El colibri y la flor

Cuando entré a la Escuela Nacional de Música, me hice amigo de Marco Vinicio Robelo, un estudiante de violonchelo que, además, tenía un talento especial para cantar. A él le escuché esta canción, llamada “El Colibrí y la Flor”. En aquel entonces yo tenía un especial temor a cantar, fruto de los comentarios de un “profesor” de música de la secundaria, que me hizo creer que yo no podía cantar. La canción ha sido poco grabada y es un tanto desconocida, a pesar de lo bello de su letra. Sin embargo, me prometí a mi mismo que algún día cantaría esa canción. Me llevó varios años superar ese temor y, aunque se que no soy un gran cantante, pues me he atrevido a hacerle un arreglo y cantarla yo mismo. Hoy ocurre el paso cenital del sol sobre México-Tenochtitlán, una fecha importante para los mexicas, pues era cuando el sol Huitzilopochtli (el colibrí izquierdo) devoraba su propia sombra. Este día a medio día, los objetos no proyectan sombra. Pensando en este acontecimiento astronómico y en el colibrí y su significado, comparto mi arreglo de esta canción. Dicen que cuando vemos un colibrí, es porque alguien en el más allá nos manda un saludo. Marco Vinicio falleció hace años, pero lo sigo recordando con esta canción, así que seguramente desde donde esté, me está saludando.