Salmo 41: Anhelos del desterrado (1)

El habitáculo más íntimo del alma humana
es el más querido lugar de la Trinidad,
su trono celestial en la tierra.
Para redimir este reino celestial
de las manos del enemigo
vino el Hijo de Dios como hijo de hombre,
y dio su sangre en rescate.
En el corazón de Jesús, que fue atravesado,
se unen el reino celestial y la tierra,
he aquí para nosotros la fuente de la vida.
Este corazón es el corazón de la Trinidad divina
y centro de todo corazón humano,
que nos da la vida de la divinidad.
Nos atrae con poder misterioso,
nos encierra en sí en el seno del Padre
y nos da al Espíritu Santo.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz [Edith Stein]
Poesía "Yo estoy con vosotros".

[@Pedro_Gala]

Mi salmo favorito, gracias, Alberto.

[@irenelopezgutierrez920]

Buena música la que acompaña al salmo y estupendamente cantado.
Bravo!

[@nanducina]

Precioso canto!
Gracias Alberto por compartir 💌🌹

[@accofre36]

🙏🙏🙏