A Jesús se le acuso falsamente, cuando algunos "testigos" afirmaron que Lo habían escuchado decir -- "Yo destruiré este templo, y en tres días lo edificare". Entre otras acusaciones, esta fue parte de la justificación para darle Su muerte en la Cruz. Guardando las grandes diferencias ente el caso de la falsa acusación a Jesucristo y la del sacerdote Santiago Cesar Gonzalez, no dejan de ser cobardes e injustas. Por lo tanto este caso debe de ser motivo de refeccionar, para quienes de una forma u otra intervinieron para hacer esta difamación y escándalo en contra de este sacerdote. Porque de antemano cualquier hombre con prudencia y buena FE, antes de darle cabida a una acusación que ponga en riesgo su libertad, prestigio, honradez y buena fama de quien sea, debería de cerciorarse plena y totalmente de la veracidad o falsedad del caso. No se puede ignorar que una lengua mata en vida, pues el escándalo a una persona la estigmatiza el resto de su vida -- aun sabiendo que fue falsa su acusación --, porque siempre habrá quien se ampare en un chisme para "querer ver la viga en el ojo ajeno", derivado de un supuesto que a nadie le consta ni lo constata. ¿O como -- si; pudiéramos verlo -- estarán esas almas que injustamente acusaron a Jesús, para justificar Su muerte? -- Seguro, si pudieran volver a este mundo, publicarían en todos los medios posibles en todo el mundo su falso testimonio, pues concluyo en la mas grande injusticia que jamas haya visto y sabido el hombre. Pues aun después de 2000 años seguimos Crucificando a Dios Hecho Hombre, por una FALSA acusación...!!
¿Es que en la Archidiócesis de Sevilla no hay vergüenza o qué? ¿Por qué encima le prohíben a D. Santiago escribir en su Blog? Con pastores como Asenjo no hacen falta lobos.
Un abrazo fuerte desde México, querido amigo Santiago!!!
A Jesús se le acuso falsamente, cuando algunos "testigos" afirmaron que Lo habían escuchado decir -- "Yo destruiré este templo, y en tres días lo edificare".
Entre otras acusaciones, esta fue parte de la justificación para darle Su muerte en la Cruz.
Guardando las grandes diferencias ente el caso de la falsa acusación a Jesucristo y la del sacerdote Santiago Cesar Gonzalez, no dejan de ser cobardes e injustas.
Por lo tanto este caso debe de ser motivo de refeccionar, para quienes de una forma u otra intervinieron para hacer esta difamación y escándalo en contra de este sacerdote.
Porque de antemano cualquier hombre con prudencia y buena FE, antes de darle cabida a una acusación que ponga en riesgo su libertad, prestigio, honradez y buena fama de quien sea, debería de cerciorarse plena y totalmente de la veracidad o falsedad del caso.
No se puede ignorar que una lengua mata en vida, pues el escándalo a una persona la estigmatiza el resto de su vida -- aun sabiendo que fue falsa su acusación --, porque siempre habrá quien se ampare en un chisme para "querer ver la viga en el ojo ajeno", derivado de un supuesto que a nadie le consta ni lo constata.
¿O como -- si; pudiéramos verlo -- estarán esas almas que injustamente acusaron a Jesús, para justificar Su muerte? -- Seguro, si pudieran volver a este mundo, publicarían en todos los medios posibles en todo el mundo su falso testimonio, pues concluyo en la mas grande injusticia que jamas haya visto y sabido el hombre.
Pues aun después de 2000 años seguimos Crucificando a Dios Hecho Hombre, por una FALSA acusación...!!
¿Es que en la Archidiócesis de Sevilla no hay vergüenza o qué?
¿Por qué encima le prohíben a D. Santiago escribir en su Blog?
Con pastores como Asenjo no hacen falta lobos.