Acueducto romano de Caraca
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- Опубліковано 28 січ 2025
- Audiovisual sobre el acueducto romanos del yacimiento arqueológico de Caraca (Driebes, Guadalajara, España).
Uno de los mayores orgullos y legados del imperio romano fueron sus avances en ingeniería.
En especial, su capacidad para conducir agua limpia hasta las ciudades.
Los romanos buscaban el agua en los manantiales, a veces a varias decenas de kilómetros de distancia,
y la transportaban mediante una red de canales,
con una ligera pendiente para evitar la erosión
Los ingenios para salvar grandes desniveles
Variaban desde la excavación de galerías,
La creación de sifones,
O el levantamiento de arquerías.
Para mantener el caudal limpio, se construían a cada cierta distancia Depósitos de decantación o piscinas limarias, contenedores donde la gravedad depositaría las partículas suspendidas en el agua hacia el fondo, continuando solo la limpia de impurezas.
Estos depósitos de decantación ayudarían también a ralentizar la velocidad del agua en zonas con marcado desnivel evitando que el canal se desbordara o erosionara.
Para abastecer de agua a la Ciudad Romana de Caraca, los arqueólogos han encontrado restos de la importante obra llevada a cabo. La obra en sí sería un interesante testimonio de la ingeniería romana.
La construcción del acueducto y de la ciudad implicó probablemente la pérdida de parte de la vegetación arbórea del entorno por la gran necesidad de combustible para obtener cal.
La captación del agua se producía en el manantial de “Lucos”. La palabra Lucos parece derivar del vocablo latino “lucus”, que remite a “bosque”, “bosque sagrado” o “claro en el bosque”, haciendo alusión a un espacio rodeado de vegetación.
Los análisis del agua del manantial realizados por los técnicos del Instituto Geológico y Minero de España han permitido conocer las características físico-químicas del agua, poniendo de manifiesto que el agua sería potable, aunque algo dura al gusto.
El agua se canalizaba y transportaba mediante un canal realizado en opus caementicium, el hormigón de cal romano, impermeabilizado en su caz central con una capa de opus signinum, que era un mortero de cal y fragmentos de cerámica machacada que permitía impermeabilizar el canal.
Los restos de teja encontrados durante las excavaciones hacen pensar que iría cubierto, para mantener la pureza del agua.
El tramo excavado en 2019 muestra 114 metros del trazado de esta imponente obra y varias de las piscinas limarias que ayudarían a mantener la limpieza del agua, así como a regular su velocidad acumulada, y salvar los desniveles.
Las características constructivas de este acueducto y sus similitudes con el de Segóbriga hacen pensar que ambos pudieron ser construidos en el siglo I d.C., quizás por los mismos expertos.
La construcción del acueducto en el siglo I d.C. se vió acompañada de una monumentalización de la ciudad que se observa en el foro y en la construcción de unas termas públicas de unos 900 metros cuadrados de extensión.
El agua que abastecía la ciudad tuvo un importante papel en la construcción, abastecimiento doméstico y en las propias termas públicas y quizá en algunas privadas, así como para el funcionamiento de las cloacas.
Los trabajos arqueológicos siguen revelando información sobre cómo los habitantes de Caraca domesticaron y emplearon el agua, que es siempre la fuente de vida y de progreso.
Genial. Didáctico y claro
MUY INTERESANTE EL RELATO SALUDOS