ALMONASTER LA REAL (CORTA SAN MIGUEL) - HUELVA

La explotación minera ha dejado numerosísimas cicatrices en el paisaje de la provincia de Huelva, debido a la intensa producción extractiva que tuvo lugar, principalmente, a partir de mediados del siglo XIX. Una muestra de ello la podemos observar en la mina San Miguel, en el término municipal de Almonaster la Real, la cual será la protagonista de las próximas imágenes.
Estamos observando la corta de la mina San Miguel, situada a unos 14 kilómetros al sur de Almonaster la Real. Los colores son impresionantes, dominando los tonos ocres y rojizos de los minerales cobrizos.
Al igual que ocurrió en otros yacimientos de la Faja Pirítica Ibérica, hay constancia de que en época romana se realizaron labores mineras en San Miguel. Estudios de los escoriales romanos de la zona han indicado que la plata fue el metal de mayor producción durante este periodo.
A mediados del siglo XIX es cuando comienza la mejor época de producción de pirita y calcopirita de la mina San Miguel. Inicialmente fue explotada por la sociedad Solá Hermanos mediante labores subterráneas y a cielo abierto, quedando inactiva en 1868.
En 1888 se reactivó la mina gracias a la portuguesa Companhía Minera San Miguel. La sociedad lusa vendería el yacimiento a un capitalista británico en 1898, pasando entonces a mano de la recién constituida San Miguel Copper Mines Limited. Durante aquellos años la explotación de San Miguel vivió su auge, levantándose en la zona varias instalaciones industriales para el tratamiento del mineral.
Posteriormente, la mina fue pasando por manos de distintos propietarios, al tiempo que la explotación entró lentamente en declive, cesando las actividades en 1970, aunque hubo un repunte entre 1980 y 1981 bajo la gestión de Rio Tinto Minera, que explotó el gossan de los vacíes de la zona.
En las imágenes nos recreamos con las huellas que han quedado de la gran explotación a cielo abierto, con unas dimensiones aproximadas de 330 metros de largo por unos 140 metros de ancho. También podemos observar, cercano a la mina, el puente sobre la Rivera Escalada. Este magnífico puente de mampostería fue construido para que por él circulara un ramal de ferrocarril minero de vía estrecha de una longitud de 18,330 kilómetros que llegaba hasta un empalme cerca del apeadero de El Tamujoso, enlazando con la línea de ferrocarril Zafra-Huelva. A través de esta conexión se podía dar salida a los minerales extraídos en San Miguel hasta el puerto de Huelva.
Entre el puente y la corta se encuentran los restos de lo que fuese el poblado de la mina San Miguel, creado para albergar a los trabajadores y sus familias. Este poblado, habitado hasta 1970, contó con viviendas, talleres, oficinas, dispensario médico, escuela, iglesia, cuartel, carpinterías y cuadras.
Hoy todo son ruinas y silencio. La mina se encuentra abandonada y sin actividad, el ferrocarril de vía estrecha, desmantelado, y el poblado, en ruinas.
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