Corteza de Río

No son obstáculos,
Son escalones para subir,
Y te encuentras,
Un vitral oscuro que es una herida
Una herida que es la entrada a un mundo visceral que es, en sí misma, la Realidad;
Sangre enterrada que es puente conector de cobre vegetal,
Conexión micelia de las raíces con el beso húmedo de la Madre,
Del movimiento a la antítesis que descontractura la ironía de no saber pedir,
De la jaula dúpida que son, arrecifes de proverbios manchados por una expectativa que nunca llegó
De la inocente célula que desea un abrazo de leche caliente y galletas a medianoche
Del canto lirio es un poema de fuego que se diluye en materia sintiente con los colores del ADN de Dios
De helix octúpodas que descienden del último rayo de Sol y caen al Mar dulce que reina una Mustia de faldas cascadas
De cascadas una muela helada que amordaza su poesía,
Quema tu dureza y de esa miel derretida mastila siete velas que son aletas de tu canoa de madera semilla
Lleva tu poiesis al origen
Lleva tu poesía a la praxis y de la praxis a tu consciencia
Eres la carne que siente, llena de certezas, que se ahogan por un tabú que te persigue por dejar a tus padres jugar
Llevas las cartas de tu Ser afianzadas a tu rostro
Tu Ser es la montaña de huesos que empujan la piel a reconectarse con su fe
Al presente
Solo dar
Solo recibir
Entregarse
Sin culpa
Solo fe de ser
Y por fin entender
Que de siempre haber sido,
Seguirás siendo
Yo soy Hoy
Y siempre es hoy