II Módulo Ciencias contemplativas. Vicente Haya. El Haiku como vía de contemplación

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  • Опубліковано 23 гру 2024

КОМЕНТАРІ • 15

  • @socosattui
    @socosattui 5 місяців тому +1

    Una de las más bellas ponencias que he escuchado. Muchas gracias.

    •  5 місяців тому

      Sin duda

  • @pacoayal
    @pacoayal 9 місяців тому +3

    Un camino místico donde los haya. Sólo hay que experimentarlo. ¡Y qué bien que lo expresa y lo incentiva el maestro Haya! Gracias y mil gracias por compartirlo.

    •  9 місяців тому

      Es un gran Maestro

  • @Tomas33392
    @Tomas33392 7 місяців тому +3

    Fantástica conferencia, gracias por compartirla.

    •  7 місяців тому +1

      Muchas gracias

  • @lilianadelrosario1
    @lilianadelrosario1 9 місяців тому +3

    genial. gracias desde colombia

    •  9 місяців тому

      Gracias a vosotros

  • @anaf5523
    @anaf5523 9 місяців тому +2

    Fue muy especial.

    •  9 місяців тому

      Sin duda

  •  9 місяців тому +4

    No sé por qué Don Vicente evita decir que el haiku está ligado en su origen y desarrollo a la actividad meditativa (contemplativa) de los monjes del budismo zen. De todos modos es una conferencia interesante y motivante. Gracias.

    •  9 місяців тому +2

      Bueno había poetas que no meditaban y también los escribían

    • @Juan-ub6ex
      @Juan-ub6ex 4 місяці тому

      Reacción tras leer Aware.
      No sé qué es haiku, sí cuando no. Esto parece decirnos resumidamente en su libro “Aware” Vicente Haya. La contratapa destaca que hay 88 puntos para entender el Haiku, al menos para dejarnos en el paladar el gusto elusivo de él. 88! Infinito más infinito. Son demasiados. A la vez como un abuelito que malcría a su nieto Don Vicente afirma que estas casi leyes son anuladas con una: la mirada inocente de niño que puede salteárselas sin problemas. Y nos da el ejemplo del haiku infantil de la hormiguita que sube y luego baja por la hierba. O de cuándo un haiku es bueno, pidiéndole a un niño que nos lo dibuje o represente. Si no logra hacerlo el haiku es falso o imperfecto.
      Cosas tan infinitesimales como la deyección o caquita de pájaro puede ser parte del aware.( emoción profunda) (Confieso que estuve tentado a quejarme...Haya, podría ser el canto del pájaro o su vuelo que nos trasmite la sensación de elevación poética…pero no… por una caquita!!!)... Todos saben en Japón- me desasna él- que la vida tiene wabi-sabi, esa sensación íntima de unión con el mundo a través de la belleza profunda y que es sentida por uno. Basta que genere aware; aun la caquita del pájaro solo con pasar del no ser al ser, o mejor del ser no visible hasta ser visibilizado por el observador sensible que no menosprecia su condición. Y poniéndose serio filosofa sobre el feísmo “los que no son espectadores de la existencia, sino son la existencia no admiten la distinción ontológica entre los seres Buda, caca, luna como tampoco aceptan las diferencias de valor entre las acciones humanas ya sea orinar, acariciar etc …”

      Con respecto a la trama del idioma japonés me explica que a veces sin verbo, adverbio,
      y adjetivos se puede atrapar en una red de 17 sílabas( su fórmula canónica) la existencia de las cosas, el suceder de los eventos por el que afirma se entra a lo sagrado. Esta proeza idiomática - no cesa de aclarar una y otra vez- es inaccesible para la mentalidad occidental y menos sin tener conocimiento del idioma. Uno tiene la sensación de ser un exiliado y que la comida nipona de muchos platos nos llega fría y desabrida al español. Haya tiene la ventaja del conocimiento de la cultura nipona como del idioma y claro, piensa como traductor que es, que sigue por intrincados caminos. Por un lado nos guía por el sentido visual y por otro nos deja solos frente al mar como un ciego oyéndolo, sintiendo la brisa táctil o el sabor de la sal entrando por los poros. También, que hay juegos de palabras que son intraducibles como las homófonas que requieren de pausa, de un corte para saber cuál corresponde. Con respecto al Haiku en sí me entero que en él no hay metáfora; cero Yo (salvo que esté diluido en el asombro); casi nada de subjetividad. Me enseña que el poeta consumado (lo llama Haijin)no satisfecho con ser testigo del transcurrir de un acto en las estaciones de la naturaleza logra revelar la sensación de lo que aún no ocurre en ella, o está a punto de hacerlo. No hay en el haiku significados ocultos, la noche es noche y nada más. A la vez me dice-no sin cierta influencia mística- que es un camino de transformación para quien lo cultiva. Nada de religión Unipersonal ni de Dios creador. Nada de budismo Zen, esa filosofía que a través del Koan, intenta pulverizar el pensamiento lógico y discursivo y llevarnos a otro sentido de la realidad. No señor: fuera Satori del Haiku; fuera plenitud del vacío y percepción de los mil mundos. La realidad pelada. Aunque a veces use palabras contaminadas como espíritu o alma me aclara que el haiku no es una experiencia de santidad como se entiende en otras doctrinas, sino que es mejor ser ignorante y no iluminado.
      Con respecto a los popes del Haiku, de Buson opina que es el menos apreciado en occidente en concordancia con el crítico Blyth, pero vá más lejos: Se anima a responder que el haiku” es lo que escribía Buson. De Basho alterna con la calificación y la descalificación; de Issa que es un genio pero que escribía malos haikus y por ello es el más popular en “Occidente” debido a que humanizaba a la naturaleza en quien proyectaba su dolor cosa que no es bien vista en la cultura de la vergüenza de Japón. Cuando habla de poetas laureados en el idioma español que intentaron tímidamente el género usa los términos científicos “lobotomizado” para Benedetti u obsesivo para Borges. A Octavio Paz no le vá mejor al acusarlo de ignorante por tratar de unir haiku con zenismo. Razón tiene, al aclarar que no es un producto literario ni una fórmula de 17 sílabas, ni se puede usar el término Haiku ligeramente para hacer marketing y surfear subidos a la ola del éxito que su nombre atrae.
      Pero no todo es fracaso, impotencia para aquellos que en algún momento nos acercamos al haiku. Los consejos de Haya que suelen ser profundos a veces trascurren claros, como un arroyo que nos deja ver el fondo accesible. Entonces permite aproximarme más confiado a este arte de la sugerencia a través de la economía verbal sumado a la escasez de detalles de la realidad que uno debe ir descubriendo para completarlos en la imaginación. Y así, desestimando toda sacrílega esperanza me animo… “algún día…. escribiré aunque sea un haiku” con la feliz sensación de que es armonioso, amable, accesible y que no hay que tener los ojos rasgados para degustarlo. Y ya sin complejo de inferioridad exclamar ¡ No solo son felices los niños que pueden entrar a la dimensión de un Haijin consumado como Buson!. También como quien se arroja de un alto trampolín, si somos aprendices de la percepción de la naturaleza y con paciencia logramos plasmar un aware tras muchos cestos de papeles llenos o basura flotante en la compu podremos llegar por un tortuoso camino a realizar un haiku o un casi-Haiku.
      Colofón: Tras leer y releer los 88 y salir airoso del tribunal de la inquisición de Haya cuya ironía, implacabilidad, burla a los mediocres, ignorantes y hasta indiferencia, descubro que tras esta aparente dificultad hay en su ensayo pasajes que pueden darme una o muchas claves si estoy dispuesto a abrir los receptores al silencio. “el haiku surge del silencio y aunque es palabra no lo destruye.”