¿Explotan Realmente Los Cadáveres Durante La Cremación?

Seamos realistas: ¿quién no pensó alguna vez qué pasaría si incineras accidentalmente un coco - o una pistola cargada? La muerte es inevitable, y aunque a algunos nos encantaría descansar a dos metros bajo tierra, otros se preguntan qué se siente al morir con una explosión - literalmente.
La leyenda urbana dice que cuando un cuerpo pasa por el horno del crematorio, las ardientes condiciones pueden dar lugar a una espectacular explosión del cadáver. El cuento más popular dice que la cabeza humana puede romperse como un huevo a altas temperaturas, haciéndose añicos en trozos de materia cerebral ardiendo.
Aunque te parezca que despedirte así es bastante genial, las pruebas de la explosión de cadáveres siguen siendo bastante escasas. Según una investigación reciente publicada en el Journal Of Forensic Sciences, una prueba de los efectos del fuego sobre los restos humanos demostró que las cabezas explosivas parecen ser un mito. Normalmente, una cremación típica es un asunto bastante aburrido en el que un cuerpo se reduce lentamente a cenizas en el transcurso de unas horas.
Hay cosas que pueden causar explosiones en los crematorios, pero suelen proceder de objetos inanimados que se dejan accidentalmente con el cuerpo o dentro de él - y no de los propios cadáveres. En segundo lugar, aunque es improbable que te estalle la cabeza, existe una remota posibilidad de que los gases nocivos que se dejan fermentar en nuestros cuerpos tras la muerte puedan dar a nuestros cadáveres cualidades explosivas.
Puede que las explosiones de cuerpos en crematorios sean en gran medida un mito, pero es cierto que, tras la muerte, el cuerpo humano puede volverse explosivo en las condiciones adecuadas. BBC Science Focus sostiene que existe una minúscula posibilidad de que un cadáver pueda explotar durante la cremación debido a la acumulación de gases en el cuerpo.
Si se deja el tiempo suficiente, el proceso de putrefacción que descompone nuestros cuerpos produce amoníaco, metano y sulfuro de hidrógeno - una mezcla potente e inflamable. Aunque, los procedimientos de embalsamamiento normalmente ralentizan este proceso de putrefacción, por lo que es muy poco probable que se produzca una bomba en un cadáver humano.
En cambio, es mucho más probable que tu cuerpo explote como una espantosa piñata si se deja en un mausoleo. Los cadáveres colocados en la superficie, en mausoleos, a veces explotan si se dan las condiciones adecuadas. Puede producirse un raro fenómeno conocido como "síndrome del féretro explosivo" cuando los féretros herméticamente cerrados y demasiado pequeños provocan una peligrosa acumulación de gas que no tiene adónde ir.
Ten por seguro que se producen explosiones en los crematorios - y con una regularidad sorprendente. No es inaudito que los seres queridos escondan objetos combustibles en los ataúdes, echando más leña al fuego. Los directores de funerarias también se olvidan a veces de comprobar los bolsillos de la gente, con consecuencias potencialmente desastrosas.
En estos casos, los objetos electrónicos, como los teléfonos móviles, se encuentran entre los culpables más comunes - aunque, a veces se envían al fuego objetos más inusuales. Según BBC, en el 2018, un coco explosivo olvidado en un ataúd provocó un incidente en Bolton, en el Reino Unido, mientras que en EE.UU. se produjo una cremación explosiva en Boston en el 2023, cuando una pistola cargada olvidada junto al cadáver pasó desapercibida para el personal, según Boston News 25.
Los equipos médicos que salvan vidas también pueden convertirse en un peligro si nadie piensa en retirarlos de un cadáver. Según un estudio publicado por JRSM, sólo en la mitad de los crematorios del Reino Unido se produjeron explosiones relacionadas con marcapasos. En un caso especialmente desastroso, un marcapasos abandonado en un cadáver en Francia destruyó un horno crematorio al explotar con la fuerza de 2 gramos de TNT, según The Independent. La viuda del fallecido fue acusada posteriormente de daños y perjuicios por no mencionar el dispositivo en los formularios requeridos.
Aunque los cuerpos rara vez explotan como bombas, cuando se inflaman, la grasa corporal humana sí tiene el potencial de provocar incendios mortales lo bastante graves como para destruir funerarias. El aumento de la obesidad en el mundo desarrollado hizo más probable este tipo de incendios y obligó a algunos crematorios a cambiar su funcionamiento. US Funeral Online señala que, en Estados Unidos, el tamaño máximo de las puertas de las máquinas crematorias aumentó de 83 a 132 centímetros para hacer frente a la expansión de las cinturas.
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[@juliodiaz9996]

Buen video.

[@santiagoduran4379]

Pasu maquina que dato más turbio

[@mattproduceroficialoiste]

buen video 🤙🏻

[@Tropicthunder0303]

Humor negro🎉🎉🎉🎉😅