Estimado Martín Mezza, me resultó muy buena y esclarecedora la exposición. Esta es una lectura de un neófito. El neurótico sufre, padece, goza, su confinamiento, su deseo, su angustia, debido y pese a todo, a que se encuentra, girando y gravitando constantemente sobre sí mismo, sin nunca llegar a su fin, ni a su origen. Se haya excluido de su fin y de su origen, y esto es debido y posible al lenguaje que lo constituye, lo contiene, atrapado separado y aislado de la totalidad, en la forma, en la figura, que se agranda y espesa, de los límites de su cárcel. La partícula, al sentirse atrapada, aislada, no hace más que moverse y girar frenéticamente sobre sí misma. Paradójicamente con esto, no hace más que aumentar su angustia, su padecimiento, porque en vez de disminuir la distancia que lo separan, esta aumenta, la distancia que lo divide lo auto excluye de lo real. Sostiene mantiene produce reproduce su propia burbuja, su habitabilidad, su flotabilidad, las condiciones propias de su propia autoenajenación, auto sustentación, pese a que gire y gire sobre sí mismo, no hay retorno a lo real. Al gira sobre la materialidad del lenguaje, al repetirse en función del lenguaje, genera su propia flotabilidad, estructura y reconstruye incesantemente constantemente, la estructura simbólica, de la membrana del lenguaje, de la que depende, pende, lo distinguen, lo significan, que le separan de lo real. Que le permite rodar sobre lo real, sin mojarse, ni hundirse, ni reventar, ni diluirse, sin estallar, en contacto y pese a la fricción con lo real. Se haya excluido, exento, tanto de la muerte como de la vida, es decir por fuera de lo real. La sustancia pegajosa más jodida es la lengua una vez que te atrapa y envuelve ya no podrás escapar a sus límites a la descomposición desagregación de su gestión
A ver si entendí bien. O mal. Según Apola, ¿todos los tratamientos psicoanalíticos actuales son fallidos? ¿Iatrogénicos, quizás? Huuummmm... Sorry si entendí mal. Pero es lo que me transmiten cada vez que escucho a alguien de Apola.
Hola. Entiendo que pueda parecer eso. Pero, de qualquier manera, no es eso lo que intenté articular. Reconocí diferentes modalalidades psicoanalíticas de tratar o problema y presenté la mia, que no se presume ni mas o menos fallida que las outras, aunque pretende ser coerente e con cierta potencia heurística. Gracias por tu comentario.
Desde Buenos Aires
Estimado Martín Mezza, me resultó muy buena y esclarecedora la exposición.
Esta es una lectura de un neófito.
El neurótico sufre, padece, goza, su confinamiento, su deseo, su angustia, debido y pese a todo, a que se encuentra, girando y gravitando constantemente sobre sí mismo, sin nunca llegar a su fin, ni a su origen.
Se haya excluido de su fin y de su origen, y esto es debido y posible al lenguaje que lo constituye, lo contiene, atrapado separado y aislado de la totalidad, en la forma, en la figura, que se agranda y espesa, de los límites de su cárcel.
La partícula, al sentirse atrapada, aislada, no hace más que moverse y girar frenéticamente sobre sí misma. Paradójicamente con esto, no hace más que aumentar su angustia, su padecimiento, porque en vez de disminuir la distancia que lo separan, esta aumenta, la distancia que lo divide lo auto excluye de lo real.
Sostiene mantiene produce reproduce su propia burbuja, su habitabilidad, su flotabilidad, las condiciones propias de su propia autoenajenación, auto sustentación, pese a que gire y gire sobre sí mismo, no hay retorno a lo real.
Al gira sobre la materialidad del lenguaje, al repetirse en función del lenguaje, genera su propia flotabilidad, estructura y reconstruye incesantemente constantemente, la estructura simbólica, de la membrana del lenguaje, de la que depende, pende, lo distinguen, lo significan, que le separan de lo real.
Que le permite rodar sobre lo real, sin mojarse, ni hundirse, ni reventar, ni diluirse, sin estallar, en contacto y pese a la fricción con lo real. Se haya excluido, exento, tanto de la muerte como de la vida, es decir por fuera de lo real.
La sustancia
pegajosa
más jodida
es la lengua
una vez
que te atrapa
y envuelve
ya no podrás
escapar
a sus límites
a la descomposición
desagregación
de su gestión
Eduardo, gracias por tu comentario.
Muriel se escucha bien!
A ver si entendí bien. O mal. Según Apola, ¿todos los tratamientos psicoanalíticos actuales son fallidos? ¿Iatrogénicos, quizás? Huuummmm... Sorry si entendí mal. Pero es lo que me transmiten cada vez que escucho a alguien de Apola.
Hola. Entiendo que pueda parecer eso. Pero, de qualquier manera, no es eso lo que intenté articular. Reconocí diferentes modalalidades psicoanalíticas de tratar o problema y presenté la mia, que no se presume ni mas o menos fallida que las outras, aunque pretende ser coerente e con cierta potencia heurística. Gracias por tu comentario.