Salida de Jesus de Nazareno de Daimiel Los Moraos

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  • Опубліковано 8 лют 2025
  • Es la salida de la procesión de Jesús de Nazareno del Viernes Santo de madrugada, con la banda municipal de Daimiel tocando el niño perdido

КОМЕНТАРІ • 4

  • @mercedesmartin-serrano1606
    @mercedesmartin-serrano1606 3 роки тому

    Q recuerdos cuántas madrugadas para verle es precioso 🙏❤️🙏

  • @saulfernandez847
    @saulfernandez847 12 років тому +3

    del madrid al cielo y de los moraos a la gloria

  • @raulrojasarevalo5835
    @raulrojasarevalo5835 9 місяців тому

    Es precioso
    Yo soy de los moraos

  • @manuelvicentemejiasanchez-1988
    @manuelvicentemejiasanchez-1988 9 років тому +1

    “AL NAZARENO”
    AL AMANECER DE VIERNES SANTO
    SAETA
    ¡Ay!, al brotar el…,
    al brotar el nuevo día.
    ¡Ay…, está saliendo JESÚS,
    queda su casa vacía
    y a cuestas lleva la cruz,
    ¡ay!..., queda su casa vacía
    y a cuestas lleva la cruz
    y su espalda “dolería”,
    ¡ay!..., y a cuestas lleva la cruz
    y su espalda “dolería”.
    Translúcida mañana de un mes de primavera,
    el manto que la cubre, de estrellas salpicado,
    para que no se arrugue, parece estar colgado
    o más bien suspendido sobre la estratosfera.
    Avisto el horizonte, vislumbro claridad,
    el ascua de oro intenta divulgar la salida,
    sus rubios rayos marcan el punto de partida,
    donde a hombros, un niño; le sigue su hermandad.
    Un pórtico a su espalda, una "plazuela" al frente,
    a la izquierda se vierte la vereda empinada,
    la que, de nazarenos parece estar sembrada,
    brotando entre matojos un vivero de gente.
    Dos ringleros destacan de erectos capirotes
    que paso a paso avanzan y a cuestas el madero,
    por aquel recorrido convertido en sendero,
    reguero de caídas, de espinas y de azotes.
    …///…
    …///… Pasa Cristo ante su puerta.
    Pasa Cristo y yo no sé
    si cuando pasa, tu fe,
    está dormida o despierta.
    Julián Márquez Rodríguez
    Un majestuoso “paso” camina lentamente,
    no le adornan ni flores, ni luces de neón,
    sólo un Cristo y soldados a su coronación
    que incrustan las espinas horadando su frente.
    Yo, al verle, le pregunto cargado de emoción.
    ─ ¡Oh Jesús!, ─ ¿cómo Tú, Ser, todo omnipotente
    no esquivaste pudiendo, la acción de tu oponente
    para obstaculizar, de pleno tu aprehensión?
    Anda, pasa, respuesta no da a lo preguntado,
    yo, al verlo cabizbajo, presiento mas intuyo
    cuanto su corazón retiene atesorado.
    Otro, hubiérase visto tal vez exacerbado,
    Él todo lo contrario, sentíase muy suyo
    aceptando del Padre, cuanto le hubo asignado.
    Otro “paso” a la vista, que me deja perplejo
    (el balcón de Pilatos Poncio); y él presentando
    a aquel Jesús en cueros, al que estaba acusando
    ante la muchedumbre y ante su fiel Cortejo
    A aquel no pregunté, no creí necesario,
    pronto lo adiviné cuando vi el escenario,
    por sí hablaba solo, las palabras sobraban
    bajo el fasto dosel que cubría el sitial,
    Jesús estaba impávido ante el ceremonial:
    y cuanto a acusaciones, en sí no le importaban,
    pues cumplía el mandato del Padre Celestial.
    Me descolgué al declive de la encumbrada calle
    y, como si viniese hacia mí desvarando,
    “otro colosal paso” se estaba aproximando,
    del que no me perdía ni el mínimo detalle.
    Manuel Mejía Sánchez-Cambronero
    DESDE LA MANCHA DEL QUIJOTE, Ciudad Real (ESPAÑA)