LA CAUSA RAÍZ DE LA CRISIS DE LAS NACIONES

Reflexión Diaria - LA CAUSA RAÍZ DE LA CRISIS DE LAS NACIONES
Oseas 8
3 Pero Israel ha rechazado el bien y por eso el enemigo lo persigue. 4 Sin contar conmigo, escogieron a algunos para que fueran sus reyes; nombraron príncipes que yo no conocía. Con su oro y con su plata hicieron estatuas de sus ídolos. Por eso Israel será destruido.
Una vez más la Escritura nos muestra, que si bien es cierto que Dios está interesado en cada ser humano de manera individual, y que Su plan de salvación se fundamenta en una decisión personal, Él también se ocupa de las naciones, y procura que las decisiones personales se materialicen en el direccionamiento de naciones que vivan conforme a Sus mandatos, de modo que puedan recibir en consecuencia de ello, la bendición que Él a previsto en respuesta a la obediencia; en contraste, el abandono colectivo de Dios por parte de los pueblos, trae como lo describen los versos de hoy, acerca de Israel en tiempos del profeta Oseas, persecución e inseguridad, elección de gobernantes perversos, idolatría y destrucción.
Medita hoy en estos versos y evalúa la situación de tu nación y el de otras que pueden validar que la causa parental de las crisis, es en realidad el abandono de los principios establecidos por Dios; observa en detalle y encuentra en las palabras inspiradas del profeta, como existe relación entre el pecado de idolatría, que afrenta el primero de los mandamientos, con la rebeldía manifiesta en la elección de los gobernantes, sin tener en cuenta a Dios, y las consecuencias de inseguridad y destrucción que ello genera; y consciente de todo ello, empieza por afirmar tu fe en Papá, no sólo diciendo que crees en Él, sino creyéndole, y por tanto apreciando y obedeciendo Sus mandamientos, y desde tu ejemplo liderando a tu círculo de influencia para que arrepentidos, contribuyamos a la restauración y bendición de nuestra nación, mediante el abandono del pecado, el retorno a Dios y desde allí ser sabios en la elección de gobernantes temerosos de Él, que lleguen a ser instrumentos para guiar hacia la bendición colectiva.
Que tengas un día grandioso.