EL PECADO IMPERDONABLE - BUSCANDO EL ROSTRO DE JESÚS - DEVOCIONAL DIARIO

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  • Опубліковано 4 лип 2024
  • EL PECADO IMPERDONABLE
    BUSCANDO EL ROSTRO DE JESÚS
    DEVOCIONAL DIARIO
    05 julio 2024
    En nuestro caminar cristiano, uno de los temas más inquietantes y a menudo malinterpretados es el concepto del pecado imperdonable. Mateo 12:31 nos ofrece una advertencia seria: hay un pecado que no será perdonado. ¿Qué significa esto realmente? ¿Es posible que un creyente pueda cometer este pecado y quedar sin esperanza de redención? Acompáñame en esta reflexión para desentrañar estas preguntas a la luz de la Escritura y descubrir cómo podemos vivir en la plenitud del perdón de Dios.
    La naturaleza del pecado imperdonable ha generado muchas preguntas y temores entre los creyentes. Es vital abordar este tema con cuidado y reverencia, buscando el entendimiento correcto a través de una exégesis profunda y una interpretación coherente de la Biblia. Este devocional se propone esclarecer qué es este pecado, su contexto, y cómo podemos vivir una vida que agrada a Dios, evitando caer en un estado de rechazo persistente y deliberado de Su obra en nuestras vidas.
    EXÉGESIS DE MATEO 12:31
    El contexto de Mateo 12:31 es crucial para entender el significado de este versículo. Jesús acababa de sanar a un hombre endemoniado, ciego y mudo. Los fariseos, al ver el milagro, acusaron a Jesús de expulsar demonios por el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios (Mateo 12:24). En respuesta, Jesús les reprendió y les explicó que un reino dividido contra sí mismo no puede sostenerse. Luego, advirtió sobre la blasfemia contra el Espíritu Santo, señalando que esta blasfemia no sería perdonada ni en este siglo ni en el venidero (Mateo 12:32).
    La blasfemia contra el Espíritu Santo, según el contexto, se refiere a atribuir las obras del Espíritu Santo a Satanás. Es un rechazo consciente y deliberado del poder y la obra de Dios, atribuyéndolo al maligno. Este pecado revela un corazón endurecido que ha resistido la verdad y la gracia de Dios de manera persistente y obstinada. Este acto no es simplemente una declaración blasfema, sino una postura continua de rechazo y oposición a la obra divina, mostrando una completa falta de arrepentimiento y sensibilidad espiritual.
    Para entender mejor la gravedad de este pecado, debemos considerar la naturaleza del Espíritu Santo y Su papel en la salvación. El Espíritu Santo es quien convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan 16:8). Negar y blasfemar contra el Espíritu Santo es rechazar la única fuente de convicción y arrepentimiento, lo que hace imposible la salvación, ya que la persona no tiene deseo de volver a Dios.
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