Esta semana os proponemos el poema sinfónico «La Semana Santa de Málaga» de Perfecto Artola. Este compositor natural de Benassal (Castelló) pasó la mayor parte de su carrera al frente de la Banda Municipal de Málaga. En esta ciudad se le considera la figura que cambió la música cofrade con títulos como Virgen de Gracia (1984), Himno de Coronación (1988), Jesús de la Sentencia (1990), Cristo de la Humildad (1982),… Dentro de su catálogo, «La Semana Santa de Málaga», fue compuesta en 1958. Se trata de un poema sinfónico descriptivo que pretende reflejar su visión de la pasión, muerte y resurrección. En ella inserta elementos procedentes de la música popular malagueña, además de dos saetas a través de un saxo alto y un oboe, así como los compases de la «Marcha fúnebre» de Chopin. Según la base de datos de «Patrimonio musical» este es uno de los pocos poemas sinfónicos de influjo procesional que existen. Ahora bien, el deseo por describir este acto religioso lo tenemos localizado en otras composiciones como «Es xopà… hasta la Moma» (1886) de Salvador Giner, «La procesión del Rocío» (1912) de Joaquín Turina o «Impresión de Jueves Santo en Sevilla» (1938) de Manuel López Farfán.
Esta semana os proponemos el poema sinfónico «La Semana Santa de Málaga» de Perfecto Artola.
Este compositor natural de Benassal (Castelló) pasó la mayor parte de su carrera al frente de la Banda Municipal de Málaga. En esta ciudad se le considera la figura que cambió la música cofrade con títulos como Virgen de Gracia (1984), Himno de Coronación (1988), Jesús de la Sentencia (1990), Cristo de la Humildad (1982),…
Dentro de su catálogo, «La Semana Santa de Málaga», fue compuesta en 1958. Se trata de un poema sinfónico descriptivo que pretende reflejar su visión de la pasión, muerte y resurrección. En ella inserta elementos procedentes de la música popular malagueña, además de dos saetas a través de un saxo alto y un oboe, así como los compases de la «Marcha fúnebre» de Chopin.
Según la base de datos de «Patrimonio musical» este es uno de los pocos poemas sinfónicos de influjo procesional que existen. Ahora bien, el deseo por describir este acto religioso lo tenemos localizado en otras composiciones como «Es xopà… hasta la Moma» (1886) de Salvador Giner, «La procesión del Rocío» (1912) de Joaquín Turina o «Impresión de Jueves Santo en Sevilla» (1938) de Manuel López Farfán.