Que recuerdos de cuando empecé a tocar la gaita con Eduardo y las veces que fui a su obradoiro en la azotea de la calle Virtudes en Centro Habana. Las charlas con Rodolfo Posada. Cabezón y testarudo pero noble. Vivía cerca de mi casa en la Habana vieja. Aparte de clarinetista de la banda de ejército era relojero y luthier.
Si Carlos Ñúnez emociona tanto con su música es porque es treméndamente generoso al hacernos partícipes de su amor por ella
What an incredible gift you have Carlos and your sharing and discovery of music from different cultures
Que recuerdos de cuando empecé a tocar la gaita con Eduardo y las veces que fui a su obradoiro en la azotea de la calle Virtudes en Centro Habana. Las charlas con Rodolfo Posada. Cabezón y testarudo pero noble. Vivía cerca de mi casa en la Habana vieja. Aparte de clarinetista de la banda de ejército era relojero y luthier.