Hembra de pico menor excavando su nido de descanso.

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  • Опубліковано 9 лют 2025
  • Durante una mañana de otoño, gracias a que escuchamos piar a esta hembra de pico menor, pudimos localizarla posada sobre el tronco de un árbol, si no hubiera sido por esa costumbre suya de marcar así su territorio, habría sido imposible detectarla, su tamaño se asemeja al de un gorrión y cuando la vimos estaba completamente inmóvil, permaneció así durante varios minutos, posiblemente atenta a nuestros movimientos y estudiando los riesgos que podía suponer nuestra presencia, nos quedamos quietos y en silencio, afortunadamente pronto descartó los riesgos y decidió adoptar un comportamiento totalmente deshinibido y se dedicó a excavar su nido con insistencia, con total dedicación y a sacar el serrín que se acumulaba en el fondo, durante mucho tiempo, marchándose en 2 ocasiones y regresando pronto a su tarea.
    Según creo recordar, en alguna ocasión leí que la afición a la ornitología es beneficiosa para desarrollar determinadas capacidades del cerebro, las imágenes de las aves que logramos retener en nuestra memoria van incrementando nuestra base de datos referente a las siluetas y su identificación y esa actividad va incrementando nuestra capacidad de detección y reconocimiento, eso es lo que me gusta pensar que ocurrió cuando logré detectar a esta hembra, todavía no se como mi cerebro pudo detectar que la minúscula mancha que había en el tronco podía ser justo la silueta del pico menor que había escuchado unos segundos antes, cuando cogí los prismáticos y comprobé que la había localizado, no daba crédito, era la primera vez que veía a un individuo de esta especie y era aún más pequeño de lo que imaginaba, así que podéis imaginar la emoción que vivimos al poder disfrutar ese momento.
    De fondo se pueden escuchar en 3 ocasiones los disparos de los cazadores y aunque ella reaccionó bien, tuvimos suerte de que la matanza se estuviera produciendo lejos de esta zona pero es fácil imaginar la repercusión de estas agresiones sobre la fauna más próxima a los disparos, lamentablemente, a pesar de que las poblaciones de aves se han reducido considerablemente y cada día hay más especies en riesgo de extinción, todavía no hemos sido capaces de mantener esta actividad tan agresiva alejada de las especies más sensibles ni tan siquiera de los caminos o zonas pobladas, así que mientras esto no cambie deberemos seguir esquivando los disparos y soportando su estruendo y sus daños colaterales.

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