Primero traer conciencia a aquellos cristianos, que ya conocen la fe del Señor Jesús, para que no callen el mensaje, sino que con denuedo anuncien el mensaje de salvación a toda persona. Segundo: Traer conciencia a aquellos que, conociendo el mensaje y sus implicaciones, se niegan a obedecerlo. Hacerles ver su enorme necesidad de salvación en Cristo, y el peligro que se avecina si mueren sin Jesús. A través del pasaje del libro de los Hechos capítulo 28 versículos 12 al 18, encuentro tres condiciones del hombre si Dios. Pablo quien fuera un hombre muy religioso pero sin Dios, relata su entrega a Dios, su llamado y su responsabilidad ahora como un predicador. Pablo es el tipo de hombre que: “lo que antes condenaba, ahora predica”, tal obra solo la hace Dios. Así existimos muchos, lo que antes juzgábamos de fanatismo, pérdida de tiempo, sin sentido, una vida religiosa, es lo que ahora predicamos, tal obra solo la hace Dios. Al mismo tiempo que Dios llamaba a Pablo, le encomendaba la tarea de v. 18 “para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” La primera condición del hombre sin Dios es: Ceguera espiritual. Qué triste y desesperante es vivir en una condición de ceguera. Debemos admirar y respetar a aquellas personas que faltándoles la vista se abren camino en la vida y siguen luchando etc. Sin embargo es más triste tener vista pero aun así no poder ver. Muchos miran pero no ven, hablo en el sentido espiritual, muchos dicen ver pero tristemente viven ciegos. A esto se refería Jesús cuando le dijo a Pablo “…para que abras sus ojos…” Satanás, el enemigo de Dios se ha encargado de cegar los ojos de los hombres para que no vean la verdad de Dios contenida en su Santa Palabra (Biblia). Por ejemplo el usa: 1. El sistema pecaminoso de este mundo para mantener alejados a los hombres de los principios morales e intelectuales de Dios. El sistema de este mundo no quiere a Dios ni sus mandatos, porque no le convienen. El hombre está acostumbrado a la corrupción, a la mentira, al engaño, al soborno. En por ellos que tenemos una sociedad que no quiere a Dios, un gobierno que rechaza el consejo divino, una educación que inventa cuentos de la existencia del hombre (evolución), una vida inmoral a su máxima expresión, todo a consecuencia de la ceguera espiritual. 2. Usa la confusión religiosa para tomarla como excusa de no acercarse a Dios. Un hombre dijo: “No me acerco a Dios porque hay mucha confusión”, mi amigo no es confusión es ceguera espiritual, método del diablo para que no seas salvo y continúes tu camino rumbo al infierno. Cristo no es una religión más, es el “Camino y la verdad y la vida…” Juan 14:6, entrar en una relación personal de amor con Cristo te libra de tal ceguera. 3. Usa la ignorancia voluntaria para continuar en la ceguera. Ahora si como dice el dicho: “No hay más ciego que el que no quiere ver”. Uno ignoran porque no tienen el Espíritu de Dios, y segundo ignoran porque rechazan la verdad. La segunda condición del hombre sin Dios: Vive en un estado de tinieblas. Con frecuencia la Biblia usa los términos “luz” y “tinieblas” para referirse a la “verdad y santidad” (luz), y “error y pecado y maldad”(tinieblas). Juan. 3:19-21 Es lógico que el hombre sin Dios, vive en un estado de error y falsedad, así como el deseo por el pecado y la maldad. El hombre se justifica así mismo, para no hacer ver tan trágica su condición, es por ello que su condición es tinieblas. Cristo dijo: “Y esta es la condenación: que la luz (Cristo) vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. “Por lo regular un hombre que rechaza a Cristo es porque quiere continuar en su vida de pecado, adulterio, amantes, vicios, etc., a eso se refiere la Biblia cuando dice: “amaron más las tinieblas, que la luz”. Su condenación es que la Luz (Cristo) ya vino al mundo, el rechazar esa Luz, te condena. La tercera condición de un hombre sin Dios: Esta en poder de Satanás. Un versículo de la Biblia dice así: “…el cual no ha librado de la potestad (poder) de las tinieblas (Satanás), y trasladado al reino de su amado Hijo.” Col 1:13 Mientras el hombre permanezca sin Dios, sin salvación, arrepentimiento y fe en Cristo, está en poder de Satanás. Él gobierna este mundo 1 Juan. 5:19. Una pregunta surge en mi mente, ¿Para qué reino vives? La única forma de trasladarte al otro reino es confesando tus pecados a Cristo, reconocerlo como tu Salvador personal y confiar en su sacrificio por nosotros en la Cruz. Cuando esto pasa, inmediatamente somos trasladados al reino del Señor, es por ello que hoy vemos muchas personas cambiadas, familias renovadas, matrimonios restaurados, jóvenes con propósito. Ahora la vida es diferente, las metas son distintas, nuestros deseos no son tanto terrenales, sino celestiales, nuestra mirada no está aquí, sino en lo eterno. Cristiano, hay trabajo que hacer, no te conviertas como en un río del Ártico “con la boca congelada” habla del amor de Jesús, comunica tu fe. Amigo, tu que estás sin Cristo, se que te parecen extrañas estas palabras, pero confío que el Espíritu de Dios, te ha movido tu interior para que reflexiones sobre tu alma, tu eternidad. En verdad estás seguro (a) que cuando mueras iras al cielo. Acepta a Jesús, si deseas hacerlo puedes orar sinceramente de esta manera: “Señor Jesús, entiendo que te necesito, que soy pecador, hoy me arrepiento de mis pecados y te invito a entrar en mi vida, Sálvame, te recibo como mi Señor y Salvador de mi vida, creo que eres Dios y que moriste por mí en la cruz. Amen.” Si deseas seguir creciendo en tu vida espiritual te aconsejo esto: Ora diariamente, lee la Biblia, y congrégate en una buena iglesia.
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Primero traer conciencia a aquellos cristianos, que ya conocen la fe del Señor Jesús, para que no callen el mensaje, sino que con denuedo anuncien el mensaje de salvación a toda persona.
Segundo: Traer conciencia a aquellos que, conociendo el mensaje y sus implicaciones, se niegan a obedecerlo. Hacerles ver su enorme necesidad de salvación en Cristo, y el peligro que se avecina si mueren sin Jesús.
A través del pasaje del libro de los Hechos capítulo 28 versículos 12 al 18, encuentro tres condiciones del hombre si Dios. Pablo quien fuera un hombre muy religioso pero sin Dios, relata su entrega a Dios, su llamado y su responsabilidad ahora como un predicador. Pablo es el tipo de hombre que: “lo que antes condenaba, ahora predica”, tal obra solo la hace Dios. Así existimos muchos, lo que antes juzgábamos de fanatismo, pérdida de tiempo, sin sentido, una vida religiosa, es lo que ahora predicamos, tal obra solo la hace Dios.
Al mismo tiempo que Dios llamaba a Pablo, le encomendaba la tarea de v. 18 “para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.”
La primera condición del hombre sin Dios es: Ceguera espiritual.
Qué triste y desesperante es vivir en una condición de ceguera. Debemos admirar y respetar a aquellas personas que faltándoles la vista se abren camino en la vida y siguen luchando etc. Sin embargo es más triste tener vista pero aun así no poder ver. Muchos miran pero no ven, hablo en el sentido espiritual, muchos dicen ver pero tristemente viven ciegos. A esto se refería Jesús cuando le dijo a Pablo “…para que abras sus ojos…”
Satanás, el enemigo de Dios se ha encargado de cegar los ojos de los hombres para que no vean la verdad de Dios contenida en su Santa Palabra (Biblia). Por ejemplo el usa:
1. El sistema pecaminoso de este mundo para mantener alejados a los hombres de los principios morales e intelectuales de Dios. El sistema de este mundo no quiere a Dios ni sus mandatos, porque no le convienen. El hombre está acostumbrado a la corrupción, a la mentira, al engaño, al soborno. En por ellos que tenemos una sociedad que no quiere a Dios, un gobierno que rechaza el consejo divino, una educación que inventa cuentos de la existencia del hombre (evolución), una vida inmoral a su máxima expresión, todo a consecuencia de la ceguera espiritual.
