Oleaje en Santander - Cantabria en 4K

La mar bravía azota con fuerza las rocas de la Playa del Camello en Santander. Su rompiente sonido desatado y enfurecido, de hermosos colores y distinguido aroma, nos transporta espumeante a nuestra infancia.
Las grandiosas olas braman al romper y muchas veces saltan por encima de la rocosa isla de Mouro y su faro hasta hacerlo desaparecer con su espuma. Desde el nivel del mar hasta la linterna del faro hay 39 metros y sobrecoge este espectáculo, uno de los más fotografiados por su bella composición.
La espuma brota como una colección de estrellas fugaces junto al precipicio del acantilado o sobre la arena de la orilla con su sábana de espuma. La mar hostil llega en oleadas rompiendo sobre rocas, encadenando sus olas.
Grandes olas se abalanzan sobre el muro del Chiqui, saltándo con fiereza su atalaya. Esta zona junto con el Parque de Trueba y el Cormorán se inundan durante los temporales, colocándose diques metálicos y sacos de arena para repeler el agua.
Molinucos es la cala de menores dimensiones de Santander con magníficas vistas al Sardinero y la península de la Magdalena y está más resguardada del oleaje.
En Cabo Menor se disfruta de la fuerza y el poder de la naturaleza con el viento peinando la cresta de las olas del Mar Cantábrico que trepan por el acantilado.
El viento genera el oleaje que se desplaza sobre la superficie del agua con movimientos ondulatorios y oscilaciones periódicas formadas por crestas y depresiones que se desplazan horizontalmente.
Las olas de aguas profundas son ondas de superficie y no están influenciadas por el fondo, pero las costeras si lo están, transformándose en olas costeras, u olas de masa.
La mayoría de ellas llega a la costa con una inclinación. La parte de la ola más cercana a la costa alcanza las aguas poco profundas antes que la parte más lejana, por lo que "siente" primero el fondo, desacelerándose y haciendo que la ola se doble o refracte creando las corrientes marítimas.
Mataleñas es una de las calas más bonitas de toda la costa cántabra, enclavada en un paisaje impresionante, entre los acantilados de Cabo Mayor y Cabo Menor que la protegen del viento y oleaje.
Los acantilados costeros se forman cuando las olas erosionan la costa rocosa, creando una pared vertical de capas de roca expuesta.
Las olas tienen una tremenda energía, viajan miles de kilómetros y rompen finalmente contra la costa donde provocan la erosión. La playa se crea a medida que la arena es depositada.
Cabo Mayor es sobrecogedor con el cantábrico bravo. Su faro es un privilegiado balcón al mar y a la Ciudad, y una de las construcciones más emblemáticas y sugerentes de Santander. Aquí los acantilados tienen cotas de 50 metros de altura sobre el nivel del mar.
En los acantilados de Cueto rompen las olas más conocidas Europa, celebrándose el campeonato de surf “La Vaca Gigante”. Estas olas alcanzan más de 6 metros de altura, pero con fuerte marejada pueden superan los 10 metros.
Disfrutar del tremendo oleaje con sol y calor desde los miradores de la Magdalena, el Sardinero o los acantilados de Cabo Menor y Mayor se convierte en algo inolvidable.

Enamorada de Cantabria. Volveré. Saludos desde Costa Maresma (Barcelona)

Me encantó el canal. Calidad de imagenes y buena entonación narrativa. Suscrita +👍

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