Allá x los años 50/60 yo lo escuchaba a esté señor, cuando estaba privado d su libertad, me gustaba mucho escucharlo muy buenos temas, un contenido muy especial en las letras q componia, para mí uno de los grandes q pasaron x el cancionero argentino!!
El chango un estilo único. Aveces parece que se sale del tono en el final de la estrofa y de repente ya está afinado en el principio de la otra estrofa. Pero no sale del tono. Es algo raro su forma de cantar como que va a destiempo y después adelante. No cualquiera hace eso. Eso es estilo y sabe recorrer las canciones, las conoce y las siente. Porque más que cantarlas las acaricia
que Bien lo explicas !una caricia su voz hermosa forma de cantar !!igual está. nación si bien el Chango es su autor me encanta como la canta Cafrune!!me emociona en extremo!!😍
@@bettyvelazquez9402 la verdad que cafrune era otro pionero q conversaba con su guitarra y a la vez te contaba cualquier historia de la que terminabas siendo prisionero.
Amigo has encontrado las palabras justa,adecuadas y por demás acertadas para describir tan acertadamente el particular estilo del Chango Rodriguez! Felicitaciones!
@@orloro Es muy inmundicia?si no fuera Macri a quien votarían?conozco Argentina,viví allí en San Isidro,los sábados siempre nos íbamos a bailar... Te deseo lo mejor, saludos... Desde Montevideo, Uruguay.. .
El chango rodriguez es uno de los vastagos mas importantes de una estirpe gauchesca ya casi extinta pero definitivamente inolvidable..folklore inmortalizado en sus canciones..gracias maestro.
Yo tengo dos guitarras personales folclóricas, de seis cuerdas, una que adquirí en la Córdoba en el recodo de una famosa casa de guitarra que es trascendencia en mi país por tal gestión, mientras la otra, pertenece a los Trovadores de Córdoba, de los Hermanos Comba, es la que todavía debo actualizar, es la más viejila, pero iba a tener una guitarra que había sido de este cantautor gracias a un familiar dígase lejano, en un diálogo hablado por el olvido se me había despejado en y por los pasares de los tiempos, quién pues me había advertido me iba a regalar una guitarra que era del chango rodriguez, pero los tiempos me habían hecho truncar con la buena memoria, pasado el tiempo, me había enterado tal fliar lejano había perecido y la guitarra, no sé, supongo que habría de ido a parar a sus fliares afines.
¡El más grande Cantautor Cordobés! Dicen que la escribió en la carcel cumpliendo pena por haber matado a un hombre. De forma metafórica dice algo...."tuve que hacer un alto por un ^Toro mañero ^.
En la voz del Chango, escucho "Rescoldos de fogones, que invitan a matear". Con los demás intérpretes, escucho "Recuerdos de fogones, que invitan a matear".
De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia Igual que la calandria que azota el vendaval Y traigo mil canciones como leñita seca Rescoldos de fogones que invitan a matear Y traigo mil canciones como leñita seca Rescoldos de fogones que invitan a matear Y divisé tu rancho a orillas del camino Allá donde la noche le tejen un altar Al pie del calicanto la luna cuando pasa Peinó mi serenata la cresta del sauzal Al pie del calicanto la luna cuando pasa Peinó mi serenata la cresta del sauzal Tu amor es una estre' con cuerdas de guitarra Una luz que me alumbra en mi oscuridad Acércate a la reja sos la dueña de mi alma Sos mi luna cautiva que me besa y se va Acércate a la reja sos la dueña de mi alma Sos mi luna cautiva que me besa y se va Escucha que mis grillos están enamorados Y lloran en la noche lamentos del sauzal El tintinear de espuelas del río allá en el vado Y una noche serena alumbra mi penar El tintinear de espuelas del río allá en el vado Y una noche serena alumbra mi penar De nuevo estoy de vuelta mi tropa está en la huella Arrieros musiqueros me ayudan a llevar Tuve que hacer un alto por un toro mañero Allá en el calicanto a orillas del sauzal Tuve que hacer un alto por un toro mañero Allá en el calican' a orillas del sauzal Tu amor es una estrella con cuerdas de guitarra Una luz que me alumbra en mi oscuridad Acércate a la reja sos la dueña de mi alma Sos mi luna cautiva que me besa y se va Acércate a la reja sos la dueña de mi alma Sos mi luna cautiva que me besa y se va
Mil gracias por escribir la letra completa... Es una poesía precios. Tantas metáforas ...... Pocas letras hoy se escriben como las que hacía el Chango. ❤️❤️❤️👏👏👏
