SECRETOS DEL ALGARVE/CAVERNS - PORTUGAL

La belleza paisajística que nos aporta la encantadora Pachamama nos hace continuar por tierras del Algarve portugués, disfrutando de las maravillosas morfologías y geologías de sus acantilados, sin duda de las formaciones más bellas de Europa.
El ejército de altos acantilados ocres domina el entorno litoral de la zona occidental del Algarve. El viento, la lluvia, la acción del mar…son agentes erosivos activos pero pacientes en el tiempo que han necesitado millones de años para transformar las rocas calizas procedentes de formaciones sedimentarias mesozoicas y cenozoicas en un espectacular paisaje kárstico bellísimo, formando grutas, figuras asombrosas, pasadizos, cavernas y maravillosos arcos.
En el paseo por este precioso paisaje calizo observamos varios arcos perfectamente tallados, bellas estampas de estos arcos sobre el mar que parecen prestados de un acueducto romano. Aquí la naturaleza parece haber querido demostrar al hombre que tiene sus mismas o mejores habilidades arquitectónicas.
Y qué decir de esas grutas de ensueño. Estas grutas o cavernas forman un impresionante patrimonio natural que merece y debe ser admirado. A algunas de ellas se les han llegado a atribuir nombres, siempre relacionados con figuras y formas que pasan por las mentes, sin duda un viaje fascinante por un mundo repleto de imaginación que parece trasladarnos a una película de fantasía.
El trabajo de los jinetes erosivos también ha creado estructuras curiosas llamadas algares, pozos verticales que conectan la superficie a una intrincada red de galerías subterráneas que desembocan en el mar. En las imágenes observamos algunos de ellos, con sus óculos protegidos con vallas de madera.
En este quebrado paisaje kárstico no pueden faltar las pequeñas playas, preciosas calas de arena fina y dorada bañadas por las azules aguas atlánticas que tornan turquesas en sus orillas.
Este enorme roquedo calcáreo de tonos ocres, con sus misteriosas y caprichosas cavidades, cavernas de diferentes formas y tamaños, está coronado por una abundante vegetación arbustiva autóctona. Este espacio verde está dominado por exuberantes matorrales del litoral como lentiscos, sabinas, enebros, ejemplares de pinos y toda una amplia gama de plantas aromáticas, además de especies típicas de los acantilados adaptados a ambientes salinos como el hinojo marino, el caramillo, la orzaga, el aliso marino y el asterisco, formando una mancha verde que envuelve la playa.
Nota: Imágenes, vídeos, música o textos pueden haber sido cedidos por amigos y colaboradores del canal pero siempre sin ánimo de lucro.