Por alguna razón, ver recogerse el tercio marcando el paso perfectamente y siguiendo al sudario hasta el altar mayor, con los aplausos de la comisión de iglesia, es (como espectador y como penitente) una de las cosas más preciosas y emocionantes. Orden y marcialidad hasta el final ❤
Por alguna razón, ver recogerse el tercio marcando el paso perfectamente y siguiendo al sudario hasta el altar mayor, con los aplausos de la comisión de iglesia, es (como espectador y como penitente) una de las cosas más preciosas y emocionantes. Orden y marcialidad hasta el final ❤