Una carta desesperada y veinte mil polentas con salchichas Tengo estos papeles como ideas desbordadas que, desde algún lugar mío e insospechado, flotan sobre mi cabeza… Arrojadas, desteñidas pero luminosas. Darían tantas respuestas como preguntas hay. Pero que por sobrevolarme, mujer, nunca serán capaces de responder, de responderme, de acaso responderte, cariño. Alzo las manos como queriendo atrapar lo que no se resuelve, el problema inexorable, implacable, moneditas que se caen o como campanas que suenan a deshoras. Y el lenguaje siempre vulgar y tonto, vasto, sí, pero vulgar, demasiado prolijo y harto inefable para lograr decir lo que me pasa por entre las cejas, el corazón, entre estos herrajes contra la libertad. El amor. Cómo describir eso que me sostiene entre estas paredes. Con qué pájaros, con qué papeles volando poder expresarlo con soltura. No sé. Sinceramente no lo sé. Cazo ideas como con una red entretejida de pensamientos y sueños, pero en los sueños soy el cazador y la mariposa. Soy quien ama y es amado. Y al verme en tal sitio no hallo las palabras pertinentes para decir cuánto, cómo; qué. Es como ser el arco y la flecha; el arquero y la flecha; la flecha y el blanco. Todo junto y al mismo tiempo. Amor. Amado. Amante. Y soledad: Me hacés falta... Y existe, cómo no nombrarlo, el tan susurrante y acuciante deseo, esas estrellas interiores que se agolpan y explotan en la sangre y la rebelan ante la muerte vulgar, y en contra del tedio y la condena de todos los días sin miel, o con la miel postergada y prometida para vaya a saber cuándo, cuándo. Existe ese dios, y lo digo sin temor ni temblor, sin pudor y sin ley, que se alejó de los templos para darle al cuerpo su piedad y su justicia... ¿Pero dónde está ahora?... ¡Qué justicia! Existen, y eso es lo más seguro que tengo, estas palabras minúsculas, también condenadas, que quisieran ser por un rato, más que una pulsión de la vida un encontrarse con vos, con el beso de quien me espera -si es que todavía estás esperando-, con el cuerpo de mi amada. Existe este dios maldito que añora mi piel de tanto aguardar algo del cielo que está ahí, afuera: aludido entre cartas platónicas y deseos inabarcables, del tamaño y el perfume de esa magnolia que deshoja ahora sus flores blancas en la tierra del tiempo. Existe, sí, cómo no expresarlo, esta pena de andar con el alma encendida, sin poder tocar, con esta mano que escribe, acaso tu mejilla, tus manos, tu pecho,la cáscara que encubre tu corazón... Y me arde, me arde por vos. Esta es mi celda de piedra. Esto es mi aparentar que lo soporto todo, que por ser un reo inocente, y quizá un artista de la soledad, debo postergar este deseo que arrasa, esta necesidad. Tengo, amor, un solo canal por ahora. Son estas líneas insurrectas que pretenden romper los grilletes y decir te necesito, te quiero cerca. Y hablo también desde la ternura que siempre está presente. Pero cómo llegar hasta vos, de qué manera abrirme paso en este tiempo de distancia y reclusión obligada y abrazos que no son. Estoy solo, y casi no se entiende. Cómo puede ser, cómo es posible el amor así, cómo yo puedo amarte sin saber dónde estás, dónde estás ahora. Y hay cosas que no sé expresar bien, incluso cuando siempre me expreso como si estuviera tocando blues. Soy un hombre sencillo detrás de esta celda que mata, de esta carta que pareciera supurar todo ese deseo irrefrenable, esa piel que hay en mí, un corazón que late a pesar de todo. Es lógico que haya entre estas líneas una vibración, un querer estar, compartir, vivir. Y vivirte. Pero cómo ves, ahí anda rondando el perro. Ese gusano que una vez quizá quiso ser aviador, ese búho de la muerte que de niño miraba los pájaros y las golondrinas porque su voluntad era la libertad y su poder una canción. Y ahí está, paseándose por los pasillos entre las celdas, vigilante de vidas apagadas, tan oscuras como la suya. Ese perro carcelero y vigía, a quien le debo las gracias por hacerme el favor de recibir estas cartas que tal vez él mismo quemará. Ese ser despreciable que vive preso como yo, pero condenado por el destino y no por la buena o mala justicia de los hombres. Me pregunto si estás ahí. ¿Existís todavía? ¿Existo? ¿Estoy loco entonces? Una vez te vi en la estación; otra fuiste vos