EL TERCER OJO y SHIVARATRI EXPLICADO

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Cuatro siglos antes de Cristo, el Vaisesika Sutra, afirma que todo sufrimiento surge de la relación entre el mundo y lo que perciben los sentidos. Y todo sufrimiento termina cuando el punto de vista se muda al ser, el punto de vista más elevado. Y esta transformación de la mirada es llamado yoga.
Alrededor del siglo 1 o 4 de nuestra era, el Yoga Sutras of Patanjali dice que “el Yoga es calmar las tendencias de la mente que percibe mundo a través de los sentidos. Estas tendencias llamadas Gunas originalmente aparecen en una gramática de mil años antes de Cristo: Nirukta de Yaksa verso 6.36 y también en el Mahabarata. Puede ser traducida de varias maneras pero parece ser que predomina en filosofía utilizarla como tendencias o cualidades. Literalmente significa hilo que podría referir tanto las tendencias que atan nuestra conducta, o también a los hilos o surcos de las conexiones neuronales que modifican nuestra mirada del mundo. El yoga de Patanjali afirma que los efectos de estas tendencias desaparecen cuando el que ve se establece en su propia naturaleza esencial y fundamental. Y los artistas pintaron que el tercer ojo esta por encima de las tendencias y para demostrarlo Shiva luce 3 lineas de ceniza en la frente demostrando que los 3 hilos quemados no pueden atar nuestro pensamiento”
Luego en el siglo 8, Adi Shankara en su Brahmasutra-bhasya afirma que el modo de ver la totalidad es mediante el yoga' (atha tattvadarsanabhyupāyo yogah)"
En el siglo 12, la doctrina del Kundalini Yoga relaciona al tercer ojo con la glándula pineal y lo denomina el SEXTO CHAKRA o AJNA, el paso anterior a la comprensión de la totalidad del Ser. Ajna, que significa "comando" o "invocación" y se dice esta ubicado en la frente, fue tomado de las antiguas tradiciones descriptas en los Puranas que afirman que la conciencia , el que ve, puede ser transformado activando este comando, mediante el Om.
En 1664 el filósofo francés René Descartes en su obra postuma “El Tratado del Hombre”, se hace eco de la tendencia de gran parte del pensamiento occidental al afirmar que el espíritu y el cuerpo existen por separado, y su punto de encuentro es precisamente la Glándula Pineal, y lo llamó “el asiento del alma”. Lo que le atrajo a Descartes de esta glándula, además de ser de color oscuro por la abundante irrigación que recibe, fue que el cerebro parece estar hecho de dos partes simétricas y en el centro se encuentra esta glándula con forma de piña, (Pineal ) de la cual hay solo una. Además esta ubicada en el eje de simetría de nuestro cerebro y también a la altura señalada para el tercer ojo.