RUTA DE LOS CASTILLOS (CALA) - HUELVA

Cala es un municipio español de la provincia de Huelva, Andalucía.
Los orígenes de Cala se remontan desde el tiempo de los romanos, que fueron los que le dieron el nombre de Restituta Llulia; la conservaron también los godos y los árabes quienes construyeron en la ciudad un castillo-fortaleza que está situado actualmente en la parte más alta de la ciudad, casi a las afueras del pueblo.
El Castillo de Cala es un fortaleza de estilo gótico-mudéjar y construcción militar de los s. XII, XIII y XIV. Construido de fábrica de mamposteria de piedra y planta casi rectangular, con cuatro torres rectangulares y otras tres semicirculares.
Constituía la tercera línea defensiva de la Banda Gallega, establecida frente a los intereses expansionistas portugueses.
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Se levanta sobre un cerro de unos 650 m. de altitud. Presenta planta irregular (tendente a rectangular) y está aislada totalmente respecto de la población. El sistema constructivo es similar al de otras fortalezas serranas tales como Encinasola, Cumbres de San Bartolomé…
Después de la conquista árabe, Fernando III El Santo conquistó la pequeña comarca de Cala de 1246 a 1248. Una vez muerto Fernando III, su hijo Alfonso X El Sabio, se adjudicó su señorío a la ciudad de Sevilla, concediéndole sus mismos fueros y privilegios.
Un dato que debemos destacar en la historia de Cala es la fama que cultivó en la época romana debido a los ladrillos que allí se fabricaban, diferentes de los demás porque secos y sin cocerse no se sumergían en el agua y eran muy ligeros para no oprimir con su peso la fábrica de los edificios y por su materia esponjosa y dura, semejante a la piedra pómez, eran refractarios a la humedad.
Durante el régimen liberal, en España, hacia 1812 y al formarse la provincia de Huelva, Cala deja de pertenecer a Sevilla y pasa a pertenecer a la actual provincia, asignándola al Partido Judicial de Aracena.
Los orígenes de Cala están ligados a las extracciones mineras. Conserva vestigios fenicios, romanos y de la época de repoblaciones en la Edad Media.
Queremos destacar algunos aspectos mejorables de la limpieza y peligrosidad para acceder al castillo. Estas pequeñas deficiencias consideramos que son de fácil solución y esperamos que pronto se ponga en valor tan recia fortaleza por el bien de toda la Comarca. No olvidemos que la palabra Cala significa Hermosa.
Ángel fue mi copiloto del vuelo y sus indicaciones fueron las precisas, tanto en la ruta trazada como en la maniobra de salida por el portón principal.
No nos pudimos ir de Cala sin probar el mosto de Cañamón acompañado de un guarrito frito, guiso de oreja y "menudos". Gracias Cala por hacernos sentir tan felices; tan felices fuimos que hasta volamos.
"Un pájaro que murió me dio un consejo: ten siempre en la mente el vuelo" (Forugh Farrojzad).
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