Bolaceando | Carlos Ramón Fernández

Поділитися
Вставка
  • Опубліковано 12 вер 2024
  • 🎥CANAL: / 38sonmejores
    🐎 FACEBOOK: Click - viid.me/qboNE4
    🎧 Blog: milongasgauchas...
    👍Twitter: Seguinos -- viid.me/qboNXF
    🐎 Conviértete en miembro de este canal para disfrutar de ventajas:
    / @38sonmejores
    Era una noche lluviosa
    el mate invita a reunion,
    alrededor del fogón
    se hablaba de muchas cosas.
    Fue allá en la estancia "Las Rosas",
    tres viejitos conversando;
    mil sucedidos contando
    y el perro muy aburrido,
    se había quedado dormido
    de escucharlos ¿bolaceando!.
    Uno hablaba de pialadas,
    era un tal Braulio Contreras,
    -"de cien yeguas, puert'ajuera
    dejó treinta desnucadas"...
    Y el viejo Ciriaco Almada
    de diminuta figura,
    a todos les asegura:
    que él era muy atrevido,
    "pialaba con un torcido
    prendido de la cintura".
    Y Don Gómez ha contao
    que pegó tantas rodadas,
    y de echar tantas paradas
    tiene los pies machucaos.
    En un alazán pesao
    dice que el domingo espera
    pa entrenarse a su manera
    en esas lindas jornadas,
    ¡sale a practicar rodadas
    corriendo entre vizcacheras!
    Y cuenta que un desbocao
    lo tuvo cerca del hoyo,
    iba derecho al arroyo
    y un palo le había pegao;
    dice que salió parao
    pero que no le fue bien,
    era tan ligero el tren
    de carrera aquél criollo,
    pa' no caerse al arroyo
    se pegó un palo él también.
    El encargao escuchó
    y al otro día bien temprano,
    junto con otros paisanos
    varias yeguas encerró.
    Al "parador" lo invitó,
    junto con los pialadores,
    querían rendirle honores
    si es que algo demostraban;
    y de paso recordaban
    aquellos tiempos mejores.
    Don Gómez entró a apartar
    una yegua en el corral,
    pero ahí nomás le fue mal,
    algo le empezó a fallar.
    Le comenzó a tropezar
    una baya medio zorra,
    llena de abrojo y de porra
    la echó en una atropellada;
    no va y pegó una rodada
    y lo apretó hasta la gorra.
    Armó don Braulio Contreras
    con una preciosa armada,
    y una tordilla pesada
    se le acercó en la tranquera,
    el viejo tranquilo espera
    y la armada se enarbola;
    con una tortita sola
    me lo agarró medio flojo;
    casi le sacó los ojos
    con la cerda de la cola.
    Le tocó a Ciriaco Almada,
    ese la corría en fija;
    se ató el lazo a la verija
    y comenzó a hacer la armada;
    salió una yegua tostada
    se lo volcó a lo campero,
    el tiro no fue certero,
    una pata fue a enganchar;
    y lo fueron a buscar
    casi al fondo del potrero.
    Una semana internados,
    los tres viejos estuvieron;
    cuando a la estancia volvieron,
    comentaban lo pasado;
    y ninguna se ha achicado
    se los suele ver matiando;
    tantas historias contando
    de cuentos y sucedidos
    el perro sigue dormido
    y los viejos: ¡bolaceando!

КОМЕНТАРІ •