Cuando uno "madura" aprende a visualizar las falsas apariencias, hábitos y actitudes que no aportan nada. Mucha gente de ciudad está atrapada en esa falsa apariencia y resulta muy desagradable el compartir momentos o experiencias con ellos, son como muñecos parlantes unos iguales a otros, y cuando vives en la naturalidad o simpleza de la vida vas descubriendo que toda esa fachada de personalidades vacías y planes que comentas son innecesarios porque intoxican el día a día. Aunque hay extremos en todos lados, porque la falta de cultura y valores de ciertas personas de barrio son brutales, solo hay que pasearse por barrios humildes y da miedo observar la falta de limpieza y demás lindezas que te encuentras detrás de esas personas de barrio que dicen ser los abanderados del país. Nunca dejaría a mi hija en manos de esa gente de bar, son perdedores de la vida que también intoxican con sus miserias. El término medio está el equilibrio, ni falsas apariencias y personas vulgares.
Gracias por tu comentario Salvador! muy de acuerdo con tu aporte, tu termino de madurez es el que yo combino con recuperar tu niño interior, volver al estado de serie, somos como un coche con tantas modificaciones que ya perdió su esencia, si estamos perdidos, debemos volver a ese estado de serie en lo básico: amabilidad, paciencia, ilusión, bondad, alegría! Gracias y un abrazo!
Muy identificado con este vídeo, gracias
Gracias a ti por el comentario! un fuerte abrazo!
Cuando uno "madura" aprende a visualizar las falsas apariencias, hábitos y actitudes que no aportan nada. Mucha gente de ciudad está atrapada en esa falsa apariencia y resulta muy desagradable el compartir momentos o experiencias con ellos, son como muñecos parlantes unos iguales a otros, y cuando vives en la naturalidad o simpleza de la vida vas descubriendo que toda esa fachada de personalidades vacías y planes que comentas son innecesarios porque intoxican el día a día.
Aunque hay extremos en todos lados, porque la falta de cultura y valores de ciertas personas de barrio son brutales, solo hay que pasearse por barrios humildes y da miedo observar la falta de limpieza y demás lindezas que te encuentras detrás de esas personas de barrio que dicen ser los abanderados del país. Nunca dejaría a mi hija en manos de esa gente de bar, son perdedores de la vida que también intoxican con sus miserias.
El término medio está el equilibrio, ni falsas apariencias y personas vulgares.
Gracias por tu comentario Salvador! muy de acuerdo con tu aporte, tu termino de madurez es el que yo combino con recuperar tu niño interior, volver al estado de serie, somos como un coche con tantas modificaciones que ya perdió su esencia, si estamos perdidos, debemos volver a ese estado de serie en lo básico: amabilidad, paciencia, ilusión, bondad, alegría! Gracias y un abrazo!