La Cocina | Boric y «coñete» / Vallejo abandona Viña
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- Опубліковано 12 тра 2024
- No te pierdas un nuevo episodio de La Cocina. En ella estaremos hablando sobre el desenlace de la ley corta de Isapres. Además, analizaremos la renuncia de Camila Vallejo como “ministra encargada” de los damnificados de la Región de Valparaíso. Surgen dudas sobre el plan de reactivación educativa del Gobierno y Boric espera anunciar proyecto estrella de Grau en la cuenta pública relativo a la permisología. Por último, comentaremos los dichos del presidente Boric contra la banca y el categórico “sesgo antiempresarial” que los líderes de los negocios le imputan a Gabriel Boric. Esto y mucho más en vivo y en directo en todas nuestras plataformas. ¡Los esperamos!
Invitado: Gerardo Varela
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Gracias chiquillos ,un abrazo desde Osorno Fuerza Patriotas Libertarios 🇨🇱🙏🇨🇱🙏🗽🇨🇱🗽🇦🇷
Buenos programas 💪
Historia del loco del barrio Yungay
De un día para otro llegó a vivir al barrio un loco, era bastante desgarbado, generalmente usaba un abrigo oscuro que le quedaba muy grande, parecía un niño con la ropa del papá, enemigo del baño lo que le daba un aspecto de andar siempre desaseado, a veces olvidaba subir el cierre de su pantalón y obviamente odiaba usar cinturón, tampoco usaba corbata, herencia de un antiguo Toc, sentía que si usaba corbata, esta le iría apretando el cogote hasta estrangularlo.
El loco se levantaba bastante tarde y salía a caminar por el barrio, empezó a ser conocido por los otros paisanos, algunos lo saludaban al pasar, en realidad el loco no se veía como alguien de temer. El loco les daba la mano, el problema es que después seguía saludando a gente invisible, que solo él veía… saludaba y saludaba, algunas veces hacía pequeñas reverencias, giraba sobre si mismo como un trompo, el loco gesticulaba, agrandaba los ojos y hacía muecas, estiraba la mano y la sacudía. En una ocasión empezó a jugar con una niña que encontró en un parque de juegos, de esos que tienen instalaciones de columpios y resfalines, en un juego de plástico se metió el loco y a medio camino quedó atorado, tuvieron los vecinos que traer una sierra para sacarlo y había que escuchar como gritaba el pobre loco.
El loco acostumbraba a subirse a los árboles para echarse una siesta, su árbol preferido era un viejo y alto ciprés, con cierta agilidad trepaba hasta la copa del árbol, llevaba consigo una vieja y traposa manta, allí se acomodaba entre las ramas y dormía por horas. Era su lugar secreto favorito, se sentía el rey del mundo, podía escuchar lo que hablaba la gente al pasar, podía ver todo sin ser visto cumpliendo la fantasía de ser invisible, el loco era feliz, a pesar que ese viejo árbol también era el lugar favorito de las ratas que llegaban a anidar con sus crías.
En más de alguna ocasión el loco se subía sobre un cajón y daba un discurso, en esas manifestaciones improvisadas su rostro era serio y grave, sus cejas se contraían formando un surco profundo sobre su nariz. El loco pronunciaba amenazas a viva voz, gritaba ¡los voy a perseguir como perros! ¡Por aire, mar, tierra y la estratosfera! La gente se detenía a escucharlo, algunos incluso aplaudían y todos se reían.
Una noche el loco estaba profundamente dormido, cuando de pronto sintió un estruendo, se despertó y dio un salto de la cama, su rostro alterado buscaba el origen del ruido, salió corriendo a la calle y preguntaba a viva voz dónde había sido el estallido, el loco empezó a correr por las calles preguntando a los pocos paisanos que pasaban dónde había sido la explosión, pero nadie había escuchado nada…
El loco sigue ahí viviendo en el barrio Yungay, todos están acostumbrados a sus excentricidades, a sus discursos, sus amenazas, a verlo correr a media noche en medio de la calle, medio vestido, medio desnudo preguntando dónde fue la explosión y todos saben que todo ocurre en su trastornada cabeza.
Se ve muy mal
Hay que invertir en la calidad de imagen y audio chicos. Es una falta de respeto a la inteligencia y los propios invitados. Saludos