Mateo 27:1-10 | La verdad que reveló la traición

El fin de la traición de Judas terminó en su propia muerte. Así como también podemos decir que la acción de los líderes religiosos terminó evidenciando la inocencia de Jesús, y vemos también que todo esto apuntaba a las profecías del Mesías y al cumplimiento de profecías del Antiguo Testamento.
Pero, ¿cúan importante son estos eventos para nuestra vida? En primer lugar, debemos encontrar la verdad que revela la vida de Judas. Él fue alguien quien estuvo con Jesús pero nunca en realidad confió en que era el hijo de Dios. Judas robaba de la bolsa de los discípulos, y confiaba de lo que podía adquirir de este grupo y no esperaba dar a ellos. Sin duda, el trabajo de Judas fue muy bueno al punto que los discípulos nunca dudaron de él, ni creyeron que él era el traidor.
Esto nos lleva a pensar que muchos dentro de las iglesias están aquí por lo que pueden adquirir de ella, pero en realidad no están dispuestos a ser un apoyo a ella. Por otra parte, vemos que los religiosos, al ver que su cómplice se había revelado, no pudieron esconder el hecho de que habían pagado por un asesinato. Ellos afirmaron que Jesús era inocente pero no hicieron nada con tal de obtener lo que ellos deseaban. Esto también nos enseña que existen muchos que están dispuestos a romper todas las reglas, incluyendo la ley de Dios, con tal de obtener lo que ellos quieren. Pero lo maravilloso de esto es que al final todos ellos obran para que la voluntad de Dios se cumpla. Era necesario que Judas revelara quien era él, y saber de hay quienes pueden estar con nosotros, y no son de nosotros. Era importante que los líderes religiosos actuaran de esa manera solo para confirmar lo que Jesús había dicho de ellos, sepulcros blanqueados. Mientras que para nosotros es importante ya que nos muestra de que hay quienes que no lo buscan como a su Salvador. Él, al final del tiempo, se encargará de hacer justicia y tendrá las evidencias claras por lo cual acusarlos.
Como Iglesia anhelamos conocer esta historia con el fin de llegar al convencimiento de que la actitud más importante para el Señor siempre será la interna, aquella que cambia nuestros anhelos y propósitos para gloria Suya.
Pastor, Daniel Gómez