CD GENERACIÓN DE EMILIANO, Vol. 2. Intérprete: Grupo Generación. Invitados: Ismael Resquín, Patricia Álvarez, Luis Álvarez. Luis Álvarez Producciones. 2010
El sol arrebolado se hunde en el Poniente y acecha sigiloso el triste anochecer sus cárdenos reflejos desmayan lentamente en ritmo con mi inmenso, profundo padecer. Conmigo va la noche envuelto en su ancho velo como un fantasma loco mi pobre corazón. Las noctívagas aves del mal y del desvelo sobre mi alma cruzan en larga procesión. Llena un frío de ausencia mi lóbrego aposento y a Dios solo confieso mi tétrico sufrir. Y tú, lejos, amada, ignoras mi tormento ignoras el martirio de mi intenso vivir. Mi senda entenebrida está llena de espinas agudas y punzantes espinas del dolor. Los jilgueros huyeron de la selva vecina ya no sueltan al viento su música de amor. Las flores que otrora brindó la primavera hoy pálidas y mustias están en la orfandad todas tiemblan y gimen en la angustiosa espera aguardando que vuelvas mi voluble beldad. Así también yo vivo herido con tu ausencia distante de tu gracia, sin escuchar tu voz. Las alas del destino arrastran sin clemencia mi barca de esperanza que a ti fuera veloz. Aquel dichoso nauta hoy náufrago y sin tino zozobra entre las olas del mar de la aflicción. Amada, tú lo sabes: perdido está el marino porque apagó el destino su faro de ilusión. Perdí ya tu cariño, perdí ya tus amores lo que perder pudiera perdido todo está. Mi estrella favorita me niega sus fulgores, sus besos de esperanza no son para mí ya. Errante en la intemperie, mas siempre decidido iré buscando sombra mejor que la de ayer soñando con tu cariño y en tu encanto florido y en la rosada gloria de nuevo amanecer. Desde el remoto instante de aquella vez primera tu nombre es como un himno que idealizó mi amor. Y florece en mis versos como una primavera en la que eres reina, mi resedá en flor. Comprendo que es humano sufrir las decepciones comprendo lo voluble que fue tu corazón comprendo tu inocencia, por esos estos renglones Fernanda, amada mía, te llevan mi perdón. Qué vivas tú contenta mientras malignos labios diabólicos se empeñan en malograr mi bien. Aquí yo estoy de pie para afrontar agravios el odio, las traiciones y el sable del desdén. Mañana si te vieras por rutas indecisas llorando desengaños cargados de dolor ven Fernanda a mis brazos que sobre las cenizas perennemente tuyo encontrarás mi amor. No importa que tu gracia florezca en mano ajena no importa que se burlen de mi fe y mi ilusión y aunque mi senda encuentre de lodo y zarzas llena rencor no guardará mi pobre corazón. Tal vez el egoísmo falaz y traicionero que loco destruyera mi nido de placer mañana se transforme y sea en mi sendero como una flor que arome mi triste atardecer. Adiós dulce Fernanda, soñada novia mía, me voy con paso incierto buscando otro vergel. Adiós aquellos ojos que fueron mi alegría adiós aquellos besos que fueron todo miel. Letra: EMILIANO R. FERNÁNDEZ
El sol arrebolado se hunde en el Poniente
y acecha sigiloso el triste anochecer
sus cárdenos reflejos desmayan lentamente
en ritmo con mi inmenso, profundo padecer.
Conmigo va la noche envuelto en su ancho velo
como un fantasma loco mi pobre corazón.
Las noctívagas aves del mal y del desvelo
sobre mi alma cruzan en larga procesión.
Llena un frío de ausencia mi lóbrego aposento
y a Dios solo confieso mi tétrico sufrir.
Y tú, lejos, amada, ignoras mi tormento
ignoras el martirio de mi intenso vivir.
Mi senda entenebrida está llena de espinas
agudas y punzantes espinas del dolor.
Los jilgueros huyeron de la selva vecina
ya no sueltan al viento su música de amor.
Las flores que otrora brindó la primavera
hoy pálidas y mustias están en la orfandad
todas tiemblan y gimen en la angustiosa espera
aguardando que vuelvas mi voluble beldad.
Así también yo vivo herido con tu ausencia
distante de tu gracia, sin escuchar tu voz.
Las alas del destino arrastran sin clemencia
mi barca de esperanza que a ti fuera veloz.
Aquel dichoso nauta hoy náufrago y sin tino
zozobra entre las olas del mar de la aflicción.
Amada, tú lo sabes: perdido está el marino
porque apagó el destino su faro de ilusión.
Perdí ya tu cariño, perdí ya tus amores
lo que perder pudiera perdido todo está.
Mi estrella favorita me niega sus fulgores,
sus besos de esperanza no son para mí ya.
Errante en la intemperie, mas siempre decidido
iré buscando sombra mejor que la de ayer
soñando con tu cariño y en tu encanto florido
y en la rosada gloria de nuevo amanecer.
Desde el remoto instante de aquella vez primera
tu nombre es como un himno que idealizó mi amor.
Y florece en mis versos como una primavera
en la que eres reina, mi resedá en flor.
Comprendo que es humano sufrir las decepciones
comprendo lo voluble que fue tu corazón
comprendo tu inocencia, por esos estos renglones
Fernanda, amada mía, te llevan mi perdón.
Qué vivas tú contenta mientras malignos labios
diabólicos se empeñan en malograr mi bien.
Aquí yo estoy de pie para afrontar agravios
el odio, las traiciones y el sable del desdén.
Mañana si te vieras por rutas indecisas
llorando desengaños cargados de dolor
ven Fernanda a mis brazos que sobre las cenizas
perennemente tuyo encontrarás mi amor.
No importa que tu gracia florezca en mano ajena
no importa que se burlen de mi fe y mi ilusión
y aunque mi senda encuentre de lodo y zarzas llena
rencor no guardará mi pobre corazón.
Tal vez el egoísmo falaz y traicionero
que loco destruyera mi nido de placer
mañana se transforme y sea en mi sendero
como una flor que arome mi triste atardecer.
Adiós dulce Fernanda, soñada novia mía,
me voy con paso incierto buscando otro vergel.
Adiós aquellos ojos que fueron mi alegría
adiós aquellos besos que fueron todo miel.
Letra: EMILIANO R. FERNÁNDEZ
Espectacular
Tal vez el egoísmo falaz y tricionero
GRANDE EMILIANO
GRANDE GENERACIÓN!!!🎉🎉
Obra cumbre de Emiliano Rivarola Fernández
bofetada de poema