quien me vio ante el tribunal. Yo sigo pensando que no me abandonaste, que no te hicieron creer la mentira. Algo me dice que las cartas van al fuego. Que ese perro se ocupa de leer estas líneas, que se ríe de mí y de nosotros, y las echa al calor de una chimenea negra. No recibo visitas de nadie. Solo alguna vez tu fantasma se desplaza etéreo por el patio, y te miro y estás entre triste y viuda. Sin embargo, tengo una esperanza. Si esta última carta, si este último intento de carta pudiera atarse a la pata de una de las tantas tontas palomas que a menudo se posan sobre la línea que rompe la libertad en dos…; tal vez si alguien encontrara una paloma marcada con el mensaje de esta carta desesperada, no me importaría seguir comiendo polenta con salchichas por una eternidad. Esa es mi rebelión contra este mundo muchas veces poco listo; esta es mi subversión, mi osadía, mi puño en la altura. Este es mi afán de utopía y repudio a esas renuncias que buscan al paso ligero y superficial desmantelar esa verdad que es nuestro amor. Nuestro amor existe, de eso no tengo dudas, mi cielo. Pero el amor no como conquista, como colonización; aun en el fracaso de lo no correspondido, de las cartas al fuego, el amor vive y se desvive como un témpano que arde, arrastrado por el curso de la vida, penando, o lleno de felicidad; pero peregrino al fin, que no repara en las cenizas. Este amor no pretende éxito, condición o fortuna, aunque de todas formas sea desde luego una victoria, un triunfo de la vida contra la muerte, o contra y a pesar de la soledad y estas salchichas. Este amor es un jugarse por vos, con o sin suerte, pero un estarse jugado el todo por el todo, sin saber si habrá lugar para uno en esa tierra, que ahora solo son pájaros y un lienzo luminoso. Todo lo que arde no se mide con números, ni estadísticas, ni ciencias, ni recetas; todo lo que mida o sirva para medir no puede medir al amor y esto que vivo desde lejos; porque el amor es una victoria después de la batalla pero antes de la guerra; y en tanto victoria no tiene medida, grilletes ni estatutos. No hay ley, no hay manuales que encontrar, ni libros que lo expliquen, cariño. Quién tiene derecho, quién autoridad para decir entonces cómo y cuándo, y por qué y por cuánto... El amor es irracional pero no reo como yo, es una vibración desde la profundidad de la vida que batalla por sí misma para ser; es eso que me abrasa y me abraza con pasión desde un sitio sin guerra pero lleno de voluntad y de poder, por lo menos este poder que es la palabra, estas palabras. Esa voluntad es mi pasión; esa pasión, mi osadía; esa osadía me mueve, y me rebela. ¿Estás? ¿Seguís ahí, amor? Mis días se han transformado en juntar rayitas en la pared de mi celda, esa manera de dominar el tiempo cuando él pretende doblegarnos a todos los días un domingo. Las noches pasan. Los días pasan. Las horas pasan. Tu nombre, entretanto, se hace cada vez más difícil de sortear. Cada vez más sos vos en mí, esa idea repetida de vos en mí, esa idea suculenta que me empacha y me hace incorregible. Amar, sí, de eso se trata; eso quiero, pero no tengo medios para hacerte vivir en mí, traerte a este rincón del infierno. No lo sé. De verdad no lo sé. A veces pienso y recorro aquellos nuestros días como si fueran cosas pequeñas y sin importancia, pero he visto que hasta el mínimo beso que me dabas de lleno en la boca cada mañana tiene un rigor inevitable que me atormenta. Vos fuiste la luz, y yo la sombra que necesita del rayo siempre para reverdecer sus laderas. Recordá cuando nos conocimos. Ese café que compramos en Colombia. Los besos que me diste siempre en cada amanecer. No es que te encontré como buscando las luciérnagas en el campo; no salí en realidad con una caña a traerme el amor, a dejarte la luna. Tampoco fue al revés que vos elaboraste el plan frío y bien pensado de cómo dejarme con el corazón plebeyo entre tus reinas manos. Nada de eso pasó así. Quizá fue que aquel día de febrero varias estrellas enlazaron y tejieron con serpentinas y guirnaldas el deseo, el destino. Y entonces tu sonrisa cambió para siempre la mía. Ahora los hombres han separado lo que el destino unió. Espero que esta paloma boba entienda que es una mensajera. Ojalá alguien me adivine la intención y te haga llegar la carta. Donde quiera que estés. Sabés que soy inocente.
