«Más precisamente, el sentido de la propiedad se confunde en adelante con el trabajo mismo de la producción en el horizonte de la universalidad humana, y la dialéctica materialista expresa el movimiento de los valores humanos que se engendran en el trabajo social humano. Por eso la crítica despiadada que se ejerce sobre los conceptos de la sociedad antigua ya no es más una simple destrucción, sino más bien una restitución de su auténtico contenido, que hace posible retomarlos en un plano superior en la humanidad nueva. En la construcción del socialismo y en el tránsito a la sociedad comunista ha de realizarse por fin esa “reconciliación universal” que fue el sueño del pensamiento burgués de la dialéctica idealista de las formas de explotación, y que el proletariado coloca en su verdadero terreno mediante una nueva organización social del trabajo, disolviendo todas las estructuras de clases y todo pretexto de exclusividad. Como realización de la forma humana de civilización, el marxismo se propone alcanzar las aspiraciones ideales del pasado. Pero el marxismo no se impone como idea: él es el movimiento efectivo de la totalidad social en que las formaciones tradicionales se absorben en el proletariado por la “materialidad” de su vida real», Tran-duc-thao, “Fenomenología y materialismo dialéctico”, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1971, pág. 301.
Que interesante. Me gustó mucho. Recomiendo su vista.
«Más precisamente, el sentido de la propiedad se confunde en adelante con el trabajo mismo de la producción en el horizonte de la universalidad humana, y la dialéctica materialista expresa el movimiento de los valores humanos que se engendran en el trabajo social humano. Por eso la crítica despiadada que se ejerce sobre los conceptos de la sociedad antigua ya no es más una simple destrucción, sino más bien una restitución de su auténtico contenido, que hace posible retomarlos en un plano superior en la humanidad nueva. En la construcción del socialismo y en el tránsito a la sociedad comunista ha de realizarse por fin esa “reconciliación universal” que fue el sueño del pensamiento burgués de la dialéctica idealista de las formas de explotación, y que el proletariado coloca en su verdadero terreno mediante una nueva organización social del trabajo, disolviendo todas las estructuras de clases y todo pretexto de exclusividad. Como realización de la forma humana de civilización, el marxismo se propone alcanzar las aspiraciones ideales del pasado. Pero el marxismo no se impone como idea: él es el movimiento efectivo de la totalidad social en que las formaciones tradicionales se absorben en el proletariado por la “materialidad” de su vida real», Tran-duc-thao, “Fenomenología y materialismo dialéctico”, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1971, pág. 301.
filmoteca debería ir a C5n