Vosotros orad así. Padre Jesús. Junio 20 2024. Juan de Matera, Santo.

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  • Опубліковано 19 чер 2024
  • Juan de Matera, Santo.
    Abad.
    Martirologio Romano: En el monasterio de San Jacobo de Foggia, en la Apulia, Italia, san Juan de Matera, abad, insigne por su austeridad y su predicación al pueblo, que instituyó la Congregación de Pulsano en la región del Gárgano, bajo la Regla de san Benito († 1139).
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    EVANGELIO
    Del santo Evangelio según San Mateo 6, 7-15
    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando recen, no usen muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No sean como ellos, pues su Padre sabe lo que les hace falta antes de que lo pidan. Ustedes oren así: ‘Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal’. Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, también a ustedes los perdonará su Padre celestial, pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre perdonará sus ofensas”.
    Palabra del Señor.
    LECTIO DIVINA
    PARA MEDITAR
    Qué bueno es sabernos hijos e hijas de Dios Padre y poder invocarlo, saludarlo y llamarlo Padre nuestro. Porque la existencia de Dios y su paternidad solo son efectivas y expresión de una verdad que da identidad cuando acogemos y aceptamos ese don que Jesús nos ha dado con total generosidad: “Oren así”. Además, porque para que se realice la necesaria y consciente filiación, la paternidad debe ser asumida, apropiada, hecha realidad en la cotidianidad de nuestra vida cristiana. Que Dios sea Padre nuestro exige una opción de cada uno de los miembros de la comunidad cristiana, requiere asumirlo lo más posible en nuestra propia existencia.
    Nosotros encontramos el acceso a Dios Padre en las palabras pronunciadas por Jesús, que llama a Dios “Padre” y que quiere que también nosotros nos dirijamos a Él con esa mima palabra “Padre”. Jesús llama a Dios Padre, lo tutea, podríamos decir, y quiere que también nosotros entremos en una comunicación de tú a tú con Él. Jamás lo hubiéramos pensado ni lo hubiéramos descubierto así, pero Él lo ha revelado como Padre nuestro.
    PARA REFLEXIONAR
    ¿Cómo enseñar a orar al que no sabe sin complicarle la existencia con fórmulas y oraciones, sino llevándolo personalmente a la comunión con el Dios Padre nuestro, Padre de Jesucristo?
    ¿Qué podemos hacer para que el Padrenuestro no se convierta en una oración mecánica?
    ORACIÓN FINAL
    Padre, gracias porque Jesús nos ha dicho cómo debemos orar, nos ha dado las palabras justas que responden a tu Voluntad, a tu querer, a tu Providencia al amor y al perdón al prójimo. Danos tu Espíritu Santo para hacer de esta oración comunitaria nuestra identidad, nuestro origen y nuestra meta. Amén.
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    «Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo»
    Rev. D. Emili MARLÉS i Romeu
    (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
    Hoy, el Señor nos quiere ayudar a crecer en un tema central de nuestra vida cristiana: la oración. Nos advierte que no recemos como los paganos que intentan convencer a Dios sobre aquello que quieren. Muchas veces pretendemos conseguir lo que deseamos a través de la insistencia, haciéndonos “pesados” a Dios, creyendo que conseguiremos hacernos escuchar con nuestra verborrea. El Señor nos recuerda que el Padre está constantemente solícito de nuestra vida y que, en todo momento, él sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos (cf. Mt 6,8). ¿Vivimos con esta confianza? ¿Tengo la conciencia de que el Padre me lava los pies continuamente y que sabe mejor que nadie lo que necesito en cada momento (en las cosas grandes y en las pequeñas)?
    Jesús nos abre un nuevo horizonte de plegaria: la oración de quienes se dirigen a Dios con la conciencia de hijos. El tipo de relación que tengo con una persona determina la manera en la que le pido las cosas, y también aquello que puedo esperar de ella. De un padre, y especialmente del Padre celestial, lo puedo esperar todo y sé que tiene cuidado de mi vida. Por eso Jesús, que vive siempre como un auténtico hijo, nos dice «no estéis preocupados por vuestra vida: qué vais a comer» (Mt 6,25). ¿Realmente tengo esta conciencia de hijo? ¿Me dirijo a Dios con la misma familiaridad con que lo hago con mi padre o mi madre?
    Después, Jesús nos abre su corazón, y nos enseña cómo es su relación/plegaria con el Padre para que la hagamos también nuestra. Con la oración del “Padrenuestro” Jesús nos enseña a vivir como hijos. San Cipriano tiene un conocido comentario al “Padrenuestro”, en el que nos dice: «Debemos recordar y saber que, cuando llamamos “Padre” a Dios, tenemos que obrar como hijos suyos, a fin de que él se complazca en nosotros, como nosotros nos complacemos de tenerlo por Padre».
    evangeli.net/evangelio/dia/20...

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