Qué lindo! Cuántos recuerdos de mi niñez! UNICO
Q grande el Chango me recuerda mi infancia de los años 70
¡Que grande el Chango Rodríguez!
Chango Rodríguez ídolo para toda mí vida siempre vigente tú vos y tú guitarra...
Este personaje cordobes sus canciones son un himno a la alegria y romantica son muy hermosa soy fan junto a mi esposo
Allá x los años 50/60 yo lo escuchaba a esté señor, cuando estaba privado d su libertad, me gustaba mucho escucharlo muy buenos temas, un contenido muy especial en las letras q componia, para mí uno de los grandes q pasaron x el cancionero argentino!!
Un Maestro. Muy bueno,
Si habré jugado en Chubut 34 de Córdoba❤
Lo mas hermoso, cantaba y contaba sin gritar, eso es lo mas hermoso
Corazón de Alberdi... Inmortal
El chango un estilo único. Aveces parece que se sale del tono en el final de la estrofa y de repente ya está afinado en el principio de la otra estrofa. Pero no sale del tono. Es algo raro su forma de cantar como que va a destiempo y después adelante. No cualquiera hace eso. Eso es estilo y sabe recorrer las canciones, las conoce y las siente. Porque más que cantarlas las acaricia
que Bien lo explicas !una caricia su voz hermosa forma de cantar !!igual está. nación si bien el Chango es su autor me encanta como la canta Cafrune!!me emociona en extremo!!😍
@@bettyvelazquez9402 la verdad que cafrune era otro pionero q conversaba con su guitarra y a la vez te contaba cualquier historia de la que terminabas siendo prisionero.
Cierto,es un estilo unico.y tiene poesia y sentimiento,es una zamba preciosa.
Sem falar na poesia da letra, um grande artista e poeta.
Amigo has encontrado las palabras justa,adecuadas y por demás acertadas para describir tan acertadamente el particular estilo del Chango Rodriguez! Felicitaciones!
Un verdadero Maestro ....tremendo ....👏
Que hermosa canción. Chango tiene un estilo muy particular de cantar.
extraordinario no veo la hora de volver a bs as para qué me lo vajen y escucharlo en el auto
El más grande de los compositores, guitarristas y cantores de Córdoba!!!
Hugo de acuerdo contigo un lujo el chango inolvidable saludos desde Montevideo Uruguay
Y AHORA VOTAN A LA INMUNDICIA MACRI
@@orloro Es muy inmundicia?si no fuera Macri a quien votarían?conozco Argentina,viví allí en San Isidro,los sábados siempre nos íbamos a bailar... Te deseo lo mejor, saludos... Desde Montevideo, Uruguay.. .
@@orloro aqui se vota por el menos peor y claro esta que lo peor es el Kirchnerismo señor.
@@joseaparicio9307DECILE A TU JEFE QUE DEVUELVA LOS DÓLARES ROBADOS
Hermoso recuerdo de este gran artista
Hermosa y sentida versión de esta, también, hermosa y sentida Zamba.
Que tema que se me ah de caer unas lágrimas.
Qué hermosa canción, saludos desde México
Q autor excelente guitarrista.
Tengo todo su material uno de los mejores solistas que escuche
Exelente,voz de los sin voz
🎶🔥🎵🔥🎶🔥🇦🇷🇦🇷🇦🇷 ÚNICOOOOO !!!
Chango kerido cuando hera chica en cordoba siempre te veia en un bar en nueba cordoba beso al cielo chango
El chango rodriguez es uno de los vastagos mas importantes de una estirpe gauchesca ya casi extinta pero definitivamente inolvidable..folklore inmortalizado en sus canciones..gracias maestro.
