangelio, ellos darán respuesta de sus hechos en aquel día, por esto nos unimos al apóstol y decimos firmemente: ¿Cuál, pues, es mi galardón? que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho del Evangelio?