EL CELOSO EXTREMEÑO - de Miguel de CERVANTES SAAVEDRA

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  • Опубліковано 28 лис 2024
  • EL CELOSO EXTREMEÑO: ...Contemplaba Carrizales en sus barras, no por miserable, porque en algunos años que fue soldado aprendió a ser liberal, sino en lo que había de hacer dellas, a causa que tenerlas en ser era cosa infructuosa; y tenerlas en casa, cebo para los codiciosos y despertador para los ladrones. Habíase muerto en él la gana de volver al inquito trato de las mercancías, y parecíale que conforme a los años que tenía, le sobraban dineros para pasar la vida, y quisiera pasarla en su tierra y dar en ella su hacienda a tributo, pasando en ella los años de su vejez en quietud y sosiego, dando a Dios lo que podía, pues había dado al mundo más de lo que debía. Por otra parte consideraba que la estrecheza de su patria era mucha y la gente muy pobre, y que el irse a vivir a ella era ponerse por blanco de todas las importunidades que los pobres suelen dar al rico que tienen por vecino; y más cuando no hay otro en el lugar, a quien acudir con sus miserias. Quisiera tener a quien dejar sus bienes después de sus días; y con este deseo tomaba el pulso a su fortaleza, y parecíale que aún podía llevar la carga del matrimonio; y en viniéndole este pensamiento, le sobresaltaba un tan gran miedo que así se le desbarataba y deshacía, como hace a la niebla el viento. Porque de su natural condición era el más celoso hombre del mundo aun sin estar casado, pues con sólo la imaginación de serlo le comenzaban a ofender los celos, a fatigar las sospechas, y a sobresaltar las imaginaciones; y esto con tanta eficacia y vehemencia que de todo en todo propuso de no casarse.
    Y estando resuelto en esto, y no lo estando en lo que había de hacer de su vida, quiso su suerte que pasando un día por una calle, alzase los ojos y viese a una ventana puesta una doncella....

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