Yo tengo dos guitarras personales folclóricas, de seis cuerdas, una que adquirí en la Córdoba en el recodo de una famosa casa de guitarra que es trascendencia en mi país por tal gestión, mientras la otra, pertenece a los Trovadores de Córdoba, de los Hermanos Comba, es la que todavía debo actualizar, es la más viejila, pero iba a tener una guitarra que había sido de este cantautor gracias a un familiar dígase lejano, en un diálogo hablado por el olvido se me había despejado en y por los pasares de los tiempos, quién pues me había advertido me iba a regalar una guitarra que era del chango rodriguez, pero los tiempos me habían hecho truncar con la buena memoria, pasado el tiempo, me había enterado tal fliar lejano había perecido y la guitarra, no sé, supongo que habría de ido a parar a sus fliares afines.
Qué lindo!!!!
Este personaje cordobes es una inminencia en sus canciones ni esposo es fan yo son una mas linda q otra muy picara
¡El más grande Cantautor Cordobés! Dicen que la escribió en la carcel cumpliendo pena por haber matado a un hombre. De forma metafórica dice algo...."tuve que hacer un alto por un ^Toro mañero ^.
Así es hace referencia a la pelea y muerte que lo llevó al presidio
Alguien conoce la historia de esta canción?
Su guitarra una orquesta
hace un karaoke con pista original por favooooor
No señor. Yo lo vi y escuche cantar en Alberdi, o Barrio Clínicas!!! ese era el Chango tucumano de Córdoba!!!
❤
En la voz del Chango, escucho "Rescoldos de fogones, que invitan a matear". Con los demás intérpretes, escucho "Recuerdos de fogones, que invitan a matear".
Lo habran cambiado para hacer la letra menos "tumba"
De nuevo estoy de vuelta después de larga ausencia
Igual que la calandria que azota el vendaval
Y traigo mil canciones como leñita seca
Rescoldos de fogones que invitan a matear
Y traigo mil canciones como leñita seca
Rescoldos de fogones que invitan a matear
Y divisé tu rancho a orillas del camino
Allá donde la noche le tejen un altar
Al pie del calicanto la luna cuando pasa
Peinó mi serenata la cresta del sauzal
Al pie del calicanto la luna cuando pasa
Peinó mi serenata la cresta del sauzal
Tu amor es una estre' con cuerdas de guitarra
Una luz que me alumbra en mi oscuridad
Acércate a la reja sos la dueña de mi alma
Sos mi luna cautiva que me besa y se va
Acércate a la reja sos la dueña de mi alma
Sos mi luna cautiva que me besa y se va
Escucha que mis grillos están enamorados
Y lloran en la noche lamentos del sauzal
El tintinear de espuelas del río allá en el vado
Y una noche serena alumbra mi penar
El tintinear de espuelas del río allá en el vado
Y una noche serena alumbra mi penar
De nuevo estoy de vuelta mi tropa está en la huella
Arrieros musiqueros me ayudan a llevar
Tuve que hacer un alto por un toro mañero
Allá en el calicanto a orillas del sauzal
Tuve que hacer un alto por un toro mañero
Allá en el calican' a orillas del sauzal
Tu amor es una estrella con cuerdas de guitarra
Una luz que me alumbra en mi oscuridad
Acércate a la reja sos la dueña de mi alma
Sos mi luna cautiva que me besa y se va
Acércate a la reja sos la dueña de mi alma
Sos mi luna cautiva que me besa y se va
gracias !! es una belleza está canción !!💖💖💖💖💖💖
Mil gracias por escribir la letra completa... Es una poesía precios. Tantas metáforas ...... Pocas letras hoy se escriben como las que hacía el Chango. ❤️❤️❤️👏👏👏
no es RECUERDOS DE FOGONES", la verdadera frase dice "RESCOLDOS DE FOGONES
@@pipodeformosaGracias, tiene toda la razón.
Corrijo, es: "A dónde los jazmines tejieron un altar".
