El Huérfano Letra: Francisco Garcia Jimenes Musica: Anselmo Aieta Era una noche de ésas, lluviosa, oscura y fría De huracanado viento, horrible de verdad, En horas avanzadas, cuando a mi hogar volvía Encontré a un pobre niño que en un portal dormía, Era una noche de ésas, de recia tempestad. De pronto estalla un trueno y al resplandor de un rayo Que iluminó un momento aquella oscuridad, Mis ojos observaron en ese breve lapso El rostro de ese niño, tan blanco como un manto, Aquel era el espectro de la mendicidad. Lo desperté y entonces, el niño, sorprendido Trataba de alejarse, pero yo le calmé, Le pregunté la causa que allí lo había traído, Y el niño me repuso, aun todo confundido: “Me sorprendió la noche, donde me hallara usted”. “Quién eres, dónde vives, dime, te has extraviado La noche es tan horrible, no puede haberla peor”, Me contestó llorando: “Soy un desamparado, En fin, yo soy un paria al que ni nombre han dado Y el mundo me conoce, por huérfano, señor”. “Me albergo al pie de un árbol, lo mismo que en un sitio Y vago por el mundo en alas del dolor, Yo fui para mi madre la cruz del sacrificio, La que en su amarga pena, me arrojó en un hospicio Haciendo de mi vida, cadena de dolor”. Hay madres que abandonan, sus hijos, ciegamente Le niegan su cariño, destrozan su ilusión, Hay madres que abandonan, su hogar, cobardemente, Dejando hijos que lloran, por ella, amargamente, Ésas se llaman madres... madres sin corazón.
Temazo💪📻
Hermoso tema, letras era estás.😢😢
Excelente tema
Grande guaraní
El Huérfano
Letra: Francisco Garcia Jimenes
Musica: Anselmo Aieta
Era una noche de ésas, lluviosa, oscura y fría
De huracanado viento, horrible de verdad,
En horas avanzadas, cuando a mi hogar volvía
Encontré a un pobre niño que en un portal dormía,
Era una noche de ésas, de recia tempestad.
De pronto estalla un trueno y al resplandor de un rayo
Que iluminó un momento aquella oscuridad,
Mis ojos observaron en ese breve lapso
El rostro de ese niño, tan blanco como un manto,
Aquel era el espectro de la mendicidad.
Lo desperté y entonces, el niño, sorprendido
Trataba de alejarse, pero yo le calmé,
Le pregunté la causa que allí lo había traído,
Y el niño me repuso, aun todo confundido:
“Me sorprendió la noche, donde me hallara usted”.
“Quién eres, dónde vives, dime, te has extraviado
La noche es tan horrible, no puede haberla peor”,
Me contestó llorando: “Soy un desamparado,
En fin, yo soy un paria al que ni nombre han dado
Y el mundo me conoce, por huérfano, señor”.
“Me albergo al pie de un árbol, lo mismo que en un sitio
Y vago por el mundo en alas del dolor,
Yo fui para mi madre la cruz del sacrificio,
La que en su amarga pena, me arrojó en un hospicio
Haciendo de mi vida, cadena de dolor”.
Hay madres que abandonan, sus hijos, ciegamente
Le niegan su cariño, destrozan su ilusión,
Hay madres que abandonan, su hogar, cobardemente,
Dejando hijos que lloran, por ella, amargamente,
Ésas se llaman madres... madres sin corazón.
Esa letra es de Martin Castro, la canción de anselmo aieta tiene la misma música, todavía estoy buscando que paso ahí.
Hermana