Cuando ya me empiece a quedar solo - Sui Generis - Piano

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  • Опубліковано 4 гру 2024

КОМЕНТАРІ • 15

  • @fernandovnn2554
    @fernandovnn2554 2 роки тому +7

    Muy bella versión, me gustaran los cambios armónicos que hiciste, quedan muy bien

  • @oscarortega5199
    @oscarortega5199 2 роки тому +2

    Extraordinaria versión 👏👏👏🎹

  • @JustoGorosito
    @JustoGorosito 2 роки тому

    hermoso

  • @fabbionq
    @fabbionq Рік тому

    hermosa version! usas un ampli de guitarra con el piano?

    • @peppersclemens86
      @peppersclemens86  Рік тому

      Muchas gracias! Acá esta conectado directo a una placa de audio y la PC. El ampli que se ve es de viola pero no lo estoy usando 😁

  • @elliotberrio9464
    @elliotberrio9464 2 роки тому

    que teclado estas usando?, muy buen cover, me encanto

  • @conradooscaresrobles5926
    @conradooscaresrobles5926 2 роки тому

    muy buena la version, podrias decirme de donde sacaste la partitura? 😁😁

    • @peppersclemens86
      @peppersclemens86  2 роки тому +4

      Muchas gracias! 🙂. No tengo partitura, es una interpretación propia

    • @mirtachara5085
      @mirtachara5085 Рік тому

      Conrado....tengo una partitura.. pero me cuesta tocarla!!!!!

  • @javiersantosrodriguez4136
    @javiersantosrodriguez4136 2 роки тому +6

    Las vejeces son muchas veces descarnadas y pobres. Pobres material y espiritualmente. Como si por la suerte de la longevidad que les tocó, que la vida les dio como gracia, dios y la patria las hubiesen demandado y condenado - después de haber amado, trabajado una vida entera, luego de pagar sus impuestos, sus facturas, incluso después de haber ido a la guerra - no solo a sentir el reuma y la humedad de este tiempo loco y senil, sino la falta total de dignidad, de respeto, de amor en muchos casos. Los viejos se vuelven como un mueble gastado y viejo dentro de muchas y muchas familias: olvidados en un rincón de la casa ven pasar sus últimos años viudos y solos, esperando con paciencia una muerte que les dé más amor, más compañía, más respeto. Hasta que finalmente alguien llama por teléfono para decirles feliz cumpleaños y entonces piensan que estará sorda la abuela, que el viejo no llega rápido a levantar el tubo. ¿Se habrá caído? Y ahí sí, van todos corriendo a ver si pasó, a ver si realmente pasó lo que todos esperan. Pero la vida nos sorprende sin permiso y el tiempo trae las canas, los achaques y las manías; quienes fuimos niños pronto conseguimos la barba o las mamas, cambiamos la voz o se nos ensanchan las caderas. Ahí la flor de la edad nos sonríe desde el espejo más erótico y narciso. Nos engañamos un poco, pero sabemos que no queda en eso la cosa. Tenemos que seguir transitando la vida en lo que para la eternidad es simple un pestañeo, un chasquido entre dos nadas. Cuando nos damos cuenta ya estamos en el rincón de la casa, viendo otras generaciones vivir mientras nos marchitamos poco a poco y nos olvidan como a un viejo, a una vieja, a alguien que ya se va yendo sin prisa ni parpadeo.