2. Usa la confusión religiosa para tomarla como excusa de no acercarse a Dios. Un hombre dijo: “No me acerco a Dios porque hay mucha confusión”, mi amigo no es confusión es ceguera espiritual, método del diablo para que no seas salvo y continúes tu camino rumbo al infierno. Cristo no es una religión más, es el “Camino y la verdad y la vida…” Juan 14:6, entrar en una relación personal de amor con Cristo te libra de tal ceguera.
3. Usa la ignorancia voluntaria para continuar en la ceguera. Ahora si como dice el dicho: “No hay más ciego que el que no quiere ver”. Uno ignoran porque no tienen el Espíritu de Dios, y segundo ignoran porque rechazan la verdad.
La segunda condición del hombre sin Dios: Vive en un estado de tinieblas.
Con frecuencia la Biblia usa los términos “luz” y “tinieblas” para referirse a la “verdad y santidad” (luz), y “error y pecado y maldad”(tinieblas). Juan. 3:19-21
Es lógico que el hombre sin Dios, vive en un estado de error y falsedad, así como el deseo por el pecado y la maldad. El hombre se justifica así mismo, para no hacer ver tan trágica su condición, es por ello que su condición es tinieblas. Cristo dijo: “Y esta es la condenación: que la luz (Cristo) vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. “Por lo regular un hombre que rechaza a Cristo es porque quiere continuar en su vida de pecado, adulterio, amantes, vicios, etc., a eso se refiere la Biblia cuando dice: “amaron más las tinieblas, que la luz”.
Su condenación es que la Luz (Cristo) ya vino al mundo, el rechazar esa Luz, te condena.
La tercera condición de un hombre sin Dios: Esta en poder de Satanás.
Un versículo de la Biblia dice así: “…el cual no ha librado de la potestad (poder) de las tinieblas (Satanás), y trasladado al reino de su amado Hijo.” Col 1:13
Mientras el hombre permanezca sin Dios, sin salvación, arrepentimiento y fe en Cristo, está en poder de Satanás. Él gobierna este mundo 1 Juan. 5:19. Una pregunta surge en mi mente, ¿Para qué reino vives? La única forma de trasladarte al otro reino es confesando tus pecados a Cristo, reconocerlo como tu Salvador personal y confiar en su sacrificio por nosotros en la Cruz.
Cuando esto pasa, inmediatamente somos trasladados al reino del Señor, es por ello que hoy vemos muchas personas cambiadas, familias renovadas, matrimonios restaurados, jóvenes con propósito. Ahora la vida es diferente, las metas son distintas, nuestros deseos no son tanto terrenales, sino celestiales, nuestra mirada no está aquí, sino en lo eterno.
Cristiano, hay trabajo que hacer, no te conviertas como en un río del Ártico “con la boca congelada” habla del amor de Jesús, comunica tu fe.
Amigo, tu que estás sin Cristo, se que te parecen extrañas estas palabras, pero confío que el Espíritu de Dios, te ha movido tu interior para que reflexiones sobre tu alma, tu eternidad. En verdad estás seguro (a) que cuando mueras iras al cielo. Acepta a Jesús, si deseas hacerlo puedes orar sinceramente de esta manera:
“Señor Jesús, entiendo que te necesito, que soy pecador, hoy me arrepiento de mis pecados y te invito a entrar en mi vida, Sálvame, te recibo como mi Señor y Salvador de mi vida, creo que eres Dios y que moriste por mí en la cruz. Amen.”
Si deseas seguir creciendo en tu vida espiritual te aconsejo esto: Ora diariamente, lee la Biblia, y congrégate en una buena iglesia.