Una carta desesperada y veinte mil polentas con salchichas
Tengo estos papeles como ideas desbordadas que, desde algún lugar mío e insospechado, flotan sobre mi cabeza… Arrojadas, desteñidas pero luminosas. Darían tantas respuestas como preguntas hay. Pero que por sobrevolarme, mujer, nunca serán capaces de responder, de responderme, de acaso responderte, cariño. Alzo las manos como queriendo atrapar lo que no se resuelve, el problema inexorable, implacable, moneditas que se caen o como campanas que suenan a deshoras. Y el lenguaje siempre vulgar y tonto, vasto, sí, pero vulgar, demasiado prolijo y harto inefable para lograr decir lo que me pasa por entre las cejas, el corazón, entre estos herrajes contra la libertad. El amor. Cómo describir eso que me sostiene entre estas paredes. Con qué pájaros, con qué papeles volando poder expresarlo con soltura. No sé. Sinceramente no lo sé. Cazo ideas como con una red entretejida de pensamientos y sueños, pero en los sueños soy el cazador y la mariposa. Soy quien ama y es amado. Y al verme en tal sitio no hallo las palabras pertinentes para decir cuánto, cómo; qué. Es como ser el arco y la flecha; el arquero y la flecha; la flecha y el blanco. Todo junto y al mismo tiempo. Amor. Amado. Amante. Y soledad: Me hacés falta... Y existe, cómo no nombrarlo, el tan susurrante y acuciante deseo, esas estrellas interiores que se agolpan y explotan en la sangre y la rebelan ante la muerte vulgar, y en contra del tedio y la condena de todos los días sin miel, o con la miel postergada y prometida para vaya a saber cuándo, cuándo. Existe ese dios, y lo digo sin temor ni temblor, sin pudor y sin ley, que se alejó de los templos para darle al cuerpo su piedad y su justicia... ¿Pero dónde está ahora?... ¡Qué justicia! Existen, y eso es lo más seguro que tengo, estas palabras minúsculas, también condenadas, que quisieran ser por un rato, más que una pulsión de la vida un encontrarse con vos, con el beso de quien me espera -si es que todavía estás esperando-, con el cuerpo de mi amada. Existe este dios maldito que añora mi piel de tanto aguardar algo del cielo que está ahí, afuera: aludido entre cartas platónicas y deseos inabarcables, del tamaño y el perfume de esa magnolia que deshoja ahora sus flores blancas en la tierra del tiempo. Existe, sí, cómo no expresarlo, esta pena de andar con el alma encendida, sin poder tocar, con esta mano que escribe, acaso tu mejilla, tus manos, tu pecho,la cáscara que encubre tu corazón... Y me arde, me arde por vos. Esta es mi celda de piedra. Esto es mi aparentar que lo soporto todo, que por ser un reo inocente, y quizá un artista de la soledad, debo postergar este deseo que arrasa, esta necesidad. Tengo, amor, un solo canal por ahora. Son estas líneas insurrectas que pretenden romper los grilletes y decir te necesito, te quiero cerca. Y hablo también desde la ternura que siempre está presente. Pero cómo llegar hasta vos, de qué manera abrirme paso en este tiempo de distancia y reclusión obligada y abrazos que no son. Estoy solo, y casi no se entiende. Cómo puede ser, cómo es posible el amor así, cómo yo puedo amarte sin saber dónde estás, dónde estás ahora. Y hay cosas que no sé expresar bien, incluso cuando siempre me expreso como si estuviera tocando blues. Soy un hombre sencillo detrás de esta celda que mata, de esta carta que pareciera supurar todo ese deseo irrefrenable, esa piel que hay en mí, un corazón que late a pesar de todo. Es lógico que haya entre estas líneas una vibración, un querer estar, compartir, vivir. Y vivirte. Pero cómo ves, ahí anda rondando el perro. Ese gusano que una vez quizá quiso ser aviador, ese búho de la muerte que de niño miraba los pájaros y las golondrinas porque su voluntad era la libertad y su poder una canción. Y ahí está, paseándose por los pasillos entre las celdas, vigilante de vidas apagadas, tan oscuras como la suya. Ese perro carcelero y vigía, a quien le debo las gracias por hacerme el favor de recibir estas cartas que tal vez él mismo quemará. Ese ser despreciable que vive preso como yo, pero condenado por el destino y no por la buena o mala justicia de los hombres. Me pregunto si estás ahí. ¿Existís todavía? ¿Existo? ¿Estoy loco entonces? Una vez te vi en la estación; otra fuiste vos quien me vio ante el tribunal. Yo sigo pensando que no me abandonaste, que no te