Conocía a ti padre. Un hombre majísimo. una vez lo ví hacer tomas en Igualada con el Piper, las mejores tomas que he visto en mi vida con un Aerostar. Me juré que si un día me lo encontraba iría a el para darle la mano y darle la enhorabuena por tener esas manos y ser capaz de aterrizar un Aerostar en esa distancia. Un día lo ví por LELL, le pregunté si era el y me dijo que si, y tal y como me prometí le estreché la mano y le dije "menudas manitas tienes, yo sería incapaz de tomar así de bien jamás". Ahí empecé a charlar con el cuando nos cruzábamos por el bar. Me encantaba verle los sábados en LELL y tomar café con el. Siempre me pareció un hombre muy amigable y acccesible. A ti te conocí al poco tiempo del accidente (creo), pero tu no me recuerdas, viniste al taller (Avintair) donde hacíamos mantenimiento al Piper de tu padre. Un gran hombre, su pérdida nos afectó mucho a muchos de los que siempre rondamos por allí. A partir del accidente, cada vez que estoy por aterrizar siempre pienso que un aterrizaje nunca acaba hasta que no estás en el hangar aparcado. Siempre que voy a volar pienso: "no te relajes, si una persona con esa habilidad tuvo ese desgraciado accidente, qué no te puede pasar a ti"? Lo único bueno que me llevo es la lección de que si los buenos pilotos tienen percances, los que no somos tan expertos debemos ser mucho más atentos a todo. Un excepcional piloto. Que descanse en paz.
Papa, te echare de menos, buen viaje final.
Conocía a ti padre. Un hombre majísimo. una vez lo ví hacer tomas en Igualada con el Piper, las mejores tomas que he visto en mi vida con un Aerostar. Me juré que si un día me lo encontraba iría a el para darle la mano y darle la enhorabuena por tener esas manos y ser capaz de aterrizar un Aerostar en esa distancia. Un día lo ví por LELL, le pregunté si era el y me dijo que si, y tal y como me prometí le estreché la mano y le dije "menudas manitas tienes, yo sería incapaz de tomar así de bien jamás". Ahí empecé a charlar con el cuando nos cruzábamos por el bar. Me encantaba verle los sábados en LELL y tomar café con el. Siempre me pareció un hombre muy amigable y acccesible. A ti te conocí al poco tiempo del accidente (creo), pero tu no me recuerdas, viniste al taller (Avintair) donde hacíamos mantenimiento al Piper de tu padre. Un gran hombre, su pérdida nos afectó mucho a muchos de los que siempre rondamos por allí. A partir del accidente, cada vez que estoy por aterrizar siempre pienso que un aterrizaje nunca acaba hasta que no estás en el hangar aparcado. Siempre que voy a volar pienso: "no te relajes, si una persona con esa habilidad tuvo ese desgraciado accidente, qué no te puede pasar a ti"? Lo único bueno que me llevo es la lección de que si los buenos pilotos tienen percances, los que no somos tan expertos debemos ser mucho más atentos a todo. Un excepcional piloto. Que descanse en paz.