L266 Reflexiones de Sarah - Lección 266. Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios.
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- Опубліковано 5 жов 2024
- Sarah reflexiona sobre las lecciones diarias del Libro de Ejercicios de Un Curso de Milagros.
Puedes encontrar y seguir el texto completo de esta reflexión en los comentarios.
"I am delighted and honoured to see my commentaries in Spanish. Thank you Carolina for your dedication and devotion in providing this information on the Lessons in Spanish. Your contribution to the Great Awakening is of great value to many. I am grateful."
Sarah Huemmert
"Thank you dear Sarah! All my love to you. Through your reflections and your personal examples you have inspired many of us to continue on this journey. My deep appreciation for your knowledge and your words of wisdom".
Carolina Simental
Traducción:
"Estoy encantada y honrada de ver mis comentarios en español. Gracias Carolina por tu dedicación y devoción en compartir esta información sobre las Lecciones en español. Tu contribución al Gran Despertar es de gran valor para muchos. Estoy agradecida."
Sarah Huemmert.
"Gracias querida Sarah, todo mi amor para ti. A través de tus reflexiones y tus ejemplos personales has inspirado a muchos de nosotros a seguir por este camino. Mi profundo aprecio por tu conocimiento y tus sabias palabras."
Carolina Simental.
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LECCIÓN 266
Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios.
Comentario de Sarah:
¡Qué lección tan asombrosa es ésta cuando asimilamos el profundo mensaje que se da aquí! Jesús nos dice que todos los que aparecen en nuestro camino no sólo son salvadores, sino también consejeros y “los heraldos de Tu santa Voz.” (L.266.1.1) ¡Todos! Sin excepciones. Ciertamente, no lo siento así con los que parecen atacarme y con los que considero que me han traicionado. Sin embargo, aprendemos que cuando vemos que un hermano nos hace daño, no lo estamos viendo correctamente. Por el contrario, estamos viendo nuestros propios pecados en él mientras reclamamos la inocencia para nosotros mismos y nos vemos como víctimas. Sin embargo, aquí Jesús dice que todos nuestros hermanos son portadores de la santa Voz de Dios. Me recuerda el pasaje que dice: “Si no te habla de Cristo, es que tú no le hablaste de Cristo a él.” (T.11.V.18.6) (ACIM OE T.10.VI.58) Si no vemos al Cristo en nuestro hermano, es porque proyectamos nuestros pecados en él y los vemos allí.
Me encanta el pasaje del capítulo 19 en el que Jesús dice: “Antes de condenar a tu hermano, recuerda quién es él. Y da gracias a Dios de que sea santo y de que se le haya dado el regalo de la santidad para ti. Únete a él con alegría, y elimina todo vestigio de culpabilidad de su perturbada y torturada mente. Ayúdale a levantar la pesada carga de pecado que echaste sobre sus hombros y que él aceptó como propia, y arrójala lejos de él sonriendo felizmente. No la oprimas contra su frente como si fuese una corona de espinas, ni lo claves a ella, dejándolo irredento y sin esperanzas.” (T.19.IV.D.i.16.2-6) (ACIM OE T.19.V.d.105)
Sí, me recuerdo a mí misma que el tipo, que no aceptaba mi tarjeta Visa por teléfono, lo que significaba un traslado por la ciudad, es mi salvador y sí, un consejero de mi visión. Lo que esto significa es que este hermano me ha dado la oportunidad de ver quién es realmente, el Cristo que sólo puedo ver cuando estoy dispuesta a liberar mis juicios sobre él. Es un regalo para mi mente, ya que recibo todo lo que doy. Tengo muchos salvadores que incluyen a la persona que cometió un fraude con mi inversión; a mi hermana que me criticó; al hombre que apareció en nuestra puerta, que vivía en su coche, sin dinero, y que buscaba un grupo espiritual de camino a Vancouver; a mi joven amigo que llamó a última hora de la tarde desde 60 km de distancia, que necesitaba ser recogido y llevado al hospital psiquiátrico; a mi pareja que compartió la Lección conmigo esta mañana; o a un amigo que apareció durante diez días, necesitando un lugar donde quedarse. Todos ellos son mis salvadores que traen regalos que me ayudan a sanar y son testigos de mi estado mental. Todos ellos me proporcionan un espejo de mi condición interior que veo en cada uno. Todos ellos me dan otra oportunidad para sanar el especialismo al que todavía me aferro. Todos ellos me señalan el camino hacia el Cielo. Es un camino de curación a través de nuestras relaciones.