hicieron creer la mentira. Algo me dice que las cartas van al fuego. Que ese perro se ocupa de leer estas líneas, que se ríe de mí y de nosotros, y las echa al calor de una chimenea negra. No recibo visitas de nadie. Solo alguna vez tu fantasma se desplaza etéreo por el patio, y te miro y estás entre triste y viuda. Sin embargo, tengo una esperanza. Si esta última carta, si este último intento de carta pudiera atarse a la pata de una de las tantas tontas palomas que a menudo se posan sobre la línea que rompe la libertad en dos…; tal vez si alguien encontrara una paloma marcada con el mensaje de esta carta desesperada, no me importaría seguir comiendo polenta con salchichas por una eternidad. Esa es mi rebelión contra este mundo muchas veces poco listo; esta es mi subversión, mi osadía, mi puño en la altura. Este es mi afán de utopía y repudio a esas renuncias que buscan al paso ligero y superficial desmantelar esa verdad que es nuestro amor. Nuestro amor existe, de eso no tengo dudas, mi cielo. Pero el amor no como conquista, como colonización; aun en el fracaso de lo no correspondido, de las cartas al fuego, el amor vive y se desvive como un témpano que arde, arrastrado por el curso de la vida, penando, o lleno de felicidad; pero peregrino al fin, que no repara en las cenizas. Este amor no pretende éxito, condición o fortuna, aunque de todas formas sea desde luego una victoria, un triunfo de la vida contra la muerte, o contra y a pesar de la soledad y estas salchichas. Este amor es un jugarse por vos, con o sin suerte, pero un estarse jugado el todo por el todo, sin saber si habrá lugar para uno en esa tierra, que ahora solo son pájaros y un lienzo luminoso. Todo lo que arde no se mide con números, ni estadísticas, ni ciencias, ni recetas; todo lo que mida o sirva para medir no puede medir al amor y esto que vivo desde lejos; porque el amor es una victoria después de la batalla pero antes de la guerra; y en tanto victoria no tiene medida, grilletes ni estatutos. No hay ley, no hay manuales que encontrar, ni libros que lo expliquen, cariño. Quién tiene derecho, quién autoridad para decir entonces cómo y cuándo, y por qué y por cuánto... El amor es irracional pero no reo como yo, es una vibración desde la profundidad de la vida que batalla por sí misma para ser; es eso que me abrasa y me abraza con pasión desde un sitio sin guerra pero lleno de voluntad y de poder, por lo menos este poder que es la palabra, estas palabras. Esa voluntad es mi pasión; esa pasión, mi osadía; esa osadía me mueve, y me rebela. ¿Estás? ¿Seguís ahí, amor? Mis días se han transformado en juntar rayitas en la pared de mi celda, esa manera de dominar el tiempo cuando él pretende doblegarnos a todos los días un domingo. Las noches pasan. Los días pasan. Las horas pasan. Tu nombre, entretanto, se hace cada vez más difícil de sortear. Cada vez más sos vos en mí, esa idea repetida de vos en mí, esa idea suculenta que me empacha y me hace incorregible. Amar, sí, de eso se trata; eso quiero, pero no tengo medios para hacerte vivir en mí, traerte a este rincón del infierno. No lo sé. De verdad no lo sé. A veces pienso y recorro aquellos nuestros días como si fueran cosas pequeñas y sin importancia, pero he visto que hasta el mínimo beso que me dabas de lleno en la boca cada mañana tiene un rigor inevitable que me atormenta. Vos fuiste la luz, y yo la sombra que necesita del rayo siempre para reverdecer sus laderas. Recordá cuando nos conocimos. Ese café que compramos en Colombia. Los besos que me diste siempre en cada amanecer. No es que te encontré como buscando las luciérnagas en el campo; no salí en realidad con una caña a traerme el amor, a dejarte la luna. Tampoco fue al revés que vos elaboraste el plan frío y bien pensado de cómo dejarme con el corazón plebeyo entre tus reinas manos. Nada de eso pasó así. Quizá fue que aquel día de febrero varias estrellas enlazaron y tejieron con serpentinas y guirnaldas el deseo, el destino. Y entonces tu sonrisa cambió para siempre la mía. Ahora los hombres han separado lo que el destino unió. Espero que esta paloma boba entienda que es una mensajera. Ojalá alguien me adivine la intención y te haga llegar la carta. Donde quiera que estés. Sabés que soy inocente.
yyyyyyyyyyyyyy
Es. Una. Farsa. P. No. Le. Falta. Al. Folclore.
Que quiso decir? Puede ser claro?
hermoso chango