LUNA TUCUMANA - RAUL CHULIVER
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- Опубліковано 7 лют 2025
- El guitarrista y folklorista RAUL CHULIVER interpreta instrumentalmente la famosísima zamba de Atahualpa Yupanqui LUNA TUCUMANA. Compuesta hacia 1948, por los pagos del TAfi, Acheral en Tucumán. Fue registrada el 23 de enero de 1949. La partitura se publica en 1950. Una zamba que la grabaron gran cantidad de conjuntos y solistas. Se la grabó en forma coral, cantada e instrumental. En la época del boom del folklore de los años sesenta, se difundía en las emisoras porteñas, la escuchaba principalmente por Atahualpa Yupanqui, Los Chalchaleros, y otros conjuntos de la època. Fue una de las primeras zambas que aprendí allá por 1963.
Si hay un símbolo que mezcla lo poético, lo musical y lo más profundo de nuestro ser, es la luna tucumana. Quizá fue desde que Atahualpa Yupanqui lo expresó con una justeza en sus palabras que sorprende. Y dejó bien en claro, como lo expresa en su canción “Luna tucumana”, que él no le cantaba a la luna porque alumbraba y nada más. En una entrevista, hace muchos años, Don Ata contó la historia sobre por qué compuso esa canción, que es realmente un mimo al alma. Allí, cuando la soledad llega, Atahualpa encontró en la luna una compañera. Decía Don ATa:
Comencé a hacer mis viajes a caballo entre Tucumán y Tafí del Valle. Para hacer esa travesía de treinta horas cuesta arriba, cuesta abajo, tres cerros, algunas quebradas y un largo faldeo en el Valle de las Carreras para entrar a Tafí, yo tenía una mula en Acheral. Una deliciosa aldea que conocí, amé y jamás olvido... ¡Acheral de Tucumán! Ahí tenía mi mula y de ahí salí ocho o diez veces durante ocho o diez años seguidos. Jamás fui en automóvil a Tafí del Valle, siempre al montao, desde Acheral a Tafí del Valle. Eso con el tiempo me trajo esta facultad y este montón de recuerdos y de ideas. Y las ganas de decirle mi amor y mi cariño y mi recuerdo permanente a Tucumán, a Acheral y sobre todo a la luna tucumana. Porque yo salía a las cinco de la mañana, a las cuatro de la mañana, ensillaba mi caballo, mi mula, y salía. Y recién me amanecía en el faldeo, a mitad del camino... ¡recién me amanecía! Vale decir que la luna me acompañó siempre, por eso digo en los versos “Yo no le canto a la luna, porque alumbra y nada más, le canto porque ella sabe de mi largo caminar". (Atahualpa Yupanqui)
En Argentina, zamba es el nombre que recibe un género de música y un baile que son característicos de la región del noroeste. La zamba forma parte de lo que se conoce como el folklore argentino, danza que se baila en todo el paìs.
Derivada de la zamacueca, un estilo originario del Perú, la zamba puede tener un compás de 6/8, de 3/4 o una combinación de ambos. En el baile, la coreografía combina tres figuras: el arresto, la media vuelta y la vuelta entera, que suponen diferentes movimientos de los integrantes de la pareja de danza.