Los deseos de nuestro corazón se reflejan en nosotros - 08.09.24

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  • Опубліковано 9 лют 2025
  • Santiago 4:1-8 La amistad con el mundo
    ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? 6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
    Santiago comienza haciendo una pregunta y la responde, las guerras y el mal vienen de las pasiones, de los malos deseos del corazón.
    los pleitos, las iras y contiendas vienen de los malos deseos del corazón.
    Los deseos del corazón se reflejan en las ansias de poder.
    lo primero que sale de nuestra boca es lo que esta anidado en el corazón.
    En lugar de buscar la paz en Dios la buscamos en las cosas materiales y en el poder, y al no encontrar la paz nos frustramos.
    No podemos vivir condicionados a la vieja manera de vivir, ya no somos los mismos de antes, nuestro corazón debe cambiar y debemos dejar atrás los pleitos y las discordias.
    Dios nos enseña en su palabra como vivir, nos explica de una y otra manera como quiere que vivamos
    Cuando nuestras oraciones están motivadas por medios egoístas estamos utilizando a Dios como un medio para conseguir nuestros fines y no para hacer su voluntad, eso es lo que revela el corazón.
    Debemos pedir a Dios conforme a su voluntad y el bendecirá nuestras vidas.
    Santiago es claro cuando escribió: someteos a Dios resistid al diablo y huira de vosotros
    ¿Cómo nos sometemos a Dios?
    Rindiéndonos a El, reconociendo que sin el nada podemos hacer, debemos reconocer su soberanía y autoridad.
    nosotros no somos quien para condicionar o cuestionar la voluntad de Dios.
    debemos negarnos a nosotros mismos y seguirlo a EL.
    debemos buscar su voluntad a través de la oración.
    La voluntad de Dios es Buena, agradable y perfecta, confiemos en ella.
    ¿Qué es lo que realmente ahí en tu corazón?
    Santiago nos desafía a enfrentar esa realidad y examinar nuestros corazones.
    Que El Espíritu Santo nos permita entender y ver lo que realmente hay en nuestros corazones.
    Rodolfo Portal
    Aposento de Restauración

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