Sí, a diario olvido que todos están aquí para mi curación. Cuando estoy en mi mente errada, pienso que las personas que se interponen en mis objetivos personales y obstruyen mi camino son la causa de mi angustia. En momentos así, me quejo y me considero injustamente tratada en lugar de reconocer que he atraído todos estos acontecimientos a mi vida como parte de mi currículo de curación. Cuando me siento traicionada o impuesta, es porque es lo que he convocado. ¿Por qué querríamos ser traicionados? Es porque creemos que hemos traicionado a Dios, pero no queremos asumir la responsabilidad de esta traición y, en cambio, la proyectamos en los demás y los vemos como los traidores para poder fingir que somos inocentes. No queremos la responsabilidad de lo que hemos hecho, así que queremos ser traicionados y nos vemos como víctimas indefensas. Debajo de nuestras historias de víctimas, estamos secretamente felices de ser heridos por otros, ya que en nuestras mentes ahora estamos libres de culpa con Dios. El ego disfruta con el dolor y el sufrimiento.
Hay otra forma de ver a las personas que consideramos protagonistas, que se interponen en nuestro camino de alegría y paz. Podemos elegir, en cambio, verlas como nuestras salvadoras, que nos muestran algo de nuestras creencias inconscientes que no veríamos sin ellas. Se nos dan para este propósito como parte de nuestro guión hecho fuera de este sueño. Ahora, en lugar de verlos como una interferencia en nuestro camino hacia Dios, podemos verlos como una ayuda en el camino. Todo el mundo es un símbolo de lo que ocurre en nuestra mente, incluso aquellos cuyo resplandor nos muestra que compartimos el mismo Ser. Puedo ver a los que considero inocentes, hermosos y llenos de gracia también como un símbolo de lo que hay en mi mente, lo mismo que a los que juzgo como obstructivos, resistentes, difíciles y obstinados.
La forma en que vemos a alguien realmente no tiene nada que ver con él, sino que se trata de nuestros propios pensamientos proyectados en él. Nuestros pecados percibidos oscurecen la luz del Cielo en ellos y en nosotros. “Las imágenes que veo son un reflejo de mis pensamientos.” (L.265.1.8) Sólo veo mis pensamientos en todas partes y en todos. Veo pensamientos de belleza e inocencia reflejados en mi mente, o veo pensamientos de destrucción, conflicto y autocondena. Todos están en mi mente porque la fragmentación de la mente se refleja en un mundo fragmentado. Lo que veo dondequiera que mire es mi propia mente fragmentada. Al ver mis proyecciones, se me ha dado una oportunidad, para liberar los obstáculos a la verdad de lo que soy y también para ser testigo de la belleza y la inocencia en mi mente.
Soy yo quien da poder a mis pensamientos. Soy el que toma las decisiones, el que puede elegir entre la mente recta y la mente errada. Cuando reconozco esto, tomo conciencia del poder que le doy a estos pensamientos. Cuando juzgo a alguien, le pido a Jesús que me ayude a ver a esta persona, este evento o esta situación como él la vería. Primero, asumo la responsabilidad de mis proyecciones, las traigo a mi mente y me recuerdo que nadie me está haciendo nada. Todo es por mi propia voluntad. Están leyendo las líneas que he escrito para ellos en mi guión. Cuando miro hacia adentro y elijo no negar que todas son mis interpretaciones que he dado a los eventos neutrales, le pregunto al Espíritu Santo cómo ver correctamente. Cuando escucho al ego y le presto atención, me doy cuenta de que estoy equivocada en mis interpretaciones de todo lo que percibo. Cuando descarto lo que el ego tiene que decir, retiro mi atención e inversión en estos pensamientos. Reconozco que sólo son alucinaciones del pasado basadas en mi mente condicionada. Nos hemos engañado a nosotros mismos en cuanto a lo que somos.
Continúa...
Continuación Reflexión L266...
Este es el pensamiento que se nos pide que mantengamos en la mente hoy: “Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios”. (L.266) Todos son yo y yo soy todos. Compartimos el mismo ego y el mismo Ser. Sólo podemos sanar la culpa retirando nuestras proyecciones. No es útil juzgarnos a nosotros mismos por estas proyecciones. Juzgarnos nos mantiene atados y aprisionados en las cadenas de la culpa. Al retirar nuestra inversión en mantener la imagen de nosotros mismos que hemos creado, estamos reclamando la verdad de lo que somos en nuestra realidad. Cada persona en nuestro camino nos está ayudando a despertar. Nos señalan el camino a casa. Cuando lo vemos así, podemos estar agradecidos a nuestros padres, que no nos amaron como creíamos que debían hacerlo; a nuestros maestros, que nos degradaron; a nuestros ministros y sacerdotes, que afirmaron nuestro pecado y nuestra culpa; a nuestras parejas, que nos traicionaron; y, de hecho, a todos los que están en nuestro camino. Todos ellos están ahí para ayudarnos en nuestra curación, si elegimos verlo así.
Nuestras relaciones son el medio que este Curso nos proporciona para encontrar nuestro camino a casa. Nuestros salvadores están en todas partes. “¿Cómo podríamos perdernos en nuestro trayecto hacia Él, cuando Él ha poblado el mundo con aquellos que señalan hacia Él, y nos ha dado la vista para poder contemplarlos?” (L.266.2.3) En cada encuentro, podemos encontrar a estos salvadores que nos indican el camino hacia Él. Por tanto, es imposible perder el camino hacia Él cuando decidimos aplicar estas Lecciones. En realidad, Dios no ha puesto a estas personas en nuestro camino, ya que Él no conoce este mundo, pero en nuestro propio guión, ellos son los salvadores, que han aceptado, en algún nivel, asumir estos papeles. Todo cambia cuando empezamos a emitir frecuencias de paz y alegría, en lugar de absorber las frecuencias de los que nos rodean. Lo que esto significa para mí es que quiero elegir el perdón en cada situación y permitir que el Espíritu Santo me muestre el camino.
Sí, podemos demorarnos, podemos procrastinar y podemos rebelarnos. Podemos proyectar la ira sobre el mundo. Podemos ver la causa de todo fuera de nuestra mente, pero cuando sepamos que esto nos mantiene en el infierno, acabaremos por apartar estos “juguetes peligrosos”. (L.PII.P4. ¿Qué es el pecado?.5.2)
Estamos aquí para dejar ir el pasado, para soltar lo que nuestro hermano no nos hizo, para abandonar todos los pensamientos de carencia, todos los resentimientos y todas las creencias de que hay algo en el mundo que nos dará el amor, la seguridad y la felicidad futura que buscamos. No necesitamos torturarnos en el campo de batalla de nuestros propios pensamientos. No necesitamos sufrir más. Cada decisión que tomamos es en favor de la paz y la alegría del Cielo o del dolor del infierno. Nuestra única confusión es la confusión sobre lo que somos. Se trata de nuestra identidad. Preguntar al ego: "¿Quién soy?" sólo trae más confusión. El ego no puede saberlo. El ego ha creado un falso yo. La cuestión es si aceptaremos la verdad de lo que Dios dice que somos, o seguiremos aceptando nuestra imagen autoconstruida. Nuestros salvadores nos ayudan a descubrir la verdad y nos muestran quiénes somos como Hijo de Dios. “En ellos Tú (Dios) te ves reflejado y en ellos Cristo me contempla desde mi Ser.” (L.266.1.2)
En otras palabras, veo mi propio reflejo como el Ser Crístico cuando veo al Cristo en mis hermanos. No es un acontecimiento, sino un proceso, así que seamos amables con nosotros mismos. Decir que quiero la iluminación ahora es decir que hay algo malo en este momento y exigir que las cosas sean diferentes de lo que son. Sanar es aceptar todo y a todos en mi vida ahora y recordar que no hay nada malo. Todo es perfecto para mi despertar. No puedo acertar ni equivocarme.
Hay una interesante referencia aquí a la Biblia en las palabras: “En este día entramos al paraíso,”. (L.266.2.1) Nos unimos a nuestro hermano en el reconocimiento del Ser Crístico Único. La referencia de la Biblia está relacionada con los dos ladrones que estaban a ambos lados de Jesús en su crucifixión. Uno de los ladrones se burló de Jesús, pero el otro dijo: "Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino". Jesús respondió diciendo: "En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso". El significado, relacionado con esta Lección, es que el ladrón reconoció al Cristo en Jesús y así se conoció a sí mismo como el Cristo. Esta es la forma en que todos entramos en el paraíso. Cuando veo al Cristo en mis hermanos, también yo entro en el paraíso.
Amor y bendiciones, Sarah
huemmert@shaw.ca
Gracias, gracias, gracias. Bendiciones 💖🫂🙏
📘 *LECCIÓN 266*
*Mi santo Ser mora en ti, Hijo de Dios.*
1. _Padre, me diste todos Tus Hijos para que fuesen mis salvadores y mis consejeros en la visión; los heraldos de Tu santa Voz. 2En ellos Tú te ves reflejado y en ellos Cristo me contempla desde mi Ser. 3Que Tu Hijo no se olvide de Tu santo Nombre. 4Que tu Hijo no se olvide de su santa Fuente. 5Que Tu Hijo no se olvide de que su Nombre es el Tuyo._
2. En este día entramos al paraíso invocando el Nombre de Dios y el nuestro, reconociendo nuestro Ser en cada uno de nosotros y unidos en el santo Amor de Dios. 2¡Cuántos salvadores nos ha dado Dios! 3¿Cómo podríamos perdernos, cuando Él ha poblado el mundo de seres que señalan el camino hacia Él y nos ha dado la vista para poder contemplarlos?
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Muchas gracias ❤
Gracias 💖
Amor y bendiciones 🤗✨
Esta lección me ha conmovido profundamente y me sorprendo al darme cuenta la demencia en la que he vivido creyendo que era lo normal. También comienzo a comprender de verdad y no de teoria la sabiduría del Curso que nos invita cada minuto, cada segundo a ver en todos los hermanos la oportunidad de perdonar y despertar. Gracias por compartir las reflexiones que muchas reflejan mi propia experiencia. Bendiciones 💙🙏
Gracias infinitas Marina por tu compartir. Yo, Carolina, las inicié porque igual que a ti, me abrieron la mente y el corazón y también me identifico mucho con Sarah y sus experiencias de vida maravillosas y su caminar por el Curso. Por comentarios como el tuyo me digo que vale la pena el granito de arena aportado. Bendiciones y mucho amor.
Gracias por traer tanta claridad al escenario en que se desarrolla la obra de teatro a la que llamo "mí vida". Cuánta paz regresa a mí cuando puedo ver a esos personajes, y me incluyo, repitiendo las líneas que, aunque me resista a creerlo, son precisamente las que necesito escuchar para recuperar y extender la integridad como Hija Amada del verdadero Amor! Bendiciones!! 🙌🏼✨🕊️🤗🇦🇷
Gracias ✨
📘 *5. ¿Qué es el cuerpo?*
1. El cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios imagina haber construido para separar a unas partes de su Ser de otras. 2Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y se desmorona. 3Pues cree estar a salvo del amor dentro de ella. 4Al identificarse con lo que considera es su seguridad, cree ser lo que ésta es. 5¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro de que permanece dentro del cuerpo y de que mantiene al amor afuera?
2. El cuerpo no perdurará. 2Sin embargo, para él eso supone una doble seguridad. 3Pues la temporalidad del Hijo de Dios es la “prueba” de que sus cercas funcionan y de que están llevando a cabo la tarea que su mente les asignó. 4Pues si su unidad aún permaneciese intacta, ¿quién podría atacar y quién podría ser atacado? 5¿Quién podría ser el vencedor? 6¿Quién la presa? 7¿Quién podría ser la víctima? 8¿Quién el asesino? 9Y si él no muriese, ¿qué “prueba” habría de que el eterno Hijo de Dios puede ser destruido?
3. El cuerpo es un sueño. 2Al igual que otros sueños, a veces parece reflejar felicidad, pero puede súbitamente revertir al miedo, la cuna de todos los sueños. 3Pues sólo el amor puede crear de verdad y la verdad no tiene miedo de nada. 4Hecho para ser temeroso, el cuerpo no puede sino cumplir el propósito que le fue asignado. 5Mas podemos cambiar el propósito que el cuerpo obedece si cambiamos de parecer con respecto a su finalidad.
4. El cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la cordura. 2Aunque el cuerpo fue concebido para confinarlo en el infierno sin ninguna posibilidad de escape, el objetivo del Cielo ha substituido la búsqueda del infierno. 3El Hijo de Dios busca la mano de su hermano para ayudarlo a marchar por la misma senda que él. 4Ahora el cuerpo es santo. 5Ahora sirve para sanar a la mente que tenía como propósito matar.
5. Te identificarás con lo que pienses que te ha de dar seguridad. 2Sea lo que sea, creerás que es lo que tú eres. 3Tu seguridad reside en la verdad, no en las mentiras. 4El amor es tu seguridad. 5El miedo no existe. 6Identifícate con el amor y estarás a salvo. 7Identifícate con el amor y estarás en tu morada. 8Identifícate con el amor y hallarás tu Ser.
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Buenos ejemplos gracias
Gracias a ti Richard por acompañarnos. Un abrazo. 🤗
@@ReflexionesdeSarah Un abrazo algunas luces que ví en los ejemplos. Gracias a Ucdm. 🙏
Gracias ❤️
Amor y bendiciones Nelia. 🙏🏻🕊🙏🏻