Estimado, escuchándolo me surgieron varias dudas que quería compartir. Si la Iglesia fue fundada por nuestro señor Jesucristo con el objetivo de llevar el Evangelio a todo el mundo ¿Para qué sirve la Sinodalidad? La Iglesia se debe regir por lo que Jesucristo enseñó, lo que los Apóstoles nos transmitieron y lo que los Padres de la Iglesia enseñaron. Eso ha sido siempre así. Me parece que este tema de la Sinodalidad pretende introducir en la Iglesia la concepción modernista, surgida de la nefasta Revolución Francesa, de que todas las decisiones deben ser tomadas por el "Pueblo" porque si no es "Autoritarismo". Confunden la Iglesia con el mundo que siempre cambia y va "mudando". La Iglesia es siempre igual: jerárquica y su cabeza Jesucristo aunque eso ya no esté "de moda". Democratizando la Iglesia la mundanizamos. La Iglesia nunca fue del mundo, si se mundaniza, se divide, diluye y se extingue como ya está ocurriendo en muchos países. Creo que si queremos fortalecer la Iglesia, hay que volver a las enseñanzas de Jesucristo que por la tradición de la Iglesia llegaron hasta nuestros días. No hace falta ninguna innovación, sino todo lo contrario. Saludos cordiales
Querido hermano en Cristo, Agradezco profundamente tu sincera preocupación por la Iglesia y tu amor por las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Tu fidelidad a la tradición es admirable y refleja un corazón verdaderamente católico. Permíteme compartir contigo, con amor fraternal, algunas reflexiones sobre la sinodalidad que pueden ayudar a disipar tus inquietudes: La sinodalidad no es una innovación moderna ni una democratización de la Iglesia, sino que tiene sus raíces en los primeros tiempos del cristianismo. El primer ejemplo lo encontramos en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15), donde los Apóstoles y ancianos se reunieron para discernir juntos la voluntad del Espíritu Santo sobre cuestiones importantes para la Iglesia primitiva. Es importante comprender que la sinodalidad no busca reemplazar la estructura jerárquica de la Iglesia ni contradecir la autoridad del Magisterio. Al contrario, es una expresión de la naturaleza comunional de la Iglesia que el mismo Cristo estableció. Como nos recuerda el Concilio Vaticano II en Lumen Gentium, la Iglesia es el Pueblo de Dios, un cuerpo místico donde cada miembro tiene su función propia, siempre bajo la guía del Espíritu Santo y la autoridad de los sucesores de los Apóstoles. La sinodalidad reconoce que el Espíritu Santo actúa no solo a través de la jerarquía, sino también a través del sensus fidei de todo el pueblo de Dios. Como enseñó San Juan Henry Newman, la Iglesia consulta a los fieles en materias de doctrina, no porque la verdad sea determinada por opinión popular, sino porque el Espíritu Santo habita en todos los bautizados. Cuando hablamos de "caminar juntos" (significado literal de sinodalidad), no estamos adoptando valores seculares, sino viviendo el modelo de Iglesia que Cristo mismo nos mostró cuando caminó con los discípulos de Emaús, escuchándolos y guiándolos hacia la verdad. La sinodalidad no busca "cambiar" las verdades eternas de la fe, sino encontrar mejores formas de vivirlas y transmitirlas en cada época, manteniendo siempre la fidelidad al depósito de la fe. Como dijo San Vicente de Lerins: "En la Iglesia católica debe mantenerse absolutamente lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos." Te invito a ver la sinodalidad no como una amenaza, sino como una profundización de nuestra comprensión de la Iglesia como comunión, donde la jerarquía y el pueblo de Dios caminan juntos, cada uno según su vocación propia, hacia Cristo, nuestra Cabeza. Oremos juntos para que el Espíritu Santo continúe guiando a la Iglesia en su peregrinación terrenal, manteniéndonos fieles a Cristo y su mensaje eterno. ¿Qué te parece si profundizamos juntos en algún aspecto específico de esta reflexión que te gustaría explorar más? En Cristo y María Santísima.
@@nicanorjauregui1271hermano. No se esfuerce por darnos explicaciones. Ya todo está definido. Unos, con la iglesia sinodal del papa y otros con la Santa Iglesia de Jesucristo. Nunca vamos a aceptar los frutos malos que este movimiento está dando. El Señor te de su luz.
@@alonsocontreras9135 Mi muy estimado: Ud. puede afirmar lo que quiera, pero para ser creíble tiene que fundamentarlo; la fe no es un capricho. Ejemplos históricos que ilustran la evolución de la sinodalidad El Padre Pablo presenta una serie de ejemplos históricos que ilustran la evolución de la sinodalidad en la Iglesia Católica, desde sus inicios hasta la actualidad. ● El Concilio de Jerusalén (Hechos 15): Este evento, narrado en los Hechos de los Apóstoles, es presentado como un modelo temprano de sinodalidad. Ante la controversia sobre si los gentiles debían circuncidarse para convertirse al cristianismo, la Iglesia primitiva se reunió en asamblea para discernir la voluntad de Dios. Se destaca que la decisión no fue impuesta por una autoridad central, sino que surgió del diálogo y la escucha mutua entre los apóstoles y la comunidad1. Este evento marca un precedente importante para la toma de decisiones en la Iglesia, donde la consulta al pueblo de Dios juega un papel fundamental. ● El primer milenio de la Iglesia: El Padre Pablo menciona que durante el primer milenio de la Iglesia, la autoridad estaba "contenida y condicionada por la consulta al pueblo de Dios"2. Aunque no se proporcionan ejemplos concretos, se sugiere que este período se caracterizó por una mayor participación de la comunidad en las decisiones que la afectaban. Se menciona el principio de que "lo que afecta a todos debe ser decidido por todos"2, lo que implica una forma de ejercer la autoridad que se basa en la consulta y el consenso. ● La influencia del Imperio Romano: El reconocimiento del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano tuvo un impacto significativo en la estructura y el ejercicio de la autoridad en la Iglesia. Se señala que la Iglesia, al adoptar algunos modelos del Imperio, se fue alejando gradualmente del modelo sinodal de sus primeros siglos2. ● El cisma de Oriente y Occidente (1054): Este evento, mencionado por un participante en la conversación, es presentado como un ejemplo de las consecuencias negativas de la falta de diálogo y sinodalidad en la Iglesia. La separación entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente se debió, en parte, a diferencias en la comprensión de la autoridad y a la falta de espacios de encuentro y discernimiento común34. ● El Concilio Vaticano II (1962-1965): Este Concilio es considerado un hito fundamental en el camino de recuperación de la sinodalidad en la Iglesia Católica. Se menciona que el Concilio rescató la importancia de las iglesias particulares como fundamento de la Iglesia Universal4, y que promovió una visión de la autoridad basada en la escucha, el diálogo y la participación de todo el pueblo de Dios5. ● El Sínodo de la Amazonía (2019): Este Sínodo es destacado como un ejemplo de la sinodalidad en la práctica. Se menciona la participación de diversos actores de la Iglesia amazónica, incluyendo laicos, religiosos y obispos, en un proceso de escucha y discernimiento que buscó responder a los desafíos de la región6. ● La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe (2021): Este evento es resaltado como un ejemplo de la vitalidad de la Iglesia latinoamericana en el camino sinodal. Se menciona que la Asamblea, a diferencia de las Conferencias Episcopales anteriores, incluyó la participación de laicos, religiosos y obispos en un proceso de diálogo y discernimiento sobre los desafíos de la Iglesia en la región7. ● El Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024): Este Sínodo, actualmente en curso, es presentado como un nuevo paso en el camino hacia una Iglesia más sinodal. Se destaca la importancia del proceso de escucha y consulta a nivel diocesano, nacional y continental que precede a la asamblea sinodal, así como la participación de laicos, religiosos y obispos en la asamblea misma8. Estos ejemplos históricos, junto con la reflexión teológica sobre la perijóresis, ayudan a comprender la evolución de la sinodalidad en la Iglesia Católica. A pesar de los momentos de centralización y autoritarismo, la Iglesia ha ido recuperando gradualmente la importancia de la participación de todo el pueblo de Dios en su vida y misión. El Sínodo sobre la Sinodalidad es una oportunidad para profundizar en este camino y construir una Iglesia más participativa, dialogante y misionera.
Estimado, escuchándolo me surgieron varias dudas que quería compartir. Si la Iglesia fue fundada por nuestro señor Jesucristo con el objetivo de llevar el Evangelio a todo el mundo ¿Para qué sirve la Sinodalidad? La Iglesia se debe regir por lo que Jesucristo enseñó, lo que los Apóstoles nos transmitieron y lo que los Padres de la Iglesia enseñaron. Eso ha sido siempre así. Me parece que este tema de la Sinodalidad pretende introducir en la Iglesia la concepción modernista, surgida de la nefasta Revolución Francesa, de que todas las decisiones deben ser tomadas por el "Pueblo" porque si no es "Autoritarismo". Confunden la Iglesia con el mundo que siempre cambia y va "mudando". La Iglesia es siempre igual: jerárquica y su cabeza Jesucristo aunque eso ya no esté "de moda". Democratizando la Iglesia la mundanizamos. La Iglesia nunca fue del mundo, si se mundaniza, se divide, diluye y se extingue como ya está ocurriendo en muchos países. Creo que si queremos fortalecer la Iglesia, hay que volver a las enseñanzas de Jesucristo que por la tradición de la Iglesia llegaron hasta nuestros días. No hace falta ninguna innovación, sino todo lo contrario. Saludos cordiales
Querido hermano en Cristo,
Agradezco profundamente tu sincera preocupación por la Iglesia y tu amor por las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Tu fidelidad a la tradición es admirable y refleja un corazón verdaderamente católico.
Permíteme compartir contigo, con amor fraternal, algunas reflexiones sobre la sinodalidad que pueden ayudar a disipar tus inquietudes:
La sinodalidad no es una innovación moderna ni una democratización de la Iglesia, sino que tiene sus raíces en los primeros tiempos del cristianismo. El primer ejemplo lo encontramos en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15), donde los Apóstoles y ancianos se reunieron para discernir juntos la voluntad del Espíritu Santo sobre cuestiones importantes para la Iglesia primitiva.
Es importante comprender que la sinodalidad no busca reemplazar la estructura jerárquica de la Iglesia ni contradecir la autoridad del Magisterio. Al contrario, es una expresión de la naturaleza comunional de la Iglesia que el mismo Cristo estableció. Como nos recuerda el Concilio Vaticano II en Lumen Gentium, la Iglesia es el Pueblo de Dios, un cuerpo místico donde cada miembro tiene su función propia, siempre bajo la guía del Espíritu Santo y la autoridad de los sucesores de los Apóstoles.
La sinodalidad reconoce que el Espíritu Santo actúa no solo a través de la jerarquía, sino también a través del sensus fidei de todo el pueblo de Dios. Como enseñó San Juan Henry Newman, la Iglesia consulta a los fieles en materias de doctrina, no porque la verdad sea determinada por opinión popular, sino porque el Espíritu Santo habita en todos los bautizados.
Cuando hablamos de "caminar juntos" (significado literal de sinodalidad), no estamos adoptando valores seculares, sino viviendo el modelo de Iglesia que Cristo mismo nos mostró cuando caminó con los discípulos de Emaús, escuchándolos y guiándolos hacia la verdad.
La sinodalidad no busca "cambiar" las verdades eternas de la fe, sino encontrar mejores formas de vivirlas y transmitirlas en cada época, manteniendo siempre la fidelidad al depósito de la fe. Como dijo San Vicente de Lerins: "En la Iglesia católica debe mantenerse absolutamente lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos."
Te invito a ver la sinodalidad no como una amenaza, sino como una profundización de nuestra comprensión de la Iglesia como comunión, donde la jerarquía y el pueblo de Dios caminan juntos, cada uno según su vocación propia, hacia Cristo, nuestra Cabeza.
Oremos juntos para que el Espíritu Santo continúe guiando a la Iglesia en su peregrinación terrenal, manteniéndonos fieles a Cristo y su mensaje eterno.
¿Qué te parece si profundizamos juntos en algún aspecto específico de esta reflexión que te gustaría explorar más?
En Cristo y María Santísima.
@@nicanorjauregui1271hermano. No se esfuerce por darnos explicaciones. Ya todo está definido. Unos, con la iglesia sinodal del papa y otros con la Santa Iglesia de Jesucristo. Nunca vamos a aceptar los frutos malos que este movimiento está dando. El Señor te de su luz.
@@alonsocontreras9135 Mi muy estimado: Ud. puede afirmar lo que quiera, pero para ser creíble tiene que fundamentarlo; la fe no es un capricho. Ejemplos históricos que ilustran la evolución de la sinodalidad
El Padre Pablo presenta una serie de ejemplos históricos que ilustran la evolución de la sinodalidad en la Iglesia Católica, desde sus inicios hasta la actualidad.
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El Concilio de Jerusalén (Hechos 15): Este evento, narrado en los Hechos de los Apóstoles, es presentado como un modelo temprano de sinodalidad. Ante la controversia sobre si los gentiles debían circuncidarse para convertirse al cristianismo, la Iglesia primitiva se reunió en asamblea para discernir la voluntad de Dios. Se destaca que la decisión no fue impuesta por una autoridad central, sino que surgió del diálogo y la escucha mutua entre los apóstoles y la comunidad1. Este evento marca un precedente importante para la toma de decisiones en la Iglesia, donde la consulta al pueblo de Dios juega un papel fundamental.
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El primer milenio de la Iglesia: El Padre Pablo menciona que durante el primer milenio de la Iglesia, la autoridad estaba "contenida y condicionada por la consulta al pueblo de Dios"2. Aunque no se proporcionan ejemplos concretos, se sugiere que este período se caracterizó por una mayor participación de la comunidad en las decisiones que la afectaban. Se menciona el principio de que "lo que afecta a todos debe ser decidido por todos"2, lo que implica una forma de ejercer la autoridad que se basa en la consulta y el consenso.
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La influencia del Imperio Romano: El reconocimiento del cristianismo como religión oficial del Imperio Romano tuvo un impacto significativo en la estructura y el ejercicio de la autoridad en la Iglesia. Se señala que la Iglesia, al adoptar algunos modelos del Imperio, se fue alejando gradualmente del modelo sinodal de sus primeros siglos2.
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El cisma de Oriente y Occidente (1054): Este evento, mencionado por un participante en la conversación, es presentado como un ejemplo de las consecuencias negativas de la falta de diálogo y sinodalidad en la Iglesia. La separación entre la Iglesia de Oriente y la de Occidente se debió, en parte, a diferencias en la comprensión de la autoridad y a la falta de espacios de encuentro y discernimiento común34.
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El Concilio Vaticano II (1962-1965): Este Concilio es considerado un hito fundamental en el camino de recuperación de la sinodalidad en la Iglesia Católica. Se menciona que el Concilio rescató la importancia de las iglesias particulares como fundamento de la Iglesia Universal4, y que promovió una visión de la autoridad basada en la escucha, el diálogo y la participación de todo el pueblo de Dios5.
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El Sínodo de la Amazonía (2019): Este Sínodo es destacado como un ejemplo de la sinodalidad en la práctica. Se menciona la participación de diversos actores de la Iglesia amazónica, incluyendo laicos, religiosos y obispos, en un proceso de escucha y discernimiento que buscó responder a los desafíos de la región6.
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La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe (2021): Este evento es resaltado como un ejemplo de la vitalidad de la Iglesia latinoamericana en el camino sinodal. Se menciona que la Asamblea, a diferencia de las Conferencias Episcopales anteriores, incluyó la participación de laicos, religiosos y obispos en un proceso de diálogo y discernimiento sobre los desafíos de la Iglesia en la región7.
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El Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024): Este Sínodo, actualmente en curso, es presentado como un nuevo paso en el camino hacia una Iglesia más sinodal. Se destaca la importancia del proceso de escucha y consulta a nivel diocesano, nacional y continental que precede a la asamblea sinodal, así como la participación de laicos, religiosos y obispos en la asamblea misma8.
Estos ejemplos históricos, junto con la reflexión teológica sobre la perijóresis, ayudan a comprender la evolución de la sinodalidad en la Iglesia Católica. A pesar de los momentos de centralización y autoritarismo, la Iglesia ha ido recuperando gradualmente la importancia de la participación de todo el pueblo de Dios en su vida y misión. El Sínodo sobre la Sinodalidad es una oportunidad para profundizar en este camino y construir una Iglesia más participativa, dialogante y misionera.