Los autobuses colombianos que fracasaron. / Colombian buses that failed.

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  • Опубліковано 5 вер 2024
  • A finales de los años 80’s y durante los 90’s circularon por las calles de Bogotá 4 exóticos buses de 2 pisos que atraían miradas por donde iban pasando. Eran los prototipos de Carrocerías El Sol, empresa fundada por el boyacense Carlos Julio Vargas Mendoza, también diseñador y constructor de estos vehículos.
    El objetivo era, por supuesto, obtener las homologaciones para fabricarlos en serie y venderlos a las compañías transportadoras de todo el país. Los ofrecían con diversos equipamientos según su destinación tanto para el servicio urbano o intermunicipal. Los carros estaban equipados con motores Cummins y transmisiones Fuller y Allison.
    Se les vio en ferias y eventos deportivos decorados con la imagen de marcas como Coca-Cola, Singer, Soda Clausen y Davivienda. Tiempo después se les veía recorriendo Bogotá de extremo a extremo, transportando pasajeros en rutas de la compañía Sidauto S. A., mediante un convenio para ponerlos a prueba y en demostración. Se les vio también en excursiones por el país, llevando grupos estudiantiles y empresariales.
    El más aparatoso de todos fue el Tracto bus El Cóndor de los Andes, que tenía un jardín con plantas vivas en su interior. Constaba de una unidad tractora y un gigantesco tráiler para transportar 155 personas.
    En los tiempos en que El Sol empezó a diseñar y construir estos buses, Trans Milenio no existía ni en proyecto. Aún así, cuando se empezó a diseñar el nuevo sistema de transporte masivo, postuló su tracto bus pero no fue tenido en cuenta. Aunque no fue invitado a la presentación de prototipos en la plaza de Bolívar en diciembre de 1999, con presencia del ministro de transporte y el alcalde de la época, el decidió llevar su gigantesco tacto bus al evento, obviamente sin autorización. Pero las cartas ya estaban echadas. Con el tiempo se vio que las escogidas serían las carrocerías brasileñas.
    Don Carlos Julio Vargas argumentaba ante sus detractores que sus vehículos eran mejores que los europeos porque estaban diseñados para las destrozadas vías bogotanas y contaban con estructura de acero inoxidable para mayor seguridad de sus usuarios.
    Pasaron los años y sus modelos nunca fueron homologados por las entidades estatales encargadas. Se dice que había intereses oscuros del gobierno y los empresarios del transporte. En una sola palabra: CORRUPCIÓN.
    El señor Vargas murió en 2013 desvastado por no ver materializado su sueño de ver sus creaciones rodando por las vías de Colombia transportando millones de viajeros.
    Sus prototipos finalmente fueron chatarrizados y al parecer uno se perdió en los patios debido a un procedimiento irregular de agentes de tránsito que lo inmovilizaron.
    La empresa continuó unos años más construyendo con relativo éxito ambulancias y otros vehículos especiales encargados principalmente por entidades del Estado, paradójicamente, antes de su cierre definitivo en 2018.
    Ahora tu opinión: El gobierno debió darle una oportunidad al señor Vargas autorizándole la fabricación de sus buses haciéndoles los correspondientes ajustes? O crees que la inventiva criolla no tiene nada qué hacer ante los grandes conglomerados del primer mundo?.
    Te leemos en COMENTARIOS.
    Tags: Historia del transporte en Colombia, transporte terrestre, ingeniería mecánica, Trans Milenio, Ministerio de Transporte, industria automotriz, industria carrocera, industria y comercio, bus, omnibuses, autobuses. industria colombiana, double decker buses